Los radares ya son un hecho en Yerba Buena. El proyecto de montar una serie de controles fijos en la concurrida avenida Perón para evitar los excesos de velocidad y así disminuir accidentes y percances se había anunciado el año pasado. Ahora comenzó su etapa de implementación, aunque todavía pasará un tiempo hasta su despliegue integral y completo.
En concreto, en estos momentos solo uno funciona en la Ciudad Jardín como prueba piloto; según los funcionarios de la intendencia, su instalación es positiva. Por eso está previsto que los restantes sean colocados en el plazo de un mes. El radar o tótem de velocidad está ubicado en avenida Perón y Saavedra Lamas, a 300 metros de la rotonda al pie del cerro. Es la zona deportiva del municipio, donde muchos vecinos realizan actividad física a diario y donde los vehículos de todo porte suelen pasar a alta velocidad.
“Los radares cumplen dos funciones importantísimas, son disuasorios y persuasivos”, explica Fernando de la Orden, secretario de Gobierno de Yerba Buena. “El objetivo fundamental es prevenir accidentes”, agrega.
De acuerdo al Plan de Seguridad Vial del municipio de Yerba Buena, esa intersección es una de las ocho zonas más peligrosas donde se viola el máximo de velocidad permitido. Allí, las cámaras del Centro Integral de Monitoreo de la ciudad han detectado un sinfín de infracciones.
El resto de los radares estarán repartidos a lo largo de la avenida Perón. El primer par (para controlar las dos vías de circulación) funcionará entre el inicio de la avenida hasta Juan L. Fanzolatto. Otros estarán ubicados a la altura del predio Las Cañas, donde usualmente se registran infracciones y excesos de velocidad. Y el resto se instalará en la zona deportiva de la Ciudad Jardín.
No es la primera vez que en Yerba Buena se intenta aplicar mecanismos para trabajar un problema frecuente como son los accidentes de tránsito, producto del exceso en la velocidad. Los radares suelen ser una solución ante estos inconvenientes, ya que de acuerdo a evidencia, en varias ciudades se han logrado reducir los índices de siniestralidad, siempre y cuando estén homologados por los centros habilitantes correspondientes (lo que impide que se impugne la información que emiten) y las multas se apliquen correctamente.
Hace tres años, durante la gestión de Mariano Campero, la intendencia ya había anunciado la implementación de dispositivos móviles disparados por agentes municipales a medida que los autos y camionetas circularan en diferentes horarios del día. Los inspectores detendrían al conductor que excediera la velocidad y labrarían el acta correspondiente. No funcionó aquella vez.
Por eso, entre los vecinos, la medida despierta algunas dudas. Hay quienes sospechan que el único objetivo que persigue el municipio es recaudatorio y dudan de su efectividad. Ante esto el secretario de Gobierno se defiende. “La seguridad de quienes transitan por Yerba Buena es el único horizonte que tenemos. Aquel que no comprenda esto será sancionado. Una vida vale mucho más que llegar cinco minutos tarde a algún lugar”, advierte De la Orden.
“Ojalá que un día podamos transitar sin tantos controles o supervisión. Pero convivimos en una sociedad naturalmente transgresora”, justifica el funcionario.
¿Cómo funcionará el sistema?
La infracción del radar es detectada por las cámaras del Centro Integral de Monitoreo Municipal (CIMM) y es analizada por los observadores que trabajan en el lugar. Por eso, en cada esquina donde funcione un radar habrá cámaras del municipio operando de manera conjunta. Una vez que se detecta la infracción, se eleva la falta al Sistema Nacional de Tránsito y paralelamente al Tribunal de Faltas Municipal, que se encarga de la notificación correspondiente al propietario registrado del vehículo con la multa pertinente.
“Los montos los determina el Tribunal de Faltas según el tipo de multa y el daño posible que generase la infracción. Está sujeto a su evaluación previa. En algunos casos son multas de cientos de miles de pesos”, recuerda De la Orden.
¿A qué velocidad podés circular?
Los límites de velocidad s0n los que indica la Ley Nacional de Tránsito para zonas urbanas:
– 60 km/h en las avenidas.
– 40 km/h en las calles.
– En el Camino del Perú y Camino de Sirga, el límite es 60 km/h (rige para estos el concepto de avenidas en zona urbana).
Semáforos
En paralelo con este mecanismo, Yerba Buena también avanzará con la semaforización de distintas esquinas para optimizar el fluir del tránsito. Desde fines de marzo, en la intersección de avenida Perón y Fanzolato ya está en funcionamiento un nuevo complejo. “Se lo implementó a partir del crecimiento exponencial que ha tenido la zona en los últimos años, ya que se ha desarrollado una innumerable cantidad de barrios”, explicó el intendente Pablo Macchiarola. El semáforo costó $22.104.120, una inversión que se repetirá en otros puntos de la ciudad que son considerados críticos por las complicaciones en la circulación.
En tanto, en la avenida Aconquija avanzan los trabajos para concluir la segunda experiencia de habilitar un tercer carril como dársena de giro. La obra debería estar lista durante esta semana. Así, los vehículos que no van a doblar seguirán su marcha sin complicaciones, mientras que los que girarán tienen una vía exclusiva.
Ya existe una dársena en la intersección con calle Bascary y ahora se avanza en la esquina de Florida. Luego se ejecutará otra en la esquina con Belgrano; tres zonas de alta congestión de vehículos sobre la Aconquija.