El diario Financial Times, uno de los medios más influyentes en los círculos políticos y económicos internacionales, publicó un perfil de la vicepresidente, Victoria Villarruel. El artículo concluye citando a un diplomático asentado en Buenos Aires quien espera que Villarruel arme un proyecto político propio y eventualmente se presente como candidata presidencial. “Creo que hay que observarla atentamente; ella está lista, para lo que sea”, concluye la cita, que fue precisamente la que eligió la propia Villarruel para postear la nota en su cuenta en la red social X, la ex Twitter.
El artículo del medio británico destaca el contraste entre las personalidades de Milei, “un economista libertario que promete reformas drásticas”, y Villarruel, a quien presenta como una “activista que construyó su carrera con un duro conservadurismo cultural”.
Villarruel, dice, es la primera persona en la línea de sucesión presidencial, algo que los analistas consideran “crucial” dada la condición de outsider político de Milei y que su escasa representación legislativa significa “una posibilidad real de que no termine su mandato de 4 años”.
El FT destaca que a diferencia del presidente, Villlarruel no tiene experiencia en los temas económicos que predominan en el debate económico, pues su foco ha sido “entender la historia argentina del siglo XX”. En las últimas dos décadas, dice, como fundadora de una ONG y frecuente panelista de TV, se dedicó a denunciar los crímenes de la guerrilla izquierdista de inicios de los 70s “campaña que sus oponentes dicen que implícitamente justifica la violenta dictadura derechista que tomó el poder en 1976″.
Villarruel y Milei, el 10 de diciembre (Foto AP/Natacha Pisarenko)
Villarruel, prosigue la nota, es políticamente más pulida que Milei, descripto como “un excéntrico, de arranques irascibles y un peinado salvaje”.
En los actos de la inauguración presidencial, destaca, la vicepresidente recibió a la delegación japonesa hablándole en japonés, idioma en el que es capaz de conversar, al igual que en inglés avanzado. El artículo destaca incluso su perfecta dicción en español, que usó -por caso- para cerrar su primera sesión en el senado acusando con elegancia a los legisladores peronistas de gobernar para sus amigos.
Agenda propia
El FT cita al consultor político Juan Germano, de Isonomía, quien destaca que ella no es una segundona, sino “una figura con su propia agenda, extremadamente clara”. Y a un “estrecho colaborador” de la vicepresidente que dijo: “ella no llegó hasta acá por ser una cara bonita, la trajeron sus ideas. Se preparó para esto por años, porque siente que una gran parte de la sociedad no ha sido escuchada durante un largo tiempo”.
Sin embargo, reconoce la nota, en las semanas posteriores a la elección el rol de Villarruel fue de algún modo disminuido debido a la alianza de Milei con el PRO: Patricia Bullrich, la candidata de ese partido, asumió el ministerio de Seguridad, y su vice, Luis Petri, el de Defensa, pese a que durante la campaña Milei dijo que sería la vicepresidente quien tendría responsabilidad sobre esas áreas de gobierno.
El artículo recuerda que Villarruel empezó su activismo político a inicios de los años 2000, en coincidencia con el advenimiento del kirchnerismo y que sus causas incluyen la oposición a la legalización del aborto, en lo que coincide con Milei, la crítica al “adoctrinamiento sobre derechos LGBTQ” en las escuelas y la condena de lo que considera la “impunidad” de criminales en la Argentina.
Su tema central, dice, es el desafío a la narrativa o relato de lo ocurrido en la Argentina a fines del siglo XX según los movimientos de derechos humanos, “muchos de los cuales están alineados con el peronismo”. Al respecto, cita una frase de Villarruel en una conferencia en Madrid, en 2002: “todo lo que han escuchado sobre el pasado argentino en los últimos 40 años es falso y ha sido construido por la izquierda”.
El FT recuerda que la vicepresidente es hija de un general que participó en la represión de la guerrilla setentista y que en 2006 fundó una ONG dedicada a los derechos de las víctimas de esos grupos, víctimas que -dice el artículo- habían estado mayormente excluidos de los esfuerzos de conmemoración del período, enfocado enla violencia de estado durante la dictadura 1976-1983″.
Guerra y “abusos”
A diferencia de ese relato, prosigue el artículo, en su conferencia de Madrid Villarruel dijo que a principios de los 70s la Argentina sufrió una “guerra” iniciada por grupos armados de ultraizquierda que “atacaron el estado y aterrorizaron a la población; hubo abusos durante el combate a esos grupos armados”.
El FT también recuerda que Villarruel propuso hacer escuelas en el espacio donde ahora está el Museo de la Memoria, en el exCentro de Detención de la ESMA, un lugar que -dice- conmemora crímenes como la tortura, la desaparición de personas en “vuelos de la muerte” que las arrojaban al mar y el secuestro de bebés luego entregados a otras familias.
Al respecto, cita a Cristian Palmisciano, un “especialista en derechos humano del Conicet” que señala que “académicos han aceptado que la cifra de 30.000 desapariciones, basados en diferentes datos, “puede ser imprecisa”, pero acusa a Villarruel de usar esos “puntos reales de incertidumbre para cuestionar partes sensibles del consenso democrático sobre los crímenes de la dictadura; ella sugiere que los crímenes de la guerrilla y de los militares fueron equivalentes”.
La propia Villarruel posteó la nota del FT en su cuenta en X y destacó la frase del diplomático que recomienda “observarla atentamente”
El artículo también recuerda que Villarruel conoció a Milei en 2017, en un estudio de TV y que según Juan Luis González, biógrafo del actual presidente, él la llamó en 2021, cuando fundó La Libertad Avanza, porque le habían aconsejado buscar una “figura pulida” fuera de los círculos libertarios, para completar su fórmula.
Debate “crucial”
Además, la columnista y analista política y de medios Adriana Amado destaca las habilidades de Villarruel como comunicadora y su lucimiento durante el debate con el exvicepresidente, Agustín Rossi, que fue “crucial” en la campaña presidencial. “Su presencia como una persona más seria fue un buen contrapeso a la personalidad más loca de Milei”, subrayó Amado, aunque el artículo señala que no es claro -en una elección disputada mayormente en torno de la mayor crisis económica de las últimas dos décadas- qué parte del 56% de los votantes que apoyó a Milei comparte el conservadurismo cultural de Villarruel. No obstante, el colaborador de la vicepresidente consultado le señaló al FT que una vez resuelto lo urgente, “ella con seguridad comenzará a construir un consenso sobre ideas más amplias que sostiene y que son parte de La Libertad Avanza”.
En sentido contrario, un empresario consultado le dijo al medio británico que se había reunido con Villarruel en 2023 y sintió “una desconexión entre ella y Milei; cuando le preguntás sobre él, ella no quiere responder. Creo que tienen valores fundamentalmente diferentes”.
Como sea, Villarruel se anotó una temprana victoria cuando, a pesar de que La Libertad Avanza tiene solo 7 de 72 senadores en la Cámara Alta, ella -sobreponiéndose al peronismo- logró el apoyo de 39 para imponer como titular, cuando ella no está, a alguien de su mismo partido. “Lo poco que hemos visto de ella hasta ahora sugiere una habilidad para alcanzar acuerdos y lograr sus objetivos”, gracias a su “muy efectivo” estilo de comunicación”, notó el consultor Juan Germano.
El perfil de Villarruel cierra con la observación del diplomático ya señalada al principio y que -precisamente- la propia vicepresidente eligió para destacar en su posteo en X: “Hay que observarla atentamente … está lista para lo que sea”.