De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), “la incidencia mundial del dengue ha aumentado considerablemente a lo largo de las últimas dos décadas”, mientras que en el último año “se ha observado un repunte en todo el mundo caracterizado por un aumento considerable del número y la escala de los casos y por la simultaneidad de múltiples brotes, que se extienden a regiones anteriormente no afectadas” por el virus.
La OMS consigna que esta enfermedad vírica “se transmite al ser humano por la picadura de mosquitos infectados, típicamente en climas tropicales y subtropicales de todo el mundo, sobre todo en las zonas urbanas y semiurbanas. El principal vector de la enfermedad es el mosquito Aedes aegypti”.
En relación a la infección con dengue, si bien en general provoca un cuadro febril leve que disminuye con el paso de unos pocos días, algunas personas pueden estar en riesgo si la contraen dos veces.
¿Qué pasa si tengo dengue dos veces?
El dengue, transmitido por mosquitos infectados, es causado principalmente por el Aedes aegypti, según la OMS (Imagen Ilustrativa Infobae)
El virus asociado a esta enfermedad tiene cuatro serotipos, denominados DENV-1, DENV-2, DENV-3, DENV-4. Sobre este punto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS)explica que la infección “por un serotipo, seguida por otra infección con un serotipo diferente aumenta el riesgo de una persona de padecer dengue grave y hasta morir”.
En la misma línea, desde los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) aportan que una persona “puede infectarse con el virus del dengue múltiples veces en su vida; y es más probable que alguien presente dengue grave si ya ha tenido una infección por dengue anteriormente”.
¿Cuánto tiempo de inmunidad tengo después del dengue?
Si bien no hay tiempos exactos, los especialistas de Mayo Clinic precisan qué sucede tras una infección con dengue. “Cuando te recuperes de la fiebre del dengue, tendrás inmunidad a largo plazo al tipo de virus (NdeR: el serotipo) que te infectó, pero no a los otros tres tipos de virus de la fiebre del dengue. Esto significa que puedes volver a infectarte en el futuro por uno de los otros tres tipos de virus. El riesgo de desarrollar fiebre del dengue grave aumenta si tienes fiebre del dengue por segunda, tercera o cuarta vez. Una infección anterior por el virus del dengue aumenta el riesgo de padecer síntomas graves si vuelves a contraer la enfermedad”.
“El dengue grave puede causar hemorragias internas y daños en los órganos. La presión arterial puede descender a niveles peligrosos y causar choque. En algunos casos, el dengue grave puede provocar la muerte”, agregan desde el centro de salud estadounidense.
Al igual que otras enfermedades virales, el dengue presenta una gama de manifestaciones, desde asintomáticas hasta graves, con factores como la edad y la salud previa que inciden en el curso del cuadro, según expertos (Getty)
¿Qué cuidados debo tener después del dengue?
Los CDC de Estados Unidos dan una serie de consejos para tener en cuenta después de tener dengue. En principio, señalan que aunque “la fiebre esté desapareciendo, esta fase puede ser peligrosa para algunos pacientes: esté atento a las señales de alerta a medida que la temperatura baja, 3 a 7 días después de que hayan comenzado los síntomas”.
Por otro lado, tal como se describió anteriormente, es fundamental protegerse de la picadura de mosquitos para evitar una segunda infección que, en ciertos casos, puede derivar en un cuadro grave de dengue. “Se puede reducir el riesgo de contraer el dengue protegiéndose de las picaduras de mosquito con ropa que cubra el cuerpo lo máximo posible, mosquiteros, a ser posible impregnadas de repelente, si se duerme durante el día, mosquiteros en las ventanas, repelentes de mosquitos (que contengan DEET, icaridina o IR3535), espirales de humo y aerosoles”, recomienda la OMS.
La vacuna tetravalente contra el dengue del laboratorio japonés Takeda (TAK-003), conocida como Qdenga, fue aprobada en abril de 2023 en Argentina por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) y desde el 1 de noviembre de 2023 está disponible en el país.
La vacuna TAK-003 se basa en el virus del dengue 2, al que se añade ADN de los otros tres serotipos para proteger contra cualquiera de los cuatro tipos de dengue. Su forma de administración son dos dosis que deben ser aplicadas en un intervalo de tres meses. Una de las grandes ventajas de esta inmunización es que puede aplicarse en las personas que ya hayan cursado la enfermedad, que son quienes están en riesgo de desarrollar cuadros más severos.
Qdenga está destinada para mayores de 4 años ( sin límite de edad) que hayan tenido, o no, la infección. Está contraindicada en embarazadas, mujeres en período de lactancia y en pacientes con inmunocompromiso.
Además de la vacuna Qdenga, existe otro inmunizante contra la infección por dengue, la CYD-TDV (Dengvaxia, del laboratorio Sanofi Pasteur). Ambas están autorizadas para su uso en varios países y son vacunas con virus vivos atenuados y tetravalentes.
La vacuna TAK-003, administrada en dos dosis con tres meses de diferencia, se basa en el virus del dengue 2 y ofrece una opción de inmunización para personas en riesgo de dengue grave (Imagen ilustrativa Infobae)
Cuáles son los órganos afectados por el dengue
Según Mayo Clinic, “el dengue grave puede causar hemorragias internas y daños en los órganos”. Bajo estos preceptos, anteriormente, el doctor Jorge Pascual, médico neumólogo de Mayo Clinic y director médico ejecutivo de la región de las Américas, desarrolló en una nota exclusiva con Infobae: “El dengue en una enfermedad en la que los síntomas son muy variados. Puede haber personas asintomáticas, otras que tienen síntomas leves y otras que lo padecen en forma grave. En esta etapa se caracteriza por afectar los vasos sanguíneos. Comienza a manifestarse con fiebre leve, dolor ocular, molestia y dolor en articulaciones y músculos y hasta sarpullidos en la piel. Pero luego puede manifestarse con abundante sangrado estomacal, de los intestinos, y por nariz”.
“La enfermedad continúa progresando y afectando cada vez más a mayor cantidad de vasos sanguíneos haciéndolos permeables y que la sangre escape de ellos. Ello provoca que la sangre comience a escaparse por todo el organismo, afectando a distintos órganos, como el pulmón, por ejemplo. Esto hace bajar la presión y produce un shock en el paciente. Hace descompensar el corazón, el cerebro, el hígado, los pulmones y más. Los investigadores estamos investigando por qué hay personas que cursan la enfermedad en forma leve o grave. Es algo parecido a lo que ocurre con el COVID. Observamos que las personas adultas mayores o quienes tienen una condición de salud de riesgo previa son los más afectados”, agregó Pascual.