Tucumán quedó en el centro del avance narco en el NOA. Gendarmería Nacional y la Policía de la provincia secuestraron este año más de una tonelada de droga que tenía como destino nuestra provincia u otras jurisdicciones. Según los registros oficiales, el año pasado fueron poco más de 850.
Los números no mienten, pero a veces pueden engañar. Estadísticamente, en 2023 fueron decomisados 658 kilos de cocaína y 194 de marihuana. Hasta el viernes, los números dan cuenta de que hasta ahora se hallaron 756 kilos de cocaína y 280 de marihuana. Pero el año pasado hubo un secuestro de 418 kilos de cocaína que hizo disparar casi un 50% los números. Ahora, sin ese procedimiento excepcional, el incremento del decomiso de estupefacientes sería de más del 120%, que es en promedio el porcentaje de aumento de tráfico de estupefacientes en todo el NOA. La otra salvedad: estas son cifras de las sustancias secuestradas; la que llega a destino o que no son halladas, son un misterio.
Cuando era parlamentario nacional, el radical José Cano advirtió sobre el crecimiento narco en nuestra región, pero nunca encontró una solución de fondo al problema. “Hay que recuperar cueste lo que cueste los espacios tomados hoy por los narcos, pero de manera inteligente y colaborativa, de lo contrario seguiremos haciendo demagogia contándole a la gente que se secuestran grandes cantidades de drogas pero que en concreto no sirve de nada porque las estructuras criminales siguen funcionando y siguen creciendo”, destacó el ahora legislador.
Orán, el “shopping” de la droga del NOA
El narcotráfico es una actividad ilícita que tiene características propias. Los informes de secuestros sirven para realizar un diagnóstico de la situación. Por ejemplo, este año se pudo establecer que el origen del 77% de la droga incautada fue Orán, la localidad salteña que ya está catalogada como el “shopping” de la droga del NOA.
En segundo lugar se encuentran otras localidades de la vecina provincia que funcionan como centro de acopio para luego distribuirlas al país. Con respecto al año pasado, hubo un incremento de más del 50%.
“La Nación debería incrementar los controles en la frontera porque es casi imposible secuestrarla después. Los narcos van cambiando de modalidades y caminos. Tienen más opciones para transitar si es que no se los detiene en la frontera”, explicó Carlos Najar, presidente de la Comisión de Seguridad. “Esta es una tarea que deben realizar las fuerzas federales con el apoyo de las provinciales. Pero hay que trazar un plan de trabajo en conjunto. No guardarse información por desconfianza”, añadió.
“Debemos velar por la implementación de mayor tecnología para control de los pasos fronterizos, como la radarizacion. Hay que coordinar la dotación de mayor número de efectivos para colaborar con las tareas de control e investigación”, sostuvo el legislador Republicano Ricardo Bussi. “Se deben modificar algunas leyes para que los ministerios de Seguridad y de Defensa puedan trabajar de manera conjunta, cumpliendo cada uno con su rol y sin generar conflictos legales. Así se podrá enfrentar con inteligencia, información y logística al delito a este delito”, agregó.
Con respecto al destino de la sustancia decomisada, los investigadores creen que el 69% tenía como destino nuestra provincia. El resto, supuestamente, era llevada a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (3%), Santiago del Estero (6%), Mendoza (14%) y Buenos Aires (14%). El año pasado, los estupefacientes que fueron enviados a esta provincia alcanzaban el 20%. “La radarización es clave para frenar el avance narco. Nuestros cielos están totalmente desprotegidos y los vuelos narcos son el principal sistema que usan para el acopio de grandes cantidades de drogas”, agregó Najar.
En total, según los informes a los que se pudo acceder, fueron 477 kilos de cocaína que era para el “mercado” tucumano. Los especialistas sostienen que ese número no sólo es para abastecer a las redes de narcomenudeo, sino que es “merca” que también se acopia en la provincia para luego trasladarla a otras provincias. Efectivamente, en lo que va del año, se detectaron envíos de más de 30 kilos de estupefacientes a otras provincias, casi los mismos guarismos que el año pasado. “Hay que estar atentos a este punto porque si no se logra frenar el avance narco, no faltará mucho para que Tucumán se transforme en Salta”, indicó Najar.
Ingresos de droga y algo más
El ingreso a la droga ha cambiado. Los narcos se están inclinando, según los decomisos realizados en 2024, por el oeste y el este. Las rutas de los valles, tal como lo había informado LA GACETA, se transformaron en las más importantes de acceso de cocaína a la provincia. Con el fortalecimiento del Operativo Lapacho, el puesto de control que está en el límite con Salta, sobre la ruta 9, se transformó en el segundo lugar donde mayor cantidad de estupefacientes se incautó. Le siguen Molle Yaco, sobre la ruta 9, y en el último lugar, el de 7 de Abril, instalado sobre la ruta 34 en Burruyacu.
Hasta aquí se informó todo lo que se secuestró en estas tierras, pero hay más kilos de cocaína que fueron decomisadas en otras provincias y que tuvieron un paso por Tucumán. En esa lista aparecen Ciudad Autónoma de Buenos Aires (16), provincia de Buenos Aires (16), Catamarca (22), San Juan (62), Córdoba (234), Santiago del Estero (797) y Santa Fe (981).
Cano reconoció que el lanzamiento del Operativo Lapacho fue positivo, pero destacó que hay que asumir una estrategia más profunda para que el programa sea más eficiente con el correr del tiempo: “Es necesario recopilar información con las agencias de inteligencia de las provincias del Norte Grande y de los Países Limítrofes que permita realizar investigaciones profundas. También se les debería dar intervención a la Unidad de Investigación de Lavado de Activos para atacar de lleno a estas organizaciones criminales cortándoles el flujo financiero que permitan que sigan expandiéndose”, comentó.
Najar y Bussi también sostuvieron que se debe fortalecer el programa que implementó la provincia. “Tiene que desarrollarse en conjunto con las fuerzas federales, pero no sólo realizando tareas de control, sino de inteligencia e investigación”, explicó el legislador oficialista. El parlamentario republicano agregó: “la Dirección General de Drogas Peligrosas debería contar con una estrategia conjunta con los puestos de fronteras y realizar barridos por los lugares de paso en zonas montañosas o fincas privadas sin posibilidad de grandes controles.