Augusto mira las notebook. Le dice a su padre que el precio más que duplica a los valores del año pasado. La actualización de fines de diciembre le cambió el escenario. Él necesita de esa tecnología para estudiar. Cursa el segundo año de la carrera de Contador Público Nacional en la estatal. Gustavo, el padre, encoge los hombros cuando le consultan qué le parece el financiamiento que le ofrece la cadena comercial. “No me queda otra opción que usar la tarjeta de crédito. Hoy hay 12 cuotas y tengo que aprovechar, porque hasta hace poco me daban solamente en tres meses”, indica. El vendedor le detalla las características de la compu. El valor varía entre los $ 600.000 y casi $ 1,5 millón, según la marca, la definición y la capacidad de almacenamiento. Las PC ya no tienen tanta salida, mientras que las tablets, generalmente, suelen ser demandadas por profesionales que, si le sale un viaje al exterior, las adquieren afuera y a mitad de precio.
Los precios de los celulares y otros artículos electrónicos bajarán durante septiembre como consecuencia de la caída de 10 puntos en la alícuota del impuesto PAIS. Algo similar ocurrirá con alimentos y bebidas importados. Ese es el objetivo fijado por el Gobierno nacional en un intento por sostener el proceso de desinflación. La alícuota bajará del 17,% al 7,5%, lo que, en principio, debería implicar un abaratamiento de los productos tecnológicos, según lo afirmó el ministro de Economía, Luis Caputo. La tecnología tiene un alto componente de insumos importados. Además de la carga impositiva, las compañías toman en cuenta la cotización del dólar para establecer los márgenes de ganancias.
En electrodomésticos y electrónica, algunas marcas de celulares evalúan bajar los precios la próxima semana, mientras que fabricantes de lavarropas, aires acondicionados y otros equipos para el hogar esperan que se implemente la medida para analizar su impacto antes de tomar una decisión. Con estas rebajas, para las consultoras privadas hay chance de que perfore el 4% en agosto y se ubique en el orden del 3% el próximo mes, tal como lo estima el Palacio de Hacienda. “Muchos de los comercios del rubro no tienen posibilidades de acceder a esos productos de manera directa. Por eso, la diferencia de precios respecto de lo que ofrecen las grandes cadenas”, indica a nuestro diario un importante empresario tucumano.
Las ventas de productos tecnológicos sienten el impacto de la recesión y del encarecimiento que causa la volatilidad del dólar. De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), en los comercios del rubro instalados en la Argentina se vendieron 54.324 computadoras (PC, notebook, all in one, entre otras) durante el segundo trimestre del año, lo que implicó una caída interanual de casi el 40%. En ese mismo período se comercializaron 29.894 tablets e iPad, lo que representó una baja del 35% respecto del segundo trimestre de 2023. Más pronunciada ha sido la caída en la comercialización de teléfonos celulares: entre abril y junio, los negocios de todo el país declararon ventas por un total de 419.976 aparatos, lo que implicó una disminución interanual del 40,5%.
En la Argentina, las notebooks son un 70% más caras que en varios de los países vecinos, mientras que los celulares cuestan un 60% más que en el resto de los países de la región. Por esa razón, aquellos ciudadanos que están cerca de la frontera o que tienen la capacidad adquisitiva suficientes para hacer un tours de compras salen en busca de una renovación tecnológica, además del paseo.
Fuerte suba
De acuerdo con los datos de la Cámara de Distribuidores Mayoristas de Informática, Productores y Afines (Cadmipya), los precios habían subido fuerte a principio de año tras la devaluación de diciembre, aunque después de espantar al público que invierte en tecnología, se empezaron a acomodar para abajo en el último trimestre. Una notebook puede costar, en promedio a nivel nacional, entre $ 330.000, como ser una EXO XR1, y llegar hasta los $ 4 millones que es el valor, por ejemplo, de una Lenovo Legion.
Las ventas de informática (notebooks, celulares, computadoras, monitores, entre otros) cayeron 58% durante los primeros seis meses del año respecto de igual período de 2023. Ese sector representa un tercio del negocio informático del país: facturó U$S 220 millones frente a los U$S 525 millones del mismo período de 2023.
Según informes del sector privado, las ventas minoristas de electrodomésticos en la Argentina cayeron 33% en el primer semestre de 2024.
El estímulo que mueve un poco la demanda son las promociones con 9 o 12 cuotas sin interés, cuando la mayoría de los productos se financian en seis sin interés, tal como sucede en los comercios tucumanos.
En el Día del Niño se vendieron tablets en $ 500.000 y videojuegos, pero los teléfonos celulares son los que mueven el amperímetro. Un valor de referencia de cada unidad podría estimarse desde $ 155.000 y llegar a $ 3.700.000. Los más demandados van desde $ 300.000 y $ 400.000, mientras las marcas más caras y preferidas son las de media gama, Samsung o Motorola.
Después están los TCL y ZT, como opciones más económicas. Un Lenovo N10 o un TCL 403 cuesta $ 155.000; mientras que un Galaxy A05 sale $ 300.000 y un Galaxy A55 5G cotiza a $ 999.999. Los valores son promedio de negocios con alcance nacional.
Uno de los smartphones más costosos es el Samsung Fold, plegable, multitarea, similar a una computadora. Su valor arranca desde los $ 3.700.000.
Los especialistas adjudican esos niveles de precios a la fuerte carga impositiva y a los aranceles que aplica el país. En la Argentina, el rubro electrónica ronda el 66% e incluye un arancel a la importación del 16%, el IVA del 10,5%, un IVA adicional del 10%, la retención a cuenta de ganancias del 6%, la retención por ingresos brutos del 2,5% y el impuesto PAIS del 16,6% (en Aduana se tributa el 95% de la alícuota del 17,5%). En Brasil, la presión impositiva es del 55%; en Chile, del 26,1% y en Colombia, del 19%, lo que significa que en los sobreprecios argentinos hay bastante más que el mayor peso de los impuestos.
