El papa Francisco recibió este lunes a una delegación de la CGT. Fue un encuentro distendido, que duró media hora, en donde los sindicalistas le plantearon un cuadro crítico de la situación política y socioeconómica de la Argentina por las políticas del gobierno de Javier Milei y coincidieron en la necesidad de defender “la dignificación del trabajo” y procurar “el diálogo social para resolver de manera tripartita los principales problemas que vive nuestro país”.
La comitiva sindical, encabezada por los cotitulares cegetistas Héctor Daer (Sanidad) y Pablo Moyano (Camioneros), hizo hincapié en “el desarrollo, la producción y el trabajo” como ejes que la administración libertaria debería tomar en cuenta para gobernar. De todas formas, el único dirigente que planteó con dureza las críticas contra Milei fue el representante de Camioneros, ya que el resto prefirió sobrevolar la problemática argentina con descripciones amplias, sin cargar las tintas. La respuesta del Papa a ese tipo de cuestionamientos fue limitarse a cerrar con un: “Gracias”.
Francisco se cuidó mucho durante la charla de no decir nada que pudiera utilizarse políticamente. Por eso, luego de darle la bienvenida a la delegación de 13 sindicalistas, comenzó hablando de “la importancia que tiene la dignificación en el trabajo, como un valor trascendental y un ordenador social que está alineado con los principios de la doctrina social de la Iglesia”.
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