Cristina Kirchner blanqueó este viernes su malestar político con Axel Kicillof. En una reunión con sindicalistas, intendentes y dirigentes políticos en la sede de Smata, la expresidenta acusó a los ministros del gobierno bonaerense de “buscar avales” para que el riojano Ricardo Quintela pueda competir contra ella por la jefatura del Partido Justicialista (PJ).
“El que tiene que hablar con Quintela es Axel, que es el que lo apoya. Son sus ministros los que están buscando avales para él”, arremetió Cristina Kirchner ante un auditorio que la escuchó con sorpresa, según reveló a LA NACION uno de los dirigentes que se presentaron a la sede sindical de la avenida Belgrano porteña.
Visiblemente enojada con su otrora “hijo político”, Cristina Kirchner abundó: “Los Poncio Pilatos en el peronismo no van más. Ni los Poncio Pilatos ni los Judas”. La expresidenta agregó: “Ningún dirigente es víctima. La única víctima en este país es la gente”.
Además, Cristina Kirchner confirmó su rechazo a que un gobernador encabece el PJ. “Nadie que tenga responsabilidad de gestión puede estar al frente del partido porque el peronismo no puede terminar siendo rehén del gobierno nacional”, sostuvo.
“Es de total sentido común: ¿Cómo podés gobernar una provincia y pretender estar en Buenos Aires al frente del PJ en este momento? Es totalmente imposible y demuestra un alto grado de irresponsabilidad”, señaló la exvicepresidenta.
De ese modo, en su exposición ante unos 50 dirigentes peronistas de distintas ramas del partido, Cristina Kirchner confirmó un anticipo de este medio: que Kicillof pidió el control del PJ bonaerense a cambio de apoyarla a ella para presidir el partido a nivel nacional.
Entre los dirigentes que la escucharon estuvieron Máximo Kirchner, Eduardo “Wado” de Pedro, Mariano Recalde, Teresa García, Juan Manuel Olmos, Juan José Álvarez, Juan Manzur y Julián Domínguez. También fueron de la partida Gustavo Menéndez, Leonardo Nardini, Mariel Fernández, Mayra Mendoza, Federico Otermin, Gustavo Arrieta, Gastón Granados, Alejandro Dichiara, Juan Pablo De Jesús, Avelino Zurro y Carlos Castagnetto.
“Miren, no estamos eligiendo entre San Martín y Belgrano. Me hace ruido y me provoca dolor que haya gente que no se defina”, sostuvo Cristina Kirchner en referencia a Kicillof.
La expresidenta preguntó: “¿Alguien se imagina a un ministro de Néstor Kirchner juntando avales para Chiche Duhalde en 2005 o un ministro mío juntando avales para (Francisco) De Narváez en 2009? ¿Qué estás haciendo hermano? Hacete cargo”.
“Debemos construir y armar un espacio más amplio que el peronismo para articular con otros sectores. Debemos romper el cascarón. No mirar para adentro. Hay que salir a buscar a los jóvenes”, aconsejó.
El capítulo internacional
“Desde el partido también tenemos que armar el capítulo internacional. Somos un partido sin ninguna conexión ni conectividad con el mundo. Hay 25.000 internacionales y hoy no estamos en ningún lado”, se quejó la expresidenta.
En la misma línea abundó: “Es un mundo complejo en el que no sabemos cómo va a ser el resultado de la elección en Estados Unidos. Si gana Kamala (Harris) van a seguir las guerras convencionales. Si gana (Donald) Trump van a empezar las comerciales. Comercial o convencional, vamos a tener un mundo en guerra”.
En su discurso, Cristina Kirchner tildó de “infeliz” al presidente Javier Milei, a quien acusó de meter al país “en cuanto despelote hay en el mundo, para colmo siempre del lado de los malos”.
Entre los dirigentes que la escucharon hubo sindicalistas como Víctor Santa María (Suterh), Sonia Alesso (CTERA), Sergio Palazzo (Bancarios), Fabián Cattanzaro (Vialidad), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Daniel Catalano (ATE Capital), Carina Maloberti (ATE Senasa Capital) y Cristian Vander (Telefónicos).