Una mujer que era rastreada hace más de un año, bajo la sospecha de haber estafado a numerosas víctimas con la promesa de la venta de una vivienda, fue finalmente hallada, de una forma casi insólita, escondida detrás de la puerta de un dormitorio.
La pesquisa llevada adelante por el fiscal Mariano Fernández, determinó que en los últimos cuatro años, Norma Patricia Venchiriuti se dedicó a perfeccionar un engaño con el que perjudicó a varias personas. “Hemos acumulado 12 denuncias en contra de ella, pero los damnificados formaron un grupo que tiene más de 20 integrantes. Estimamos que al haber sido procesada, otros se animarán a iniciar acciones en su contra”, informó el representante de la parte acusadora.
La imputada por estafas reiteradas trabajaba en un drugstore en Alberdi al 100, situación que usó para ganarse la confianza de algunos clientes. “Ella buscaba personas con necesidades de vivienda. Normalmente eran madres o padres solteros que no podían acceder a una casa. También buscaba la manera de sacarles provecho a las personas que estaban iniciando algún tipo de negocio”, detalló el investigador.
“Primero les avisaba que tenía dos hijos que se habían ido a vivir a otra provincia y que no sabía qué podía hacer con la casa que tenían Lomas de Tafí. También les explicaba que tenía contactos políticos en el Instituto de la Vivienda que le facilitarían los trámites para hacer una transferencia”, contó el fiscal sobre el modus operandi usado por la detenida.
Los investigadores comentaron que durante todo ese tiempo les exigió entre $500.000 y $1 millón para cederles la casa. “Para convencerlos les mostraba una fotocopia de un supuesto documento de titularidad y luego les emitía recibos sin ningún tipo de respaldo legal”, comentó.
El responsable de la investigación detalló que hubo personas que pidieron prestado dinero a sus allegados y otros que sacaron un crédito para cerrar la compra. “Terminaron dándose cuenta de la estafa cuando la mujer les daba explicaciones por la demora hasta que dejó de atender las llamadas”.
“Quiero recuperar parte del dinero porque tuve que pedir un préstamo en el banco para cubrir esto”, expuso uno de los damnificados. “Le dicen Pato y es dueña de un drugstore. Yo era vecina de ella”, comentó una mujer en la misma situación. “Pido que quede aprehendida porque hace un año que está desaparecida y no la podemos contactar”, agregó otra víctima de la estafadora.
El fiscal Fernández enfatió que la acusada no actuó sola, sino que contaba con el apoyo de un supuesto abogado de apellido Varela, quien supuestamente le aportaba un marco legal a la operatoria.
“Se pidió una constancia al Colegio de Abogados y se comparó con una base de datos donde no se lo pudo encontrar con el nombre que utilizaba”, señaló el fiscal que explicó que todavía siguen tratando de identificarlo.
Fernández explicó que la mujer desapareció el año pasado. Por datos de los denunciantes, la buscaron en un domicilio de La Florida y en otro de Banda del Río Salí, pero no pudo ser ubicada. “Pese a que sus familiares dijeron que ya no vivía en Alberdi al 100, lo mismo se hizo un allanamiento. La Policía la aprehendió cuando se ocultaba detrás de la puerta de un dormitorio”, agregó.
El investigador demandó que se aplique a la detenida la prisión preventiva por cuatro meses, algo que el juez Augusto Paz Almonacid avaló, pero por por un plazo menor de no más de 40 días.