La semana pasada, debutó el nuevo asistente de inteligencia artificial en Whatsapp, llamado Meta AI. Más allá de la distancia en el tiempo, este desembarco tuvo una repercusión similar a la expansión de ChatGPT por la masividad de su alcance. De pronto, sus usuarios se dieron con un círculo azul que se convertiría en, quizás, el contacto más inteligente y sabio de todos los que tenemos en nuestro teléfono.
Según el sitio Statista.com, Whatsapp es la aplicación más usada en el mundo, con más de 2.700 millones de usuarios activos mensuales en 2024 y duplica a la aplicación china WeChat que ostenta más 1.300 millones de usuarios. Es decir, paulatinamente, esta cantidad de personas conocerán una de las funcionalidades más disruptivas de la aplicación en los últimos años. Si bien la mayoría de los usuarios pueden conocer a los bots conversacionales que inundaron el mercado en los últimos meses, que aparezca en Whatsapp puede ser una estrategia que acelere el contacto con la IA generativa de manera global, aunque también intrusiva. Esta tecnología ahora está en la plataforma más usada en el mundo, a la que más tiempo le dedicamos y a la que quizás, más confiamos nuestra intimidad. Y allí quizás esté lo más importante de este lanzamiento.
Como cualquier IA generativa, dicha tecnología basa sus respuestas en los millones de datos con los que fue entrenada. Pero además, la interacción con los usuarios sigue alimentando sus capacidades, es decir, aprende. Por lo tanto, las preguntas y los comentarios que haremos a Meta AI fortalecerán la capacidad de respuesta de dicha funcionalidad. Si bien los bots conversaciones como ChatGPT, Copilot de Microsoft, Gémini de Google, operan de la misma manera, ninguno de ellos está integrado en un sistema de mensajería como Whatsapp, por eso en esta oportunidad vale revisar los términos y condiciones de Meta para esta nueva herramienta.
En primer lugar, el documento aclara que los menores de 13 años no pueden acceder a la IA, por lo tanto, reconoce que existe un riesgo potencial de uso para los más chicos. En segundo término, detalla que no se puede usar la IA para infringir “cualquier legislación aplicable” y aquí hace especial énfasis en actos de desinformación, estafas, derechos de propiedad, seguridad y abuso sexual infantil. Luego, en otro apartado, Meta aclara que cualquier infracción será motivo para la suspensión o cierre definitivo de las funcionalidades de IA para los usuarios que la hayan cometido. Pero no solo eso, las normas indican que la compañía también podría suspender la cuenta del usuario, es decir, la cuenta de Whatsapp, Instagram o Facebook, ya que éstas serán las plataformas en las que funcionará Meta AI.
Existe también un apartado especial para los derechos sobre el contenido que los usuarios ingresan como preguntas, a lo que el documento llama como “entradas”. Aquí especifica que “excepto que se indique expresamente en estas Condiciones, retendrás todos los derechos, títulos e intereses, incluidos los derechos de propiedad intelectual, que tengas sobre tus Entradas”. Por lo tanto, el material ingresado será del autor, pero aclara que no se podrá ingresar material que viole los derechos de propiedad intelectual. Este acto también se considerará una infracción.
Otro de los apartados más importantes está vinculado con la información personal y aquí quizás esté el punto más controvertido. Meta reconoce que cuando se comparte información con la IA, la misma puede retener y usar esa información para brindar resultados más personalizados, y no solo eso: “Meta puede compartir cierta información sobre ti que trata al usar la IA con terceros que nos ayudan a brindarte respuestas más relevantes o útiles”. Por lo tanto, recomienda no compartir datos sensibles como identificadores de cuenta, contraseñas, información financiera y otros confidenciales. Finalmente, Meta reconoce que “no hace declaraciones ni ofrece garantías respecto de la precisión del contenido, incluidos los resultados o cualquier resultado” y además, reconoce que la IA podría generar contenido considerado “ofensivo o inaceptable”, pero el mismo no representa las opiniones de la compañía.
Letra chica
Ante el temor o sospechas por el avance de la IA, lo más saludable será acostumbrarnos a leer esa letra chica que en la mayoría de las veces evitamos al contratar o suscribir un nuevo servicio en la web. Los términos de Meta son bastante claros y advierten las consecuencias de invitar al contacto más controvertido a nuestro Whatsapp. En este punto de partida, la decisión no será para nada artificial, sino más que nunca humanizada y reflexiva.
