“Y siempre pasa lo mismo. Ellos se mandan macanas y después los sueltan. ¿Quién se va animar a denunciarlos?”, dijo Fernanda M., vecina de barrio Matadero. Anoche hubo fiesta en ese caserío. Con música a todo volumen y quizás un asado de por medio, le dieron la bienvenida a Maximiliano “Maxi Toro” Martínez y Patricio “El Negro” Bellido, después de que recuperaran la libertad. Eran los únicos miembros del clan Toro, grupo sospechado dirigir una red de narcomenudeo en Villa 9 de Julio, que se encontraban detenidos en el penal de Villa Urquiza, acusados de tentativa de homicidio.
El hecho ocurrió en septiembre de 2018. Ambos descendieron de una camioneta y dispararon con una pistola nueve milímetros y una ametralladora contra la casa del líder del clan Carrión, con los que mantienen una disputa por el dominio territorial. En la balacera resultó herido un joven que transitaba en un auto de alta gama por el lugar. El caso tuvo trascendencia nacional porque las imágenes del tiroteo tomadas con el celular de un vecino fueron rápidamente viralizadas. Hasta la ex ministra de Seguridad de la Nación Patricia Bullrich ordenó a las fuerzas federales que realizaran una investigación.
El fiscal Pedro Gallo dirigió la pesquisa, que tuvo insólitas derivaciones. Días después del hecho, la Policía realizó un allanamiento en varios domicilios vinculados al grupo. “Esto no tiene nada que ver con Margarita (Toro) -ex pareja de “El Negro” Bellido-”, les dijo el ocupante de una de las viviendas, donde se secuestró armas, drogas y dinero en efectivo. Afuera, una treintena de soldaditos desafiaba a los uniformados haciendo sonar sus motos.
Como los acusados no aparecían, Gallo envió la causa a la división de Crimen Organizado, a cargo de los comisarios Nazareno Montero y Javier Alderete, quienes más tarde lograron detener al “Negro Bellido” primero y a “Maxi Toro”, después. Pero en el medio pasaron cosas. El sobrino de “La Jefa” se tiroteó con policías del servicio 911 y mientras estaba prófugo, fue a tramitar un certificado de residencia en la seccional 10ª, a pesar de que tenía pedido de captura a nivel nacional e internacional.
Audiencia y algo más
En abril pasado, Gallo pidió que ambos acusados fuesen enjuiciados por tentativa de homicidio, planteo que fue aceptado por el juez Raúl Cardozo. Sin embargo, los defensores apelaron las resoluciones y presentaron diferentes planteos, por lo que el expediente fue enviado a la Cámara de Apelaciones.
Al transcurrir el tiempo y por la falta de resolución de los pedidos de los defensores, el fiscal solicitó una audiencia para que se extendiera la prisión preventiva en contra de Bellido, ya que estaba a punto de vencer.
Al menos dos víctimas se presentaron ante el juez Cardozo y dijeron que tenían miedo de las represalias que podían tomar los acusados en su contra por haber tenido el valor de haberse presentado ante la Justicia para declarar y presentar pruebas en contra de los miembros del clan Toro.
“Cuenta con gran cantidad de causas en su contra que involucran el uso de armas de fuego. Además, tiene amplios recursos para obstruir la marcha de la investigación y cuenta con apoyo para evadir la Justicia. Actuó contando con armas de alto poder de fuego y con costosos medios de movilidad. Tienen capacidad de amedrentar a víctimas y testigos. El mantenimiento de la prisión preventiva resulta imprescindible para el desenvolvimiento normal del proceso y para asegurar la presencia de Bellido en el debate”, precisó el fiscal en su exposición.
Cardozo, en la audiencia oral que se transformó en novedosa porque se escucharon las voces de las víctimas, resolvió hacer lugar al planteo y ordenó que Bellido continuara detenido cuatro meses más, o hasta que se desarrollara el juicio. Si bien es cierto que a “Maxi Toro” no se le vencían los plazos, la resolución sería la misma.
