Después de dos semanas de impasse, el Gobierno está en modo optimista en su batalla por las vacantes para la Corte Suprema. En la Casa Rosada creen que la semana que viene podrían obtener dictamen para los pliegos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla (el panorama es más alentador en el caso del primero) y aceleraron las conversaciones con los 17 miembros de la la Comisión de Acuerdos del Senado para lograr las nueve firmas necesarias para ir al recinto.
En Balcarce 50 aseguran que, en el caso del juez federal, están a sólo una voluntad de distancia de lograr dictamen, y que les faltan “dos o tres” para la propuesta del académico que propusieron para ocupar sendas vacantes en la Corte Suprema. No dijeron nombres, pero en el Senado revelaron que están conversando con “todos los partidos” que integran la comisión.
En el kirchnerismo, sin embargo, aclararon que no hubo ningún avance, y que no están dispuestos a acompañar. “Si logran los votos no va a haber sido con nuestra ayuda, serán los otros”, dijeron en la bancada más importante, conformada por 33 representantes. “Nosotros vamos a votar en bloque, no va a ser un tema con libertad. Y si firmamos el dictamen a favor en la comisión, no podríamos ir al recinto y votar en contra”, agregaron. Y recordaron que tanto José Mayans como Mariano Recalde marcaron diferencias. “El mensaje de Cristina es que si vamos a discutir temas de Justicia, no va a ser con la agenda del Gobierno”, sostuvo un asesor.
Manuel García-Mansilla
En este momento crucial para la disputa por las figuras que ocuparán esos puestos, la vicepresidenta, Victoria Villarruel, que no respalda a Lijo y está distanciada de Javier Milei, se encuentra de gira por España. Quien lleva las conversaciones en la Cámara alta es el senador por Jujuy, Ezequiel Atauche, que, según pudo reconstruir Infobae, empezó a activar los llamados a los miembros de la comisión la semana pasada. De parte del Gobierno monitorea el tema el asesor presidencial, Santiago Caputo, e interviene también su mano derecha en temas judiciales, Sebastián Amerio, segundo en el mando de Mariano Cúneo Libarona.
A pesar de los aires positivos, nadie se atreve a dar por concluidas las negociaciones en el oficialismo. “Esto es día a día”, dijeron en la Cámara alta. Hasta mediados de septiembre tenían siete voluntades prometidas para Lijo, y el caso de García Mansilla sólo dos, y hasta la semana pasada el panorama seguía sombrío en ambos casos. Pero, después de negociaciones con gobernadores y senadores, ahora creen que sólo falta una para el primero, y que están a cinco del segundo.
El 21 de agosto Lijo había argumentado su postulación al máximo tribunal de Justicia del país en una larga sesión frente a la Comisión de Acuerdos. Desde entonces, su pliego quedó habilitado para ser firmado. Si el oficialismo consigue llevarlo al recinto -no precisa de una nueva reunión-, necesitará los dos tercios de votos de los presentes para su designación. Como no tienen los votos, postergararían indefinidamente la convocatoria a sesión. “Reunir los votos va a ser otra etapa, no hay que adelantarse”,dijeron en el Senado. Según proyectan, necesitarían que 48 senadores levanten la mano, y admiten que no están “ni cerca” de obtener el consenso necesario.
Mientras tanto, se acerca el final del período de sesiones ordinarias -faltan 40 días-, y en el Gobierno no descartan llamar a sesiones extraordinarias para tratar el pliego. Si así fuera, ya estaría corriendo el año electoral.