Dentro de la nueva configuración del poder y de la gestión del próximo Gobierno alumbra una estructura que amaga con ser uno de los vértices de la propuesta de Javier Milei. Se trata del Ministerio de Infraestructura, que manejará Guillermo Ferraro. Será una resurrección del viejo Ministerio de Planificación Federal, sólo que con misiones estratégicas diametralmente opuestas. Casi como una de las principales metáforas freudianas, aquella que habla de matar al padre.
Por ahora, la nueva gestión del ex KPMG avanza sin demasiada articulación. Algo así como una situación radial donde varios equipos empezaron a hablar y reunirse con algunos interlocutores, pero sin demasiada coordinación entre todas las áreas. Justamente, no es una tarea fácil implementar el acople de semejante estructura que, según se ha comentado hasta ahora, tendrá a su cargo Transporte, Obras Públicas, Energía, Comunicaciones, Minería y, aunque no se ha anunciado aún, también tendrá bajo su ala a Vivienda, lo que actualmente es el Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.
Dentro de ese megaministerio ya se conocen algunos nombres, pero son muchos menos de los que se necesitan para ocupar el extenso organigrama. En principio, uno de los secretarios será Franco Mogetta Prevedello, actual secretario de Transporte de la provincia de Córdoba, que asumirá un rol similar en la Nación. Mogetta es abogado, catamarqueño y fue parte del gobierno Juan Schiaretti desde hace casi ocho años. Primero trabajó en el Ministerio de Trabajo de la provincia y, desde comienzos de la actual gestión, ocupó la secretaría de Transporte. Mientras el exletrado de la UTA esperaba la confirmación para ver si continuaba con su gestión en Córdoba, llegó la convocatoria nacional.
Mogetta fue uno de los referentes que participó junto a Ferraro de la reunión de transición, en la que por el Gobierno estuvieron la secretaria de Energía Flavia Royon; la de Minería, Fernanda Ávila; el ministro de Transporte, Diego Giuliano, y el titular de Enacom, Claudio Ambrosini.
Por ahora, no se conocen con quiénes lo acompañarán en la complicada gestión de trenes, aviones, colectivos, puertos y vías navegables que tiene a su cargo. Sólo para entender, del ministerio de Transporte dependen las siguientes empresas del Estado: Administración de Infraestructuras Ferroviarias, Administración General de Puertos, Aerolíneas Argentinas, Belgrano Cargas y Logística, Desarrollo de Capital Humano Ferroviario, Empresa Argentina de Navegación Aérea, Ferrocarriles Argentinos, Intercargo, Operadora Ferroviaria y Playas Ferroviarias de Buenos Aires. Solamente en estas compañías, Mogetta tendrá que manejar 47.361 empleados.
Algunas de las pocas cosas que trascendieron corresponde a los trenes. La idea de Milei es concentrar las empresas ferroviarias en una y empezar con el achique y la posterior privatización de los ramales, todos en manos del Estado salvo el Urquiza y el Belgrano Norte, gerenciados por Metrovías y Ferrovías, respectivamente.
Otro de los proyectos sobre el que se ha hablado entre los que orbitan por esas charlas está referido a los trenes de cargas. Por caso, reflota un viejo esquema de acceso abierto para las vías. Es decir, que cualquiera pueda subir su carga a una red ferroviaria. De hecho, ese esquema ya estaba previsto en la legislación original de fines del siglo XIX.
Dentro de esa estructura que comanda Ferraro, hay dos hombres que trabajan en el diseño técnico de las primeras medidas. El primero, Eduardo Rodríguez Chirillo, un especialista en energía que reside en España. Más allá del futuro de las empresas públicas, de su muñeca saldrá, además, la estrategia para las generadoras patagónicas, la mayoría de ellas con sus concesiones vendidas o por vencer en los próximos meses.
Un abogado, a Minería
El otro alfil importante en el área es Sergio Arbeleche, un abogado del estudio Brouchou & Funes de Rioja que es asesor de muchas empresas mineras. Por ahora, es el único nombre que se escucha para ese sector estratégico para el gobierno de Milei.
Pese a que Ferraro no ha detallado esa secretaría entre su área de influencia, otro de los ministerios que tomará a cargo es el actual Desarrollo Territorial y Hábitat. Volverá a ser la Secretaría de Vivienda y a su cargo estará Inti Alpert, un desarrollador que es el ideólogo del plan Procrear.
Alpert es un creyente del financiamiento privado para la obra de viviendas de las clases medias y bajas. De hecho, el plan original del Procrear contemplaba que los beneficiarios devuelvan el crédito en condiciones favorables, pero jamás subsidiado.
El futuro secretario de Viviendas ya llamó al actual ministro, el opaco Santiago Maggiotti y, de a poco, empezó la transición. También ya tuvo reuniones con varias cámaras, entre ellas las de la construcción y la de desarrolladores. En medio, varios bancos, dispuestos a mirar de cerca algunos de los proyectos de Alpert para refacción de vivienda, también tuvieron un mano a mano.
A las empresa públicas que están en manos de Transporte, Ferraro deberá sumar las que actualmente dependen del Ministerio de Economía, que en la administración actual contiene la poderosa Secretaría de Minería. Por caso, Dioxitex, Enarsa Patagonia, Energía Argentina (Ieasa), Nucleoeléctrica Argentina, Polo Tecnológico Constituyentes, Termoeléctrica José de San Martín, Termoeléctrica Manuel Belgrano, Vientos de la Patagonia y Yacimientos Carboníferos Río Turbio son algunas de las firmas que también quedarán bajo el mando de Ferraro.
Y, por si no alcanza, subsumirá la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat), Centro de Ensayos de Alta Tecnología (Cestsa), Contenidos Públicos, Correo Oficial, Radio y Televisión Argentina y Télam, hoy en manos de la Jefatura de Gabinete.
No son pocos quienes consideran que semejante estructura podría ser dividida en un tiempo no tan lejano. De hecho, si Federico Sturzenegger se ocupa del diseño del futuro Estado, es posible que haya algunas materias que sean intervenidas por su gestión.
Como se dijo, volverá a nacer el viejo Ministerio de Planificación Federal. De aquella expansiva estructura, que luego pasó a ser una media docena de ministerios, ahora volverá la concentración. La diferencia es que, ahora, este hijo de aquel llegó para matar al padre.