Luego de que desde Tucumán Despierta el domingo pasado mostráramos cómo el titular del Ente Autárquico Tucumán Turismo, Domingo Amaya, pagó más de 135 millones de pesos a una empresa mendocina en forma irregular por un supuesto trabajo de publicidad, ahora descubrimos un nuevo escándalo en materia de despilfarro de dinero público por parte del EATT conducido por el ex intendente capitalino.
Y es que el Tribunal de Cuentas de la provincia autorizó un subsidio del EATT para gastarlo en pos de la Federación de Cámaras de Turismo de la República Argentina por la suma de 65 millones de pesos para la realización del evento 14° NEOWORKSHOP FEDERAL que tuvo lugar el día jueves 28 de noviembre en los salones de la Sociedad Rural de Tucumán. Ahora bien, resulta todavía más indignante saber en qué se destinó semejante cantidad de dinero.
“A los fines de afrontar parte de los gastos que demande la contratación de Servicio de Gastronomía, montaje de Stand, servicio de técnica y sonido, alquiler de mobiliario, montaje de escenario, servicio de acreditaciones, montaje de cocinas para la muestra gastronómica, ambientación y ornamentación, entre otros”, según consta en el ACUERDO N° 5437 del Tribunal de Cuentas.
Como si esto fuera poco, lo cierto es que este evento en cuestión se desarrolló en la Sociedad Rural de Tucumán. ¿Quién es el presidente de la Sociedad Rural de Tucumán? José Frías Silva, que seria nada menos que el hermano de la vicepresidente del Ente Tucumán Turismo, Inés Frías Silva, quien, a su vez, la semana pasada fue denunciada por posibles incompatibilidades y perjuicio patrimonial para el Estado.
Esto significa que todo queda en familia evidentemente en el ente que preside Domingo Amaya, un funcionario que ha desatado un descontrol absoluto en el marco de una provincia pobre en la que hay mucha gente que no llega a fin de mes. Lo cierto es que precisamente en ese contexto es que Domingo Amaya y el Ente de Turismo que él (no) controla regala nada menos que 65 millones de los tucumanos para pura fiesta.
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Se trató de un evento en el que se invitó a comer a más de 40 operadores turísticos y cientos de prestadores de servicios de toda la Argentina en un momento de creciente angustia de la sociedad en general y del pueblo tucumano en particular, que hoy se entera a dónde van a parar sus dineros que son succionados de sus enflaquecidos bolsillos para alimentar a la casta local que está vivita y coleando.
En el colmo del cinismo, Domingo Amaya dijo que “es una gran emoción que este evento se haga en nuestra provincia”, en el que fue el acto de apertura del evento. ¡Qué barato resulta invitar a comer a propios y extraños cuando el dinero lo pone otro! Evidentemente, Domingo Amaya conforma una casta que todavía “no la vio” y que, por ende, todavía no entendió el mensaje de las urnas el año pasado.
Es decir, un mensaje claro y contundente de parte de la sociedad que manifestó electoralmente que no quiere ver más como dilapidan y organizan fiestas y almuerzos con “la nuestra”, como diría el presidente Javier Milei. Pero eso no es todo debido a que Tucumán Despierta descubrió que el Tribunal de Cuentas aprobó otro subsidio por una cifra de más de 14 millones de pesos para que los gaste el EATT.
Y es que, según el ACUERDO N° 5436, se autorizó esa suma para el gasto de la Contratación de Sergio David “El Turco” Santillán por un monto total de $3.025.000 por la provisión de 500 combos para 500 personas, consistente en un sánguche de milanesa, una porción de papas fritas y un vaso de gaseosa. Y también la contratación del Sr. Diego Molina por un monto de $1.500.000 que fue el encargado de brindar los espectáculos musicales y folclóricos.
Pero el TC también autorizó subsidiar al EATT para la contratación de Eventos & Co S.A.S por un total de $9.570.000, quien se encargó de la provisión de los servicios de helados y algodón de azúcar, entrega de regionales, decoración y ornamentación de los salones, regalos institucionales, material institucional, merchandising y la contratación de promotoras durante el evento.
En definitiva, se trata de casi 80 millones de pesos, dinero de los tucumanos para darle de comer gratis a empresarios, justamente, con la del pueblo, un pueblo empobrecido por culpa de la casta que todavía sigue incrustada en algunos organismos del Estado, como es el caso del EATT que preside Domingo Amaya en el marco de un total descontrol que, por supuesto, lejos está él de financiarlo, ya que para eso cree que debe seguir estando “Juan Pueblo”.
¿Hasta cuándo?…
