La Municipalidad de San Miguel de Tucumán, con la colaboración de la Fundación Breathe 2 Change, encaró un ambicioso proyecto para medir la calidad del aire en la ciudad y establecer, en base a datos concretos, las acciones necesarias para disminuir la contaminación y mejorar la calidad de vida de los vecinos.
Con el objetivo de avanzar en ese plan, la secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Julieta Migliavacca, se reunió este jueves con los científicos tucumanos María Marta Sáez, Rodrigo Gibilisco y Facundo Reynoso Posse, quienes integran esa Fundación, que trabaja junto a distintas entidades académicas, como el Laboratorio de Estudios Atmosféricos (Conicet/UNT).
“En conjunto con la Fundación Breathe 2 Change trabajamos en un proyecto para medir en tiempo real la calidad del aire en San Miguel de Tucumán, para con esto poder realizar programas ambientales para mejorar la calidad del aire que respiramos en la ciudad”, explicó Migliavacca al finalizar la audiencia, que tuvo lugar en la sede municipal de 9 de Julio y Lavalle.
El proyecto contempla la instalación de módulos de sensores en distintos puntos de la ciudad para medir y generar información geolocalizada y en tiempo real de las concentraciones de la materia particulada y dióxido de carbono. Esta tarea se realizará a través del Centro de Monitoreo Ambiental (CMA) y permitirá contar con datos científicos que permitan desarrollar programas con distintas áreas del Municipio para mejorar la calidad del aire. “Por ejemplo, en el ámbito de la Secretaría de Movilidad Urbana se podrían implementar acciones para mermar el efecto invernadero que producen las emisiones de dióxido de carbono de los vehículos, lo que traerá una repercusión positiva en la calidad del aire que respiramos los vecinos de San Miguel de Tucumán”, explicó.
La funcionaria advirtió que, “según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 25% de las muertes que suceden a nivel global obedecen a factores ambientales, muchos de los cuales están asociados a la calidad del aire, por lo que cualquier mejora que se consiga tendrá un fuerte impacto positivo en la salud de las personas”.
Por su parte, María Marta Sáez, de la Fundación Breathe 2 Change, señaló que “en una primera etapa de este plan, se trabajará para diagramar una línea de base y conocer cuáles son las partículas que conforman el aire en la ciudad y analizar los contaminantes presentes; para que luego, contando con estos datos científicos, se puedan desarrollar políticas públicas que mejoren la calidad de vida de los vecinos”.
Agregó que “el objetivo de la Fundación Brethe 2 Change es vincular la parte pública con la académica y el sector privado, para que estas iniciativas tengan un gran alcance y repercutan mucho en la población”.