El jefe de Gabinete cree que la sanción de las leyes es un “hito institucional” que permitió demostrar que Javier Milei puede gobernar en minoría y sin gobernadores propios. Pero reconoce que, para que la gente vea mejoras palpables en su economía, todavía habrá que transitar un “proceso”. Y que el alivio no llegará de un día para el otro. “Habrá que ver cuál es la nuestra habilidad de gestionar la ley. Ahora se verá si somos eficientes o no”, reconoce.
Respecto al sendero económico asegura que “el Presidente está actuando con prudencia”. “Él tiene conciencia de que hay posibilidades técnicas de eliminar el cepo pero es con riesgo y no quiere correr ese riesgo”, dice a La Nación en una entrevista en el salón de los Escudos. Sobre el futuro político, considera que La Libertad Avanza y Pro tienen que avanzar en una propuesta conjunta, pero subraya: “Pro está ahí, entre la política tradicional y el cambio. Nosotros somos el cambio total”.
Con los primeros instrumentos otorgados por el Congreso a seis meses de gestión, reconoce que los ataques de Milei a la “casta” a veces complican su tarea. Pero admite: “Desde una posición minoritaria tenés que presionar para obtener una ley”.
-Milei había dicho que la Ley Bases iba a ser un hito para la gestión ¿Qué etapa se abre y cuáles son las prioridades del Gobierno?
-Es un hito institucional. Hemos demostrado, partiendo de una minoría parlamentaria y sin ningún gobernador propio, que se puede gobernar el Estado. La ley Bases otorga facultades delegadas que permiten generar una desregulación que puede transformar la Argentina. Yo ayer veía al presidente del bloque Unión por la Patria (Germán Martínez) burlándome con la cajita. Cuando él empezó su discurso, sacó de abajo de la banca una caja con la bandera argentina como la que yo le llevé a Martín Menem con la primera ley. La guardó y sacó otra cajita chiquitita. Dijo que esa era la ley que finalmente nos llevábamos. Yo pensaba… “¡Qué iluso! “… Porque esa cajita es un monstruo que permite una cantidad de transformaciones que no se imagina. Ellos saben que detrás de estas normas, si somos eficientes en la gestión, hay una posibilidad de transformación muy grande.
-Juntos por el Cambio y la política en general está subrayando que ahora el Poder Ejecutivo tiene su caja de herramientas y debe mejorarle la vida a la gente ¿La gente va a sentir una mejora?
-Yo creo que este es el inicio de un proceso. Se demoraron seis meses en darnos una parte de los instrumentos que pedimos. Nosotros hemos estado trabajando sobre reglamentaciones a estas leyes para avanzar lo más rápido posible. La vida a los argentinos les va a cambiar cuando comiencen a sentir un bienestar económico que hoy no tienen. Cuando la gente vaya al supermercado y vea que hay infinidad de oferta, precios más bajos y pueda llenar el changuito. Cuando se pueda ir de vacaciones y todas las cosas que hacen al nivel y la calidad de vida. Eso no va a ser mañana, va a ir siendo con el tiempo. Yo no veo una situación de euforia, pero hay una mirada positiva del mundo y se van a ir dando pasos para avanzar en este proceso. Habrá que ver cuál es la nuestra habilidad de gestionar la ley. Ahora se verá si somos eficientes o no.
-El kirchnerismo advirtió en el recinto sobre la llegada de miles de demandas por Ganancias ¿Qué esperan de la Justicia en ese caso?
-El kirchnerismo en su desesperación por obstruir hoy está más nervioso que en enero cuando pensaba que esto no duraba mucho. Ellos aducen que el artículo 81 de la Constitución no permite tratar una ley que fue rechazada. Es ridícula la interpretación porque acá las dos cámaras aprobaron la ley en general. Y con Ganancias la Cámara de origen no aceptó la modificación que hizo el Senado. Me parece medio ridículo esta posición de ir a la Justicia cuando una ley no te sale como vos querés. Un juez debería rechazar in limine.
-No hubo una respuesta del mercado el día después de la ley que haya sido demasiado oficiosa…
-Yo creo que los mercados estaban buscando una respuesta sobre la institucionalidad política, o sea, si había condiciones políticas como para avanzar en un proceso de apertura y libertad económica. Me parece que hemos conseguido mucho y que se va a tomar bien. No va a ser un crecimiento explosivo de los mercados en un día, sino un proceso.
-El Gobierno anunció que a partir de ahora se termina con la emisión ¿Cuál es el sendero que se está buscando? ¿Cuál es el plan de largo plazo en materia económica?
