La cifra, a todas luces insólita, fue confirmada por el titular de la Sociedad Aguas del Tucumán Marcelo Caponio. Desde el último día de octubre del año pasado hasta el cierre de enero de 2024, la SAT recepcionó 429 denuncias de usuarios a los que les robaron los medidores de agua potable.
Además del delito, los clientes de la empresa con participación estatal mayoritaria lamentaron los costos y la demora que implica la reparación del daño sufrido por lo que ya se define como una ola de robos de artefactos que luego son reducidos en los locales de compra y venta de chatarra de Tucumán.
Según un reporte dado a conocer por la SAT, los despojos se concentraron en determinados sectores de a ciudad. Del total de las presentaciones, 49 sustracciones se registraron dentro de las cuatro avenidas, en especial, entre el 21 de noviembre y el 27 de diciembre de 2023, y más adelante entre el 3 y el 29 de enero.
Considerando como eje las avenidas Mate de Luna, 24 de Septiembre y Benjamín Aráoz, en zona Sur de ese cuadrante se denunciaron 94 robos, ocurridos casi todos en el transcurso del mes pasado.
Pero la mayor parte de las denuncias se ubicaron en zona Norte. Más del 60 por ciento de los delitos tuvieron lugar en esa zona de la capital, a lo largo de todo el período revisado.
Ante semejante escenario, Caponio elevó el 1 de febrero una nota al ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, pidiendo la urgente implementación de medidas preventivas y de investigación relativas a este ilícito.
“Esta modalidad delictiva ha experimentado un crecimiento significativo en los últimos seis meses, como consecuencia del sustancial desarrollo de un redituable ‘mercado negro’ en el que se comercializa el bronce contenido en los medidores sustraídos”, aseguró el funcionario. “También generan un desperdicio de agua potable”, añadió.
En las últimas semanas el objetivo preferido por los delincuentes que se dedican a esta modalidad fue zona Sur. El último caso ocurrió el martes en la calle Jujuy 881, donde en horas de la madrugada ladrones sustrajeron el medidor de agua de un hombre que estaba de vacaciones.
Para los vecinos se trata de un problema ya habitual. “Todos los días te levantás con un robo nuevo”, se quejó Gabriela Alé, mientras qiue María de los Ángeles “Tete” Reingel tiene una panadería en el barrio, por lo que suele ser el punto de encuentro de algunos vecinos, que aprovechan para expresar su malestar por la situación que están viviendo. “Acá robaron en toda la manzana. En La Rioja robaron cinco, en la Rondeau como cuatro, en el pasaje le sacaron a casi todos y acá sólo quedaron tres medidores sin tocar”, indicó.
Algunos damnificados que lograron capturar el despojo con sus cámaras de seguridad, los robos suelen ser responsabilidad de chicos que se desplazan a pie con mochilas, bolsas de consorcio y elementos metálicos -cuchillos, destornilladores, pinzas- y aprovechan los momentos en los que no hay movimiento en la zona para atacar.
“En los videos se ve que se sientan al lado de donde está el medidor, sacan la tapa con mucha facilidad, meten la mano con la herramienta, sacan el medidor, lo guardan en la bolsa y se van”, describió el modus opetandi una vecina.
Otro inconveniente es la demora para reponer los medidores, por lo que la mayoría opta por llamar a plomeros particulares. “Me robaron en la madrugada del 10 de enero. Presenté la denuncia y la SAT me habló a los cuatro días para decirme que había una demora de 60 días pero que si quería podía comprar uno. Lo que hice fue esperar a que ellos me autorizaran -para que no me acusen de una conexión clandestina- y coloqué un pedazo de manguera para no quedarme sin agua”, dijo otro vecino, Gustavo Iturres.
Virginia, jubilada que reside en Rondeau al 900, expuso que a ella le sustrajeron el medidor el pasado viernes, entre las 3.30 y las 4. “Estuve varias horas sin agua hasta que a las cinco de la tarde vino un plomero a repararlo. Gasté entre $18.000 y 20.000 para costear los daños, sin contar la mano de obra que todavía no la pagué porque fue un favor que me hizo un vecino”, lamentó.
Los vecinos alcanzados por la ola de robo de medidores de agua, se organizaron a través de grupos de WhatsApp para elevar una nota exigiendo a las autoridades de la SAT y de la Policía que implementen medidas de seguridad para contrarrestar los daños.
“Presentamos hace 15 días la nota, también la hicimos llegar a la Defensoría del Pueblo pero aún no supimos nada. No entendemos por qué estamos así porque no es que vivamos en una zona alejada, la comisaría está cerca, y lo mismo pasan estas cosas y no nos dan una respuesta”, concluyó una de las impulsoras de la iniciativa.