El cuerpo de Pablo Maximiliano Mariotti, de 36 años, fue hallado enterrado en un pequeño jardín de una propiedad de calle Olleros al 100, al sur de la capital, esta madrugada.
Un arrepentido reveló que Mariotti estaba enterrado en ese lugar, y había sido asesinado por deudas entre prestamistas.
Al momento de producirse la irrupción en el inmueble no había ocupantes.
En esa morada habría funcionado un taller mecánico. Se pudo apreciar la existencia de vehículos que habrían estado en reparación.
En el lugar se encontró documentación de Mariotti, como su pasaporte, títulos y papeles del inmueble, además de una mochila que también sería de su propiedad.
“A primera vista se observa una zona deprimida, correspondiente con remoción del terreno”, explicó Alejandro Leiva, antropólogo forense. Allí se procedió a la excavación, de alrededor de un metro de ancho por tres metros de largo, en un sector ubicado junto a la tapia del frente, al lado de una palmera.
Leiva agregó que allí se efectuó un relevamiento del lugar, con toma de registros fílmicos. Luego se comenzó con un minucioso trabajo de remoción de tierra por capas.
Finalmente, el cuerpo fue retirado y trasladado por personal de la Dirección General de Bomberos hasta la base del Cuerpo Médico Forense, donde se procederá a su identificación y posterior autopsia. Según indicaron los pesquisas judiciales, el cuerpo estaba atado, presuntamente con precintos y cubierto con una colcha o algún otro elemento de similares características. También se habrían detectado restos que podrían ser de cal, publicó La Gaceta. “El antropólogo forense de nuestro equipo sostuvo que el movimiento de tierra es reciente, de unos siete días, aproximadamente. El cuerpo estaba envuelto en una manta y la cal colocada por arriba. Se hizo una excavación por capas y se encontró el cuerpo a unos 70 centímetros”, señalaron voceros.En tanto, posteriormente, a través de su asesor letrado, una persona cuya identidad se mantiene en reserva, puso a disposición una camioneta en la que habría sido trasladado Mariotti.
Dicho vehículo fue peritado durante la madrugada. Para llevar a cabo esas tareas, se utilizaron reactivos para detectar la presencia de sangre y se utilizaron las recientemente adquiridas luces forenses para determinar la existencia de fluidos vitales.
Un testigo arrepentido declaró ayer que Maximiliano Mariotti lo mataron el mismo día de su desaparición (ocurrida el 7 de este mes) y después ocultaron el cuerpo en una vivienda, ubicada en la calle Olleros al 100, de la capital tucumana.
En la causa hay un aprehendido que es la persona que brindó testimonio sobre el ocultamiento del cuerpo de Mariotti.
La hipótesis de la justicia se ha centrado en que la víctima le había entregado al sospechoso, antes de la desaparición, una importante suma de dinero, con el fin de continuar con las operaciones de préstamo a terceros.
El desaparecido estuvo alrededor de un mes de vacaciones y cuando regresó, de acuerdo a la teoría de la pesquisa, le habría exigido a L.G. que le devolviera el capital.
Esto no ocurrió, por lo que entre ambos se originó una discusión.