En un deteriorado estado de salud, pero con los parámetros normales, Pablo Pérez, de 51 años, fue hallado el miércoles por personal policial de la comisaría de El Chañar en el Espinillo (Burruyacú), una localidad ubicada a 30 kilómetros al noreste de la capital de Tucumán en cercanías a la ruta provincial 321, entre plantaciones de limones y cañaverales, “viviendo en un estado primitivo”, según consta en el informe policial.
50 días y 50 noches
El hombre desapareció el 25 de marzo pasado, según consta en la denuncia que realizaron sus familiares. “Ese día salió de su domicilio al trabajo en una empresa citrícola, pero nunca más regresó”, manifestó un hermano.
Luego de intensos operativos de búsqueda y rastrillaje en distintos puntos de la provincia, efectivos de la Unidad Regional Este lograron dar con Pérez, que llevaba 50 días vivienda en situaciones muy precarias.
El día de la denuncia por desaparición la Policía activó el protocolo de búsqueda a nivel provincial y nacional, aportando sus características físicas y de vestimenta con las que fue visto por última vez.
Amplio operativo
Además, los efectivos iniciaron múltiples búsquedas, con personal especializado en rastrillajes y de diferentes dependencias policiales como la División Lacustre y Sección Perros, siguiendo las directivas del jefe de la Unidad Regional Este, comisario mayor Carlos Ruiz. Los operativos comenzaban a primera hora del día y finalizaban hasta la puesta del sol.
Tras las averiguaciones y testimonios, los efectivos siguieron la hipótesis de que el hombre se encontraba en una zona de fincas de limones y de caña, en Burruyacú. Con una fe inquebrantable y las esperanzas intactas, el miércoles fue hallado dentro de una finca, en la zona de El Espinillo, en un operativo que contó con la presencia de familiares y amigos. Tras la aparición de esta persona, intervino la Unidad Fiscal de Delitos Complejos de turno.