Javier Milei, Sandra Pettovello y Federico Sturzenegger se reunieron al mediodía de este domingo para evaluar una respuesta a la crisis que atravesó el Gobierno esta semana por el acopio de cinco mil toneladas de alimentos sin repartir, parte de los cuáles es leche que está próxima a vencer. La situación le costó la salida del Ejecutivo a Pablo de la Torre, funcionario de primera línea, en medio de denuncias por ineficiencia y sospechas de corrupción.
En el encuentro, el presidente y la ministra recibieron del economista – integrante del Gobierno en los hechos aunque aún no la formalidad- la propuesta de incorporar un mecanismo con el que apuntan a contrarrestar en el futuro las sospechas de una ejecución ineficiente de los alimentos que el Estado adquiere para asistir a las personas en situación de emergencia.
El mismo consiste en la contratación de un seguro que obliga a las empresas alimenticias a distribuir los productos de primera necesidad en caso de emergencia, sin depositarlos en galpones pertenecientes al Ejecutivo, cómo ocurría hasta acá. Es decir, esta reserva, que será usada sólo ante eventos excepcionales o catastróficos, estará garantizadas, a través de un seguro, algo que en la jerga financiera se denomina call option, según el mismo Sturzenegger explicó en sus redes sociales.
Durante una entrevista con Radio Mitre, el presidente se encargó de explicar las bondades de la iniciativa. “Tenemos dos formas de generar la llegada del alimento. Una de manera directa que es la AUH, el plan alimentar y el plan alimentar comunidad, que asiste a los comedores, los de verdad, no los fantasmas”, introdujo Milei.
Federico Sturzenegger diseñó el plan con el que el Gobierno implementará la distribución de alimentos en caso de emergencia (Reuters)
“Por otra parte – continuó el Presidente -, en la asistencia social, si usted tiene un evento catastrófico hemos diseñado un instrumento contingente, un call option. Con el cual usted paga esa prima y en caso de que se presente (la emergencia), es como un seguro. Si se presenta el siniestro, usted ejecuta el seguro, por eso es una opción, un call”.
“¿Cuál es la ventaja? Supongamos que usted tendría que tener para emergencias un stock de 100 y sucede que el call cuesta 10. Entonces usted con esos mismos 10 pesos, y usted tenía 100, qué puede hacer, comprar por 100 y tiene cobertura por 1000. Eso le amplía la cobertura en caso de emergencia”, se explayó Milei.
“Segundo, – prosiguió – cómo es un call y usted lo ejecuta cuando se le da la gana, dentro de los plazos del call, eso hace que usted no necesite tener los stocks. Nos ahorramos el almacenamiento, un montón de dinero. Lo genial es que no hay nunca más un problema de algún alimento vencido. Lo tiene un privado, y en algún momento pido que se lo mande. Se terminó el problema de que un alimento se venza”.
El jefe de Estado enfatizó en el problema del acopio, algo que generó críticas hacia la gestión de la ministra Pettovello durante los últimos días. “Usted cuando hace el acopio para una emergencia compra un montón de cosas, pero quizás no necesita todo lo que stoqueó. Entonces, dado el tipo de emergencia que puede tener, uno arma un contrato para cada tipo de producto, y solo ejecuta el de la crisis que se presenta, con lo cual baja mucho más el costo”, argumentó el Presidente.
Y luego completó: “¿Y sabe qué es lo más interesante? Que sacó los intermediarios del medio y se terminó la corrupción de los pasamanos. No me va a decir que no hemos creado un instrumento fabuloso para la cobertura de emergencias, que nos amplifica el poder de cobertura, la eficiencia y termina con la corrupción”.
Javier Milei y Sandra Pettovello
En los últimos días, el hallazgo de comida en galpones a punto de vencerse precipitó el despido tumultuoso del secretario de Niñez, Adolescencia y Familia, Pablo De la Torre, entre acusaciones cruzadas de corrupción y negligencia. En el Gobierno creen que buscan la caída de Pettovello y apuntan al kirchnerismo.
En paralelo, el juez Sebastián Casanello y la fiscal Paloma Ochoa investigan la compra, por parte del Ministerio de Capital Humano, de 3,3 mil toneladas de alimentos, valuados en casi 4 mil millones de pesos adquiridos a través de la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI).
Se trata de la misma ONG internacional que tiene convenios marco de cooperación vigentes con el gobierno argentino y que desató el escándalo en la cartera de Pettovello por recibir alrededor de mil millones de pesos por acuerdos firmados por De la Torre, quien a su vez habría entregado al menos 100 nombres para hacerlos figurar como contratados tercerizados.
La existencia de ese sistema de recaudación ilegal fue confirmada a la ministra por Federico Fernández, que fue Director General de Administración de la SENAF. Lo reconoció después de una extensa conversación en la que contó un esquema que reunía características del que se investiga en el caso “Chocolate” Rigau y el de los piqueteros. “Habían contratos truchos, de personas que no existían, y que se quedaban con la plata. Y había otros casos de gente que sí cobraba, pero que estaba obligada a poner el 10 o el 12 por ciento del contrato, que podía ser de entre 600 mil y 1,2 millones de pesos”, reconocieron fuentes al tanto de la investigación.