A tres meses del fallo, el caso fue analizado por la Cámara de Apelaciones. Ricardo Fanlo, defensor de los imputados, dijo que no había peligrosidad procesal de que sus representados evadieran el accionar de la Justicia y descartó que tomaran represalias en contra de los testigos de la causa.
Desde ese cuerpo, utilizando otro criterio sobre la peligrosidad de los imputados y desconociendo los planteos del fiscal Gallo y la resolución de Cardozo, se ordenó que sean dejados en libertad. También se confirmó el pedido de elevación a juicio de la causa. Ahora se deberá, a través de un sorteo, determinar qué tribunal desarrollará el debate; entonces, y dependiendo la agenda de la sala, se definirá la fecha.
El martes Fanlo completó los trámites para lograr que Bellido y “Maxi Toro” recuperaran la libertad. Cubrió la caución real de $50.000 que les había exigido la Justicia y los hizo notificar de que periódicamente se deben presentar ante la autoridad competente. Horas después, salieron del penal y fueron recibidos con una fiesta en Villa 9 de Julio.
Varios antecedentes
Febrero de 2011.- En una fiesta que se realizaba en una vivienda de Villa 9 de Julio. Jonathan “Yoni” Luna fue asesinado en una discusión que se había iniciado por una joven. La chica, a la que pretendía la víctima, era la novia de Maximiliano “Maxi Toro” Martínez, quien fue acusado por el hecho y estuvo detenido varios meses, pero hasta el momento no fue enjuiciado. El hecho inició una escalada de violencia que derivó en al menos dos homicidios.
Abril de 2017.- Integrantes de los clanes Acevedo y Toro protagonizaron una pelea en la puerta del boliche Mulata, en la zona del ex El Abasto. A la salida se produjo un tiroteo entre ambos grupos donde fue herido mortalmente Roberto Zelarayán. Por el caso fueron aprehendidos un policía que prestaba servicios adicionales en el local, otro uniformado y un integrante de cada grupo. El hecho se produjo una semana después de que miembros del grupo de Villa 9 de Julio fueran denunciados por atacar una vivienda de sus rivales en “El Sifón”. El juicio por el homicidio aún no se desarrolló y el supuesto ataque que originó el choque mortal no fue investigado por la Policía. En la causa fue mencionado “Maxi Toro”, según confiaron fuentes judiciales.
Diciembre de 2017.- Dos horas después de que condenaran a Martin y a Gerardo “Coco” Toro por tentativa de homicidio en contra de dos miembros del clan Carrión, “Maxi Toro” realizó varios disparos en contra de la casa de los que denunciaron el hecho, por lo que terminaron condenados los miembros del grupo. “Ni siquiera hubo una citación policial por el caso”, argumentó Ricardo Fanlo, defensor de los acusados. Meses después, la Corte Suprema de Justicia de la Provincia anuló ese fallo y ordenó que se realizara un nuevo juicio, pero hasta el momento no se hizo.
Noviembre 2018.- “Maxi Toro” e Ismael “Ima Toro” se tirotearon con policías en Villa 9 de Julio. Los uniformados intentaron detener al primero porque tenía pedido de captura por haber pretendido matar a los integrantes del clan Carrión dos meses antes, el hecho que lo mantuvo varios meses encerrado. La causa no prosperó en Tribunales.
Febrero de 2019.- En el marco de una investigación, la fiscala Adriana Giannoni ordenó en una requisa en los calabozos de la ex Brigada de Investigaciones. En el allanamiento, se secuestraron más de una docena de celulares. Al analizarlos, se comprobó que uno de ellos pertenecía a “Maxi Toro” y que podría haber enviado mensajes que tendrían que ver con el tráfico de drogas. Las copias del material fueron remitidas a la Justicia Federal para que se investigara. Paralelamente, la fiscala Mariana Rivadeneira recibió una copia del expediente para determinar por qué el acusado de tentativa de homicidio tenía un teléfono. No se difundieron los detalles de ambas pesquisas.
