Un fenómeno pocas veces visto sorprende a quienes tienen a su cargo sondear a la opinión pública: muchos argentinos están dispuestos a concederle a Javier Milei el tiempo que no tienen para ellos mismos. Incluso, una parte de la población que tiene serias dificultades para llegar a fin de mes con sus ingresos propios exhibe una llamativa paciencia frente al gobierno nacional. Pablo Knopoff, uno de los directores de la consultora Isonomía, no solo da cuenta de esa revelación.
También asegura que asistimos a otra característica novedosa en la opinión pública: hay más argentinos que desean que a Milei le vaya bien que argentinos que quieran al presidente de la Nación, algo que no se apreciaba con claridad ni en el gobierno de Mauricio Macri ni a lo largo de las gestiones gubernamentales del kirchnerismo. Parte de ese fenómeno puede explicarse, para el consultor, porque uno de los mandatos que la ciudadanía le asignó al actual jefe del Estado es pelearse con quienes nos trajeron hasta donde estamos.
Y en este clima no siempre triunfan los más poderosos, sino que podemos asistir a un tiempo para los antihéroes, para quienes la fragilidad puede ser parte de su poder. En los últimos días se conocieron algunas noticias referidas a las dificultades que atraviesan algunos sectores de la industria argentina, junto a la retracción del consumo en vastos segmentos de la actividad económica.
Según la consultora Scentia, el consumo se redujo un 4,1% en forma interanual en febrero último, acumulando en el primer bimestre una caída del 3,9%, en tanto que para la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME), las ventas minoristas en las pymes disminuyeron el 25,5% en febrero y acumulan un descenso del 27% en los dos primeros meses del año respecto de igual período del año anterior.
Al mismo tiempo que se difundían esas cifras, se supo que una de las empresas líderes en el segmento de electrodomésticos, como Longvie, resolvió suspender a la mitad de sus trabajadores hasta mediados de abril en dos de sus plantas. Del mismo modo, la automotriz Toyota le informó al Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (Smata) que lanzaría un plan de retiros voluntarios, como consecuencia de una disminución en la proyección de la producción a lo largo de 2024, aunque la información no fue confirmada oficialmente por la empresa.
En este contexto signado por previsiones de contracción de la economía para este año y por los aumentos tarifarios que afectan muchos bolsillos, sin embargo, un pormenorizado estudio de opinión pública de Synopsis Consultores, efectuado entre 1234 personas relevadas en el orden nacional desde el 6 hasta el 13 de marzo, reflejó una mejora en las expectativas de la población sobre el futuro y acerca de cuándo se logrará bajar la inflación.
Según esta encuesta, de la mano del descenso de la inflación que se viene registrando en el Índice de Precios al Consumidor desde el pico de diciembre y de la tendencia que parecería sostenerse en marzo, la preocupación por la inflación en la opinión pública ha cedido este mes 10 puntos porcentuales, llegando al nivel más bajo de los últimos siete meses. Hoy la inflación es mencionada por el 55,2% de la población como principal preocupación, al tiempo que creció la inquietud por otros problemas, tales como la corrupción (20,7%) y la inseguridad (6,5%).
También se registró en marzo una mejora en las expectativas de la opinión pública sobre cuándo se logrará bajar la inflación, de acuerdo con Synopsis. Entre la percepción que se tenía en enero y la de marzo, los que creen que se logrará bajar la inflación a un dígito en seis meses aumentaron del 7,9% al 18,6%, mientras que quienes creen que ese objetivo se conseguirá en solo tres meses crecieron del 1,9% al 6,8%.
El porcentaje de quienes creen que Milei no logrará bajar la inflación a un dígito, en cambio, se redujo del 50,8% en enero al 37,5% en marzo. Otro dato significativo radica en los cambios registrados en la paciencia social respecto de la tolerancia al Gobierno para que baje la inflación. Así, si en enero el 41% de los entrevistados por la citada consultora dirigida por Lucas Romero respondían que les daban tres meses a las autoridades nacionales para disminuir la inflación, en marzo ese porcentaje se redujo al 23,4%.
Esto evidencia que la desaceleración de la inflación podría estar repercutiendo positivamente en la paciencia que la gente dice tener para esperar que el Gobierno logre bajarla efectivamente. Marzo mostró un proceso de mejora de las expectativas respecto de los dos primeros meses del año, tanto en la mirada retrospectiva como en la prospectiva, referida a la situación económica del país y a la situación económica personal.
Cuando Synopsis interrogó a sus encuestados acerca de quién es el mayor responsable de la inflación que tiene hoy la Argentina, si en febrero el 37,4% de la gente creía que era responsabilidad del actual gobierno de Milei, en marzo esa percepción descendió hasta el 29,8%. Por el contrario, el porcentaje de quienes consideran que es responsabilidad del anterior gobierno (Alberto Fernández) subió desde el 48,1% hasta el 51,9%.
Otra encuesta, realizada por la consultora Analogías (2506 encuestas realizadas en forma telefónica en el ámbito nacional entre el 19 y el 22 de marzo), que suele elaborar estudios para el kirchnerismo, ante la misma pregunta sobre quién tiene más responsabilidad en la actual escalada de precios, determinó que para el 39% la responsabilidad es del gobierno anterior, en tanto que para el 31,8% es del gobierno de Milei; para el 14,3%, de los dos gobiernos por igual, al tiempo que el 14,9% no respondió al interrogante.
Uno de los aspectos de mayor fragilidad del Gobierno en la opinión pública se relaciona con las respuestas frente a la pregunta acerca de a quién está ajustando principalmente la gestión de Milei. Según Analogías, para el 55,3%, se está ajustando principalmente a los trabajadores y jubilados, mientras que apenas el 26% indica que quien está siendo más perjudicada es la casta política, y el 18,7% no sabe.