En los últimos días, el gobierno de Alberto Fernández cometió una seguidilla de errores que lo dejaron en la mira de la opinión pública y mediática.
El amague de estatización del sistema de salud, el caos urbano desatado el viernes último por los miles de jubilados que se agolparon en los bancos y la polémica compra de alimentos a precios superiores a los de mercado mermaron la imagen positiva que ostentaba el oficialismo.
“Los medios lo han tratado muy bien al presidente con el escándalo del viernes. Por prudencia y porque el presidente hace un trabajo emocional sobre los periodistas. Llamó a muchos periodistas y cargó las tintas sobre Alejandro Vanoli”, reveló Laura Di Marco en La cornisa.
Según la consultora Poliarquía, Alberto Fernández perdió siete puntos esta semana y su gobierno duplicó la caída en la percepción ciudadana. Una pequeña muestra de la volatilidad de la opinión pública en Argentina.
“Los argentinos nos embriagamos muy fácilmente con los liderazgos. Y mucho más en situaciones de miedo porque el miedo disciplina”, consignó Di Marco.En ese sentido, la periodista señaló que la oposición “quedó eclipsada por la centralidad del primer mandatario y por su nivel de aprobación”.
“Lo mismo sucedió con Néstor Kirchner entre 2003 y 2007. Por eso es que casi no se lo investigó durante ese período. Encandiló a mucha gente durante muchos años y después pagamos las consecuencias”, sentenció.
Continuando con ese paralelismo, la columnista remarcó que, bajo presión, Alberto Fernández “se nestoriza y eso se nota en el insulto a los empresarios y a los bancos”.
Por último, Di Marco apuntó contra el secretario general de la Asociación Bancaria Sergio Palazzo por su responsabilidad en la exposición de los jubilados y pensionados.
“De algún modo, Palazzo dirigió la crisis sanitaria, cuando retiró a sus empleados porque no quería que se expusieran al coronavirus. Lo que pasó el viernes estuvo vinculado a eso. No funcionaron los bancos por su influencia”, concluyó.