Las banderas que cuelgan las barras bravas buscan llevar un mensaje claro y contundente. Siempre ocupan un lugar preponderante para que todos las lean. El domingo, la cancha de San Martín fue testigo de un hecho que no tendría antecedentes a nivel nacional y sin lugar a dudas es inédito en Tucumán. Los grupos que tienen el poder en las tribunas denunciaron a dos miembros de una facción rival de tener vínculos con la droga.
Ese estandarte encierra una historia y una realidad que debería preocupar. Es una prueba evidente de que los que están implicados en la venta de estupefacientes van ganando terreno en el deporte más popular del país. El 12 de noviembre, en esta columna se publicó una serie de indicios sobre este avance. Fue publicada dos días después del homicidio de Andrés “Pillín” Bracamonte, el líder de la barra brava de Rosario Central. Un crimen que sigue impune y que no tuvo ningún avance relevante para dar con sus autores. La bandera colocada en la Ciudadela es la confirmación de todo lo que está sucediendo.
La trama secreta
Facundo Ale pretendería seguir con la tradición familiar de ser el líder de las tribunas de San Martín. Un “puesto” que fue ocupado por su padre Ángel “El Mono” y por su ya fallecido tío Rubén “La Chancha” Ale. El joven de 31 años estuvo detenido durante más de dos meses por haber baleado en abril la casa de Mercedes “Blanca” Galván, integrante del clan “Los Gardelitos” y madre y abuela de miembros de una facción de la barra “santa”. Aunque todas las partes lo negaron, la teoría de los investigadores sostiene que este era un incidente más en la lucha por el poder. Una pelea que nació porque un tal “Gordo Sopa” había decidido dejar la conducción de la hinchada.
Ale encontró un escollo en su carrera por el poder. No era aceptado como líder por la facción del Barrio Oeste II. Por esas cosas extrañas que sólo se generan en el sórdido mundo de las barras bravas, Santiago “Cara i’ Gota” Villafañe y Javier “Chuky” Casanova, peleados por el dominio territorial en el barrio donde crecieron, decidieron unirse para resistir los embates del joven “Facundito”. Pero esa alianza duró poco.
Cuentan que el sábado, los enviados de “Chuky” que habían ido a buscar las entradas para su grupo volvieron con las manos vacías. Alguien les había pedido a los dirigentes que no les entregaran los tickets de protocolo que normalmente recibían para repartirlos entre su gente y sus aliados, integrantes de “Los Gardelitos”.
Horas después, un desconocido que se movilizaba en una Renault Oroch negra, atacó a balazos a Facundo Ale. Recibió tres balas y un cuarto proyectil fue frenado por su celular. Para muchos esa emboscada fue un mensaje mafioso relacionado a la negativa de entregar entradas. Otra versión, que recién estaría siendo investigada, indicaría que podría haber sido por el robo de un envío de cocaína.
La respuesta
En la Ciudadela las banderas siempre dieron qué hablar. El agradecimiento al ex presidente de la AFA Julio Grondona por haber reconocido al club como un “grande” del interior o para burlarse de Diego “El Cholo” Simeone por una cuestión personal tuvieron repercusión nacional. Pero la desplegada el domingo fue mucho más grave. No sólo porque acusaba de estar ligados al narcotráfico a “Chuky” y a “Petiso David”, sino porque justamente eran los sospechosos de haber atacado a Facundo Ale.
“Chuky” tiene menos de 40 años y desde hace tiempo aparece en los radares de los investigadores por sus posibles vínculos narcos. Nunca fue ni siquiera imputado por cometer este tipo de delito, pero su nombre aparecería en varias investigaciones, ya que está sospechado de ser proveedor de redes de narcomenudeo. También fue detenido en varias oportunidades por portación de armas o atentado y resistencia a la autoridad. Walter “Petiso David” Lobo es integrante del clan “Los Gardelitos” e hijo de “Blanca” Galván, la mujer que acusó a Facundo de haber baleado su casa. Desde hace años que los investigadores siguen sus pasos porque sospechan que estaría vinculado al tráfico de drogas. Los tucumanos lo conocen por ser el hombre que posó con L-Gante con costosas joyas de oro (después explicaría que eran enchapadas con ese metal precioso) y por alentar a la Selección en Europa y en Qatar. Jamás fue procesado por un ilícito relacionado con tráfico o con comercialización de sustancias; pero sí por delitos comunes.
La barra brava de San Martín decidió retirar todas las banderas que identifican a las diferentes facciones para que el mensaje llegara con mayor claridad. Un grupo con sus rostros tapados tardó varios minutos en colocarla en lo más alto del alambrado para que no pasara inadvertida durante todo el encuentro. Lo curioso es que los supuestos ideólogos de desplegarla también estarían ligados al tráfico y a la comercialización de estupefacientes.
“Cara i’ Gota” está sospechado de dirigir la red de narcomenudeo más importante del barrio Oeste II, y aparece mencionado en causas de homicidios vinculados a cuestiones de droga. “El Mono” Ale, máximo referente de ese clan, fue condenado por lavado de activos provenientes de varios delitos; entre ellos, el narcotráfico. Un integrante de “La Banda del Camión” fue condenado por el crimen de Manuel “Berenjena” López, registrado en septiembre de 2022. El móvil habría sido la venta de droga en las inmediaciones de la Ciudadela.
Falencias
¿Por qué la Justicia no interviene con todos los indicios que hay? Hay varias respuestas:
– El avance narco en la región es tan grande que sus líderes cada vez están ocupando más espacios.
– El temor de los directivos de los clubes (no sólo los de San Martín porque, por ejemplo, en Atlético sucede lo mismo) para denunciar lo que ocurre en sus entidades.
– La naturalización de la violencia y la droga en el fútbol nacional.
– La falta de recursos que tiene la Justicia federal para investigar a las organizaciones que se dedican al tráfico.
– Las dos Fiscalías de narcomenudeo están saturadas de trabajo y prácticamente no tienen recursos para desarrollar investigaciones más profundas, pese a que se pueden abrir dos más.
Estas son las ventajas con la que cuentan los narcos para seguir avanzando en todos los ámbitos, incluso en el deporte más popular del mundo.
Por: Por Gustavo Rodríguez/La Gaceta
