La iniciativa que está siendo forjada en el seno de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) tiene como finalidad unir oeste con el este de la provincia con una autopista de circunvalación, reduciendo tiempos y costos. Irónicamente, el proyecto con el que se busca unir dos extremos divide opiniones en el piedemonte: el Municipio de Yerba Buena se manifiesta a favor, mientras que la Municipalidad de Tafí Viejo rechaza la tipología vial elegida.
El departamento de Planeamiento de la DPV viene trabajando hace años para extender el trazado de la avenida Fanzolato en la “Ciudad Jardín” hacia el norte, dado que hay unos terrenos privados, sin urbanización, que permitirían extender por allí una vía de alta velocidad (una autopista) hasta Tafí Viejo, y desde allí conectar con la ruta nacional N°9. Tendría unos 7,2 kilómetros de longitud, 100 metros de ancho y permitiría llegar a la ruta 9 en apenas cinco minutos desde Yerba Buena. Esto aliviaría considerablemente la colapsada ruta 315 (Camino del Perú).
“Si se hace sería espectacular. Es una obra de extrema importancia”, remarcó el intendente de la “Ciudad Jardín”, Pablo Macchiarola. Sin embargo, el radical se expresó con cierta desconfianza sobre el proyecto que se está desarrollando. “Lo tomo con mucha cautela porque en Tucumán es casi un modus operandi: se anuncian obras y proyectos, y después no se concretan. Recuerdo el Centro de Alto Rendimiento de Tafí del Valle o la autopista entre Tucumán y Termas de Río Hondo, de la que se hicieron 100 metros”, reprochó.
El ex secretario de Gobierno de la gestión de Mariano Campero recordó que en 2016 se reunieron el intendente de Yerba Buena y el de Tafí Viejo, Javier Noguera, así como el comisionado rural de Cevil Redondo, para solicitar a la Provincia que se ensanche el colapsado Camino del Perú. “En Tucumán se anuncian obras pero no se realizan, algo que sí sucede en provincias como Salta, Jujuy o Santiago del Estero. Aquí queda en pre anteproyecto”, ironizó en diálogo con LA GACETA.
Avenida, no autopista
Tafí Viejo, otra de las ciudades que sería unida por la autopista, tiene una apreciación distinta sobre el proyecto. Desde que salió a la luz en 2022, el Municipio expuso sus reparos ante la DPV por la tipología vial elegida. Y lo propio hizo la actual intendenta, Alejandra Rodríguez, quien en mayo de 2024 envió una nota dirigida al entonces Ministro de Obras Públicas, Santiago Yanotti, para expresar su preocupación porque se siga pensando en una autopista y no en una avenida.
“La tipología de autopista antepone el uso del automóvil privado por sobre otros medios más sustentables, como el transporte público, la bicicleta y la movilidad peatonal. Mientras que la tipología de avenida, posibilita la circulación de estos otros medios de transporte, la instalación de estaciones intermodales, los cruces peatonales a nivel, su escala se corresponde con la escala humana e interactúa de forma más armoniosa y segura con las actividades de la vida cotidiana y el paisaje urbano”, dijo la jefa municipal.
Rodríguez remarcó que Tafí Viejo tiene especial interés en participar en todas las etapas del proyecto, principalmente porque la mayor parte del proyecto se ejecutará en tierras taficeñas. “Alterará el uso del territorio transformándolo de rural a urbano”, advirtió. Y añadió que la realidad exige abordar las problemáticas de una manera integral e interdisciplinaria. “Resulta imposible pensar una autopista sin pensar un proyecto de movilidad urbana que garantice acceso universal, eficiencia, calidad, seguridad y sostenibilidad. Nos preocupan ostensiblemente proyectos viarios que no consideren la complejidad de la vida urbana actual, ni contemplen la realidad territorial desconociendo dinámicas propias del sitio, el desarrollo de la expansión urbana y priorizando la movilidad vehicular de un sector reducido de la población”, cuestionó.
En ese sentido, la intendenta mencionó que Tafí Viejo “padece actualmente las consecuencias negativas” de la autopista 314 (Diagonal Leccese), ha provocado en el territorio taficeño una fragmentación que impacta negativamente en la vida cotidiana de la población al significar una barrera entre el este y el oeste del municipio.
El flamante director de la DPV, Pablo Díaz, dijo en una entrevista con este diario que la iniciativa continúa su desarrollo técnico y que aspiran con finalizar pronto el proyecto de una obra valuada en unos U$S100 millones. “Poder materializar esa traza va a ser muy importante para la provincia”, dijo. “Creemos que la ejecución de esa obra indirectamente va a beneficiar a la ruta N°315, que es el problema que se genera desde avenida Presidente Perón hasta más o menos la Curva de Los Vega”, explicó.