La Universidad Nacional de Tucumán (UNT) es la más rica del país -ya que es la única que por la Ley 14.771 de creación de YMAD se beneficia de los dólares de la minería nacional- pero eso no impide que en el marco del recorte presupuestario en educación del Gobierno Nacional, se les cobre aranceles a los estudiantes: en las Escuelas Preuniversitarias aseguran que se están cobrando matrículas anuales de hasta $70.000, mientras que en las Facultades se cobra “bono contribución”, arancelando así la educación pública. Aquellos estudiantes que pagan los bonos gozarían de privilegios por sobre sus pares, acaso una “casta universitaria” como la que conduce desde hace años los destinos del Rectorado.
Ante el recorte en Educación del presidente Javier Milei alegando que “no hay plata”, el ajuste en la UNT lo pagan los estudiantes y no las cajas del Rectorado: el Centro de Estudiantes de la Escuela de Bellas Artes denunció que se cobra una matrícula anual de $70.000, mientras que en caso de abonar en cuotas el mismo asciende a entre $80.000 y $90.000. “Estos montos y posibilidades de pago de la inscripción resultan inaccesibles para muchas familias de nuestra comunidad educativa”, alertaron a través de un comunicado, según reportó La Izquierda Diario.
Los estudiantes pidieron defender la gratuidad de la educación pública y considerar “la situación social y económica que está atravesando el país, sumando la pérdida del poder adquisitivo en nuestras familias”. Lo propio ocurre en las Facultades de la UNT, donde se insiste en el cobro de un “bono contribución” de $12.000 en Derecho, $10.000 en Medicina, $3.000 en Enfermería, mientras que también hay aranceles en Educación Física, Agronomía y Ciencias Económicas, según el mencionado portal.
El sitio La Palta advirtió que en la Facultad de Derecho “está priorizando a quienes pagan el bono, dando como incentivo la posibilidad de tener ventaja a la hora de elegir comisiones”, y además que “el trámite para exentar el pago del bono resulta desagradable” porque “se solicita un informe en la sección de pagos, demostrando la falta de recursos económicos para afrontarlo, o en caso de contar con menos recursos, te emiten un informe de reducción del monto”.
Florencia Larrea, egresada de la Facultad de Filosofía y Letras y ex consejera estudiantil denunció en las redes sociales el cobro de aranceles a través de los bonos, como también “privilegios” a aquellos que los pagan. A través de un hilo de Twitter, arremetió:
“Años de lucha estudiantil llevo eliminar por completo el “bono contribución” en Medicina de la UNT. Este año vuelve a implementarse primero para ingresantes y desde abril para todos. De esta forma, Medicina se suma a Económicas, Derecho, Educación Física, Arquitectura (que cobra este año mensualmente por la carrera de Diseño de Indumentaria). Están arancelando la Universidad Pública. Hablan de bono contribución, pero te exigen para no pagar que pongas por escrito que sos pobre y ellos evalúan si te autorizan a inscribirte“.
En su descargo, alertó que al hacer los estudiantes esos planteos “escuchas a empleados decir hay que fijarse que zapatillas usan antes de exceptuarlos del bono“, y recordó: “Este es año electoral (se renuevan todos los cargos menos Decanos y Rector), la UNT y el Consejo Superior mira para otro lado. Linda forma de defender la educación pública, cortando por lo más débil el estudiante. VERGÜENZA“.
En un intercambio con sus seguidores, brindó detalles sobre los bonos en cada Facultad: “Depende de la Facultad. Abogacía cobra 10 mil, igual Medicina, Exacta 15 mil, Agronomía 18, Económicas 30 mil, etc. Además de ilegal no rinden cuenta, no hay nada documentado en que se gasta y pasa como en Derecho que primero se inscriben los que pagan y el resto donde queda lugar“.
“Ya tienen presupuesto para eso que no hagan desvío de fondos y dibujen presupuesto para designaciones sin concurso y alcanza la plata. No rinden cuenta de lo que hacen con ese dinero. Igual la discusión es la ilegalidad de ese cobro. Si sos universitaria deberías entenderlo. Es ilegal, no rinden cuenta y además tiene prioridad el que paga por el que no y eso es doblemente ilegal. No es el monto que muchos no tienen es el delito que comenten. Lo ilegal del cobro y lo discrecional del uso de eso“, disparó.
El histórico secretario general del Rectorado, José Hugo Saab, reivindicó en una entrevista con LV12 el cobro de los bonos: “Toda la vida han cobrado un bono contribución al ingreso del año lectivo. No es nuevo, siempre lo hicieron, no tiene que ver con la situación económica en general“, explicó, y aclaró que la UNT sí defiende la educación pública: “Seguimos reivindicando la Universidad gratuita, el Rectorado no cobra nada, las facultades siempre lo hicieron, no es producto de la política educativa del gobierno nacional”, afirmó.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que integra el Rector Sergio Pagani expresó sus “preocupaciones responsablemente” y alertó que “de no mediar acciones que rectifiquen el rumbo, se verá seriamente afectado el pleno funcionamiento de las instituciones universitarias públicas”.
Saab también se refirió a las arcas universitarias y aseguró que están “garantizadas las cuestiones operativas en la UNT”: “Tenemos, por la excelente administración de la Universidad desde hace un par de años, garantizadas las cuestiones operativas en la UNT. Es una época difícil, de crisis, tenemos que disminuir los gastos: el ajuste nosotros lo venimos haciendo“, enfatizó el jefe de la burocracia universitaria. “La Secretaría Económica Financiera tiene previstas las dificultades“, reconoció, aunque admitió que “va a ser un año difícil si no hay un incremento presupuestario o de las partidas”.
La UNT es la única Universidad que recibe los millones de la minería nacional, pero eso no impacta en calidad educativa: del informe de gestión 2018-2022 del Rectorado de José García y Sergio Pagani se desprende que en 2018 en la UNT hubo 12.459 ingresantes, de los cuáles egresaron 2.198, lo que implica que de acuerdo a esos indicadores se gradúa 1,7 de cada 10 alumnos. Estos números se agravaron en los últimos años: “En algunas facultades de la UNT se dio hasta un 30% de deserción”, reconoció Saab en La Gaceta, donde confesó que “nos hemos dado cuenta de la distancia abismal que hay con mucha gente que no tenía acceso a estudiar en forma virtual”. “Hay otros factores, que escapan a nosotros, que tienen que ver con la realidad social y cultural que está atravesando el país y la provincia. Esta hizo que muchos estudiantes no pudieran seguir su carrera”, se excusó.
Un informe de Chequeado con datos del Ministerio de Educación de la Nación analizó los egresados de cada Universidad nacional público y privada entre 2010 y 2022. La UNT totalizó -según ese estudio- 23.945 egresados, ubicándose en el 15° lugar del país. En idéntico período, la UBA tuvo 182.131 egresados; la Universidad Nacional de Rosario 104.920 y la de Córdoba 80.891 y la de La Plata 69.729.