La imagen no perturba al senador nacional. Mira de reojo al televisor, mientras su sucesor asoma con uno de sus spots de campaña. Cualquiera podría argumentar un “qué locura es esta” que dos viejos socios de la política hoy estén enfrentados por un mismo objetivo: la gobernación de Tucumán. Ni José Alperovich está dispuesto a bajar su postulación, ni Juan Manzur tiene pensado renunciar a sus aspiraciones reeleccionistas. “Como están las encuestas, todo parece indicar que, en las elecciones que se vienen, mi adversario directo será Juan Manzur”, lanza el candidato por Hacemos Tucumán y ex mandatario durante la entrevista con LA GACETA. Inmediatamente completa que no hablará mal de ningún dirigente, pero sí admite que el actual gobernador “no ha hecho nada” de relevancia durante sus tres años y medio de gestión. Sólo pagar los sueldos de los estatales.
-¿Por qué ha decidido rechazar los aportes para su campaña de parte de algunos empresarios?
-No recibí plata de nadie. Y eso que tuve ofrecimientos fuertes. Tengo 64 años y a esta edad sé lo que hago. Pongo todo el dinero que tengo que poner para esta campaña porque esa plata es mía. Es como una reserva que hice para darme un gusto. Y este es mi gusto (la candidatura a gobernador). No quiero tener compromisos con nadie, ni con las empresas constructoras, ni con las firmas del transporte ni con las de juego. Haré lo que tenga que hacer y nada más. Cuando uno recibe (dinero como aporte), aunque no te lo condicionen, sabés cómo es la cosa…
-Pero las estimaciones dicen que, al menos, se necesitan $ 4 millones para tratar de instalarse como legislador. ¿Cuánto hay que invertir para convertirse en gobernador?
-No lo tengo calculado, pero sí diré que es mucha plata. Pero acá hay gente que mueve por lo menos $ 30 millones para alcanzar algún cargo, por la manera en cómo trabaja (territorialmente). Y tal vez sea más dinero.
-¿No le duele el bolsillo?
-Soy un tipo que siempre fue cuidadoso con los asuntos de la empresa. Como les dije antes, yo ya tenía plata separada para esta campaña y eso no significa ponerla de la empresa. Tengo todo armado para que eso no sea así. Más allá de mi actividad política, en la privada hice inversiones en campos. Tengo el dinero para gastar en la campaña.
-¿Será suficiente para contrarrestar el peso del aparato electoral oficialista?
-La gente decidirá con su voto. Yo mantengo mis sueños; quiero cambiar Tucumán, quiero ser recordado de otra manera.
-En algún momento de los 12 años que administró la provincia, usted ha dicho que iba a hacer más obras que Celestino Gelsi. ¿Insiste en que quiere ser recordado como aquel gobernador?
-Eso lo va a decir la sociedad. Pero, fíjense, soy un tipo que estuvo 12 años de gobernador y todavía tengo posibilidades de ganar en las próximas elecciones. Debe ser porque habré hecho algo, si no, no podría caminar tranquilo por la calle o salir a tomar un café. Hay que dejar que la gente decida si hice o no bien las cosas. Ahora, ¿qué pasaría si me da otra oportunidad después de 12 años?
-¿No le tiene miedo al aparato oficialista?
-No le tengo miedo a nadie. Creo en la gente. Esa gente es la que resolverá si quiere seguir con lo mismo o prefiere algo distinto. Ahora, fiscales de mesa voy a tener en todos lados; voy a financiar eso y lo que sea necesario. Insisto: quiero dejar un Tucumán distinto, de otra manera, y con otro partido.
-¿No se fue del Partido Justicialista?
-Por supuesto que no. Eso lo dije siempre. El peronismo no es lo que se está haciendo ahora. El peronismo es construir viviendas, darle a la gente humilde, pero no a cambio del voto. No es por un plan de $ 2.000 o $ 5.000 o tener ñoquis en los municipios. El peronismo es dar trabajo para que la gente se sienta bien. No es tener de rehén a la gente.
-¿No le parece fuerte decirles a los dirigentes que están dentro del PJ que no son peronistas?
-No me parece fuerte. Es lo que siento. Creo que someter a la gente con un plan diciendo que tiene que votar de tal o cual manera y dónde tiene que ir no es peronismo. El peronismo es entregar algo de corazón.
-¿Cree que Manzur tomó el PJ cuando su esposa (Beatriz Rojkés) lo conducía?
-No ha actuado bien, si ella pidió licencia. No tendría que haber actuado de esa manera. Pero hoy el partido no es un problema para mí.
-¿Quién cree que es su rival directo en las próximas elecciones?
-No sé si habrá polarización, pero sí que mi adversario directo es Juan Manzur. Eso es lo que dicen las encuestas y así están dadas las cosas. Ahora no sé qué va a pasar hasta el 9 de junio.
-Usted dice que se hace cargo de sus errores, ¿Manzur lo fue?
-No voy a hablar mal de Manzur ni de nadie. No estoy de acuerdo con su forma de gobernar; por eso lo enfrento duramente. Pero sí diré que no voy a proteger a nadie, aunque no voy a estar escarbando porque no tengo resentimientos.
-Cuando asumió Manzur, usted dijo que quería que sea el mejor gobernador de la historia. Ahora, ¿quiere volver a la gobernación porque no ha sido suficiente lo que él ha hecho en estos años?
-No ha hecho nada, para mí. Pregúntenle a la gente qué hizo estos tres años. Pagó los sueldos porque dejé una provincia controlada, sin deuda ni afectación en la coparticipación. Le dejé una provincia limpia a Juan.
-¿Qué hará después del 9 de junio?
-Me voy a descansar dos semanas, si gano. Y si pierdo también. Tal vez me vaya el 20 de ese mes porque voy a poner a toda mi dirigencia trabajar en la transición. No necesito que me cuenten cómo está el gobierno. Por mi experiencia de 12 años como gobernador y trabajando como almacenero, lo sé todo. Todo. Todo. Sé dónde están las fallas en salud, en desarrollo social, en el Ministerio del Interior o en las comunas. No necesito ni que Juan ni que (Osvaldo) Jaldo me digan nada.
-¿Y si pierde la elección?
-Si pierdo, me retiro de la política; seguiré como senador dos años más y ya está. Nunca más volveré a ser candidato a gobernador. Veremos si después participo con otro proyecto. Yo la tengo clara: quiero dar mis últimos años de mi vida para cambiar esto. Yo no vivo de la política.
Mensaje sugestivo: la sonrisa de la intendenta
“Hola intendenta. Cortá boleta el 9 de junio”, lanzó José Alperovich, al encontrarse en los pasillos de LA GACETA con la actual jefa municipal de Famaillá, Patricia Lizárraga, que va por la reelección. La respuesta de ella fue con una sonrisa y sin palabras. “Va a estar peleado allí”, continuó el senador, refiriéndose a las disputas que tendrá la intendenta en un distrito en el que pesa el apellido Orellana. “Estamos haciendo una buena gestión”, fue la respuesta de Lizárraga, antes de ingresar al piso de LA GACETA Play.
AUTORES
Marcelo Aguaysol
Juan Manuel Asis