-Está esta nueva fase del plan implica un elemento más para combatir la inflación. Si eliminaste el déficit y eso fue dando resultados, hoy estamos diciendo que no vamos a emitir nada más que para comprar dólares. Quiere decir que vos le sacás una presión más a la inflación. Estás tomando otra medida que va a impulsar a la inflación a un derrumbe, ya no hay motivos para que haya inflación.
-En junio el Banco Central vendió más de lo que compró. Las proyecciones privadas hablan de un freno en el descenso de la inflación ¿No hace falta que el Gobierno sea más claro en la senda de largo plazo?
-Hay cosas que tienen que ver con circunstancias, hay distintos vectores de la economía y a veces es muy difícil alinearlos todos. Muchos productores agropecuarios están tomando crédito para no liquidar divisas porque están escuchando a algún trasnochado que dice va a haber una devaluación del 30%. Entonces dice: “Liquido más tarde y prefiero endeudarme una tasa del 25%”. Eso ha generado que no tengas la liquidación de divisas que podrías haber tenido. Bueno, no va a haber devaluación y la gente va a tener que liquidar. También lo que pasó con la ley previsional hizo pensar que tal vez volvía el déficit o que el Estado iba a tener que emitir. Hubo también analistas económicos que le hicieron decir al FMI cosas que el Fondo no dijo. Todo eso generó ruido económico ¿Qué va a pasar? Todo se va a ir aclarando. Nunca nadie pensó que esto iba a ser lineal. Por eso el Gobierno va tomando medidas y va tratando de acompasarlas para el objetivo final que es eliminar la inflación.
-Hay una expectativa de que el Gobierno levante el cepo. Habían dicho que iba a ser a mitad de año y todavía no ocurrió. ¿Cuándo va a ser?
-Yo creo que el Presidente actúa con una gran prudencia porque él tiene conciencia de que hay posibilidades técnicas de eliminar el cepo pero es con riesgo y no quiere correr ese riesgo. Porque no puede pasar que se levante el cepo y eso golpee a la inflación. Yo creo que el Presidente está con mucha cautela, pese a que hay algunos que consideran que no la tiene. Él maneja los tiempos y actúa con cautela para que no se le escape ninguna de las variables macroeconómicas.
-¿No puede caer en un gradualismo?
-No me parece que haya habido gradualismo en la gestión de Milei. Pasar de un déficit fiscal del 15% del PBI a superávit no es gradualismo.
-¿Va a ser antes de fin de año la salida del cepo?
-Yo creo que sí, pero no tengo la bola de cristal ni la información que tienen el Presidente y el ministro. Milei sigue día a día…rato a rato, diría… a todas las variables económicas. Y tiene la seguridad de que las medidas que se toman no van a implicar un salto al vacío.
-En la agenda legislativa a partir de ahora ¿Qué va a ser lo prioritario?
– Ahora viene un proceso de reglamentación de ambas leyes. Vamos a reglamentar en los próximos días muchos temas. Ya está bastante avanzada, por ejemplo, la reglamentación del RIGI. También estamos trabajando en un proyecto de reformas electorales que le vamos a proponer al Parlamento con lo que creemos que puede ser acordado. No una reforma integral, para que no nos pase lo que pasó con la ley bases. Pero sí temas concretos como la boleta única papel, la eliminación de las y la ficha limpia.
-Pro mostró un apoyo incondicional ¿Qué pretende el Gobierno de la relación con Pro en la gestión y en lo electoral?
-La relación con Pro es casi natural y hemos trabajado muy cómodos con ellos. Después dependerá mucho de cuál sea el lineamiento que cada liderazgo político le marque a su espacio. Tenemos un electorado común y uno diferenciado. Milei ha penetrado en sectores de la juventud muy amplios y creo que somos un poco el espacio político del futuro. Pero de ninguna manera creemos que podemos no considerar el valor político que tiene Pro que un partido con experiencia, con cuadros y con legisladores. Yo diría que tenemos que trabajar en conjunto y encontrar la forma de poder armar una propuesta común.
-Y cuál es la mejor forma de una propuesta común ¿Una alianza como quiere Mauricio Macri o una fusión como espera Patricia Bullrich?
-No quiero dar una opinión sobre un tema que depende de los liderazgos dentro de Pro. Tenemos que buscar la forma que más le convenga a cada uno. Tenemos una gran parte electorado en común.
– Entonces ¿El año que viene tienen que competir juntos o competir entre sí?
-Yo creo que juntos, pero es muy difícil definir una posición electoral con tanto tiempo anticipación. Si al Gobierno le va muy bien, llegaremos a febrero o marzo en una posición predominante, entonces nos vamos a sentir mucho más cómodo para negociar una posición política. Puede ser que no nos vaya tan bien, entonces Pro se va a sentir más cómodo. Hoy Milei tiene una capacidad de penetración mucho más grande que la que puede tener Pro. Porque Pro está ahí, entre la política tradicional y el cambio. Nosotros somos el cambio total. Ojalá podamos encontrar un camino pata trabajar en conjunto.
-¿Hay más cambios previstos en el gabinete?
-Milei dice que todos sus ministros están en evaluación permanente. A mí eso no me mueve un pelo. Pero no es que él esté pensando “Voy a cambiar a fulano o mengano”. No creo que esté pensando eso, él evalúa.
-En el caso de Diana Mondino que hubo rumores muy fuertes de que Milei no estaba conforme.
-Pudo haber existido alguna diferencia por algún tema muy concreto. Pero de ninguna manera eso pone en duda la gestión total de la Canciller. Estamos firmes todos y estamos en observación.
-Entonces ¿Se viene en el corto plazo un cambio en el equipo?
-Yo no lo veo, más allá del ingreso de (Federico) Sturzenegger. Pero no veo hoy ningún cambio en el equipo, no lo veo. Si mañana aparece, no me digan que dije cosa por otra…
-¿Luis Caputo es un ministro de transición?
-No, en lo más mínimo. Es un ministro de Economía que está cumpliendo una tarea que el Presidente considera muy exitosa. A veces los ministros dicen “hasta acá llegué, estoy cansado”. No es el caso de Caputo, no lo ha expresado nunca. Pero es cierto que este laburo te contractura (risas).
-¿Entonces es un ministro de cuatro años?
-Yo creo que sí.
-En los seis primeros meses se fueron entre 40 y 50 funcionarios…
-Tienen que ver varias cosas. A veces tiene que ver con algunos cortocircuitos o diferencias de opinión. También tiene que ver con la relación costo-beneficio de la función pública. Trabajamos con mucho costo y con pocos beneficios, los salarios para los funcionarios públicos son bajos. El funcionario público se sostiene con mucha vocación, con mucho riesgo y con poca remuneración.
El funcionamiento del sistema político va a tener que cambiar en algún momento. No puede ser que un funcionario sea denunciado por cualquier cosa y tenga que afrontar, a la salida de su gestión, una cantidad de denuncias para los cuales no tiene cobertura jurídica más que la personal. Cuando vos sumas todas esas cosas, te dás cuenta que en la función pública es muy difícil cubrir cargos. Esto de la judicialización de la política no sirve para generar este vocación a los asuntos públicos.
-Pero la propia ministra de Capital Humano (Sandra Pettovello) denunció a un secretario suyo y la propia ministra de Seguridad acaba de echar y denunciar ante la OA a su número dos…
-La ministra de Capital Humano, por el tema de enfrentar a las organizaciones sociales y a los intermediarios de la pobreza, acumula denuncias. A lo que voy es eso te desalienta para la función pública. Yo trabajé con (Domingo) Cavallo y él todavía está embargado por denuncias de temas ridículos de hace 30 años. Pasás 30 años con cuentas embargadas porque algún gil te denunció.
-Sturzenegger dice que la Argentina está atrapada en el Triángulo de las Bermudas de los gremios, los empresarios y el Partido Justicialista ¿Coincide?
-Yo conozco al Triángulo de las Bermudas por el Derecho Marítimo… Yo creo que la expresión de Federico es la forma en que él encuentra de definir el desastre de la Argentina. Me parece que sin duda hay un problema en las relaciones del contrato de trabajo. Y el PJ tuvo mucho que ver en esta historia, pero no ha sido el único.
-¿Van a invitar formalmente a Cristina Kirchner y Alberto Fernández al Pacto de Mayo? Son expresidentes…
-No sé si va a haber una invitación de formal, pero no creo que vayan. La actitud del kirchnerismo ha sido permanentemente obstruccionista.
-El Presidente se refirió a los diputados como degenerados fiscales y al Congreso con un nido de ratas ¿Eso le complicó el trabajo?
-El presidente tiene su estilo. A veces ayuda, a veces no. También es cierto que desde una posición minoritaria tenés que ver cómo presionás para obtener una ley. Y la forma de Milei ha servido para que nosotros tengamos leyes. Porque al confrontar con lo que él denomina la casta, esos sectores políticos sienten la necesidad de dar alguna respuesta. Yo voy detrás, conversando y tratando de buscar puntos de coincidencia. /La Nación