Un allanamiento por el robo de una moto en Tucumán dejó al descubierto un hallazgo alarmante: nueve ampollas de nalbufina, un opioide sintético de la familia del fentanilo y sumamente adictivo. El descubrimiento puso en alerta a las autoridades locales y nacionales sobre la posible comercialización de sustancias altamente peligrosas en la provincia.
Según el ministro de Seguridad, Eugenio Agüero Gamboa, la investigación buscará determinar el origen de las ampollas, que cuentan con números de lote y están autorizadas por la ANMAT, lo que sugiere que fueron producidas legalmente en el país. Este opioide se utiliza en medicina como analgésico y anestésico, pero su desvío hacia usos ilícitos podría tener consecuencias devastadoras.
Sustancia vinculada a la “droga zombi”
La nalbufina pertenece a una categoría de sustancias que, mezcladas con otras drogas como la heroína, pueden convertirse en productos altamente adictivos y dañinos, como el fentanilo que causó estragos en Estados Unidos. Ciudades como Filadelfia y San Francisco enfrentan una crisis de salud pública debido al consumo de esta mezcla conocida como la “droga zombi”.
Aunque en este caso no se detectó fentanilo puro, la presencia de nalbufina marca un precedente preocupante en la región. Emilio Mustafá, especialista en adicciones, señaló que, hasta el momento, no se registraron casos de intoxicación con esta sustancia en Tucumán, lo que da margen para actuar preventivamente.
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Investigación y prevención
Además de la trazabilidad de las ampollas, que podría identificar su origen y destino, la Policía trabaja en determinar cómo llegaron a manos de civiles. En el allanamiento también se secuestró un sello médico, lo que abre la hipótesis de una posible usurpación de identidad profesional para adquirir estos