La investigación judicial que señala al Polo Obrero por presuntos desvíos de fondos comprometió a María Soledad Vega y Luis Alexander Pichuaga, cuyas firmas aparecen como los fundadores de cuatro empresas que son investigadas por la creación de facturas truchas. Además, se pudo conocer que Pichuaga habría cobrado $40.000 por firmar como titular.
El domicilio del acusado, en el barrio Floresta, fue allanado por la policía luego de que este dato fuese descubierto. El hombre, de nacionalidad canadiense, es señalado como uno de los creadores de Coxtex, Ciriano Shoes CRL, Recinsur S.A. y VSP Consulting S.A.
De los $113 millones por los que el Polo Obrero rindió cuentas, la Justicia encontró que $25 millones se habían desviado a la imprenta Rumbos y a Coxtex S.A. Esta última hizo recibos apócrifos por $5 millones entre 2020 y 2023, que luego se ocultaron en las otras tres empresas adjudicadas a Pichuaga y Vega, según reveló la investigación.
En el marco de esta causa, TN se presentó en el domicilio del canadiense, pero él no estaba. Su pareja, Carolina, y su hermana, Alexandra, respondieron las preguntas, pero no coincidieron en un dato clave: la titularidad de Pichuaga en los documentos de las empresas fantasmas.
“Lo hacía por la plata”
Al consultarle sobre la información de la causa que señala al Polo Obrero como cliente de Coxtex, la hermana de Pichuaga reveló: “No sabemos nada de la empresa esa. Como estaba sin trabajo, firmó para un conocido y le daba $40 mil por mes. Mi hermano lo hacía por la plata”. Ese monto incluía la firma por las otras tres compañías, agregó. “Es todo lo mismo. Todo lo hizo con la misma persona. Y también le pagaron por crear estas empresas. Le pagaron $40 mil por todo”.
“Él firmó, pero no es el dueño, firmó por necesidad porque le daban una plata por mes. Él firmó como que era el dueño, (lo hizo) para un conocido”, afirmó y añadió: “No tiene idea de cómo se manejaba esa empresa”. Alexandra desconoce el nombre de la persona que le ofreció el pago a su hermano.
También remarcó que Pichuaga estaba “sin trabajo” en el momento en que le ofrecieron crear la empresa y que firmaba “desde hace unos años”. Sin embargo, destacó: “Hacía rato que no estaba cobrando. Le pagaron dos o tres veces. Tenía que ir una vez por mes, tenía que volver a firmar porque le pedían otro papel”, pero “nunca más le pagaron”. Actualmente, el acusado “trabaja en una estampería”.
En cuanto a una posible conexión con el líder del Polo Obrero, la hermana confirmó que Pichuaga “no conoce a Belliboni, iba hasta una escribanía, firmaba y volvía. No tenía contacto con esa persona”. Según manifestó, el hombre tampoco conoce a María Soledad Vega.
“Él no tiene ninguna relación con esas personas”
Carolina, a diferencia de su cuñada, rechazó todas las evidencias. Aseguró que nunca había escuchado a su marido mencionar Coxtex e hizo hincapié en que su único ingreso viene del trabajo como “estampador” en una empresa de textiles cuyo nombre no pudo recordar. “Ni yo conozco a Coxtex, ni sé quiénes son. Me enteré porque vino la policía a allanar”, dijo la mujer y agregó: “(Alexander) trabaja en una empresa de estampas, es estampador de remeras”.
Además, declaró que no conoce a María Soledad Vega y aseveró que Pichuaga nunca hizo negocios con ella. “Él no tiene ninguna relación con nadie que mencionaste”, remarcó, incluyendo a Eduardo Belliboni. “De esos nombres, sacando a mi marido, jamás escuché hablar de ninguna de esas personas”, sostuvo.
En cuanto a las facturas apócrifas que Coxtex le vendía al Polo Obrero, la mujer repitió: “No sabía. De verdad que no sabía”. Asimismo, negó que en su casa se hubiesen guardado computadoras, parlantes u otros elementos electrónicos.
Sobre el allanamiento, contó: “La policía vino a buscar papeles, documentación. Estuvieron un buen rato y se fueron, y no se llevaron nada porque no había nada”.
La información que dio Alexandra, la hermana del acusado, contrastó en el dato más importante. Según reveló la hermana de Luis Alexander Pichuaga, él le confesó a la policía, en medio del allanamiento, que alguien le había pagado para fundar la empresa Coxtex, pero su pareja no reconoció que esto hubiese sucedido: “No sé, porque en ese momento, yo no estaba, estaba arriba”, junto con sus tres hijos, que tuvo con el canadiense.