En la semana que se fue para jamás volver, trascendió la razón por la cual Juan Carlos Bernard puede impunemente deber más de 200 millones de pesos a la provincia y aun así ocupar un cargo en el Gobierno de Tucumán. Y es que el actual subsecretario de Comercio Interior de Tucumán ocupaba el octavo puesto en la lista de candidatos a legisladores provinciales que encabezaba Regino Amado en las elecciones del año pasado.
Ahora se entiende de verdad cómo es posible que el ministro se resista a brindar, siquiera, explicaciones sobre la designación de un impresentable personaje como funcionario del poder ejecutivo provincial, es decir, el ex delegado comunal Juan Carlos Bernard, cuya gestión estuvo envuelta en controversias financieras, por decir lo menos. Para colmo, lo “sucedió” su propia hermana como si el cargo de delegado comunal se tratara de una herencia familiar.
Cuando la opinión pública se preguntaba acerca de los (inexistentes) méritos para ser funcionario del gobierno el ex delegado Bernard, quien tiene que explicar el destino de millones de pesos sin rendición de cuentas de la desbastada comuna de El Manantial, Tucumán Despierta develó la razón por la cual recibe la protección del titular del Ministerio de Justicia (vaya ironía, ¿no?), es decir, Regino Amado: fue su candidato en las elecciones del año pasado.
Lo cierto es que nadie podría objetar que existe a ciencia cierta una total falta de transparencia en la designación de funcionarios y de la gestión de fondos públicos, especialmente, con referencia a la situación en la desbastada comuna de El Manantial que develó nuestro medio hace algunas semanas y que generó conmoción en la opinión pública, al mismo tiempo el ensordecedor silencio de parte de casi la totalidad de otros medios en la provincia.
Lo cierto es, que por lo menos bochornoso que sea parte del gobierno, hasta que no rinda cuentas de estos fondos millonarios. En ese sentido, cabe recordar que el mismísimo Tribunal de Cuentas ha determinado que Bernard responsable patrimonialmente de la desaparición de $151 millones durante su mandato en la comuna de El Manantial, debido a la falta de rendición de cuentas. Sin embargo, Regino Amado salió a su rescate.
Bernard fue sancionado por el TC, tras una larga investigación en la que el funcionario se declaró en rebeldía por no presentarse a declarar. La resolución declara al ex comisionado como responsable de la falta de rendición de $151.112.621,03 millones. Lo cierto es que la investigación contra el ex comisionado es la punta de un iceberg sobre la situación en gran parte de las comunas rurales de la provincia.
La resolución contra el actual subsecretario de Comercio Interior de la provincia, debería ser un punto de inflexión, pero Regino Amado lo protegió brindándole el cargo que hoy ostenta en el gobierno provincial. Si se habla de un cambio en la política, las comunas y la transparencia en la administración de sus recursos podrían ser un buen comienzo para demostrar que hay voluntad de hacer las cosas en serio. Sino es pura cháchara.
De hecho, está claro que el ministro está haciendo quedar mal a Osvaldo Jaldo (¿a propósito?), ya que bien se podría decir que va en contra del gobernador, quien para surfear la crisis que atraviesa Tucumán y el país, acuerda con Javier Milei, con lo que eso significa, y está tratando de hacer las cosas lo más transparentemente posible.
Es decir, Osvaldo Jaldo está haciendo todo de modo diferente a lo que nos tenía (mal) acostumbrados el anterior gobierno de Juan Manzur. Y es que resulta evidente a todas luces el hecho de que el ministro de justicia de la provincia evidentemente estaba acostumbrado al manejo del dinero público que tenía el ex gobernador y actual senador, por lo que ahora en vez de amoldarse a una nueva política de transparencia, el ministro de Justicia hace todo lo contrario.
Al proteger a Juan Carlos Bernard le brinda impunidad y entonces se entiende porque esta causa no está en la Justicia, se entiende porque el Tribunal de Cuentas no avanza para que se haga justicia: la razón de todo esto está enlazada a la protección que Regino Amado le brinda al ex delegado comunal de El Manantial, localidad que ahora “heredó” la propia hermana de Bernard, quien fue la que lo sucedió al frente de esa comuna.
¿Cómo no iba a tener protección entonces Bernard si acompaño al ministro en la lista de legisladores en las elecciones del año pasado? Como si esto fuera poco, el mismísimo ministro de Justicia publicó en Facebook un poste en el que muestra sin ningún tipo de pudor que efectivamente estuvo en El Manantial tanto con el propio Juan Carlos Bernard como con la hermana del ex delegado comunal, al que ahora como ya contamos, sucedió en el cargo en un nuevo e impúdico caso de nepotismo.
Es por ello que queda claro que Regino Amado va en contra de lo que hace el gobernador, ya que, se trata de un funcionario que, en lugar de ser funcional a Osvaldo Jaldo, es funcional a sus propios intereses egoístas (¿también espurios?). Todo indica que está decidido a enfrentar al mandatario provincial ya que no le lleva el apunte en lo que hace a la forma transparente de manejarse en la administración pública.
Es por ello que cabe preguntarse: ¿Nada le importa a Regino Amado que Juan Carlos Bernard le deba tamaña cantidad de dinero a la provincia? ¿Le importa nada que no se esté auditando esa comuna? La respuesta es afirmativa, es decir, a Regino Amado le importa solamente que no se la toque a la hermana de Bernard en su puesto en El Manantial, debido a que habría intereses (¿espurios?) en común entre el ministro y el propio Juan Carlos Bernard.
De esta forma, Regino Amado hace que el gobierno provincial que él integra, quede mal, a causa de que continúa protegiendo al subsecretario de Comercio Interior. No en vano, Osvaldo Jaldo aprovechó la presencia de la prensa el lunes de la semana que se esfumó para nunca retornar y envió un duro mensaje a su Gabinete, a los que pidió “tirar para el mismo lado” y ponerse “la camiseta del equipo”, o sino dar un paso al costado.
Y lanzó: “Hoy lo que faltan son los recursos y cuando esto pasa debemos tener un gabinete mucho más armónico, coordinado y todos tirar para el mismo lado. Ponerse la camiseta del equipo que hoy gobierna Tucumán”. “En ese sentido, el que esté de acuerdo siga y el que no tiene su derecho de salir de la cancha y subir a la tribuna”, finalizó el gobernador.
Entonces habría que preguntarse: ¿No es hora de que Regino Amado vea el partido desde la tribuna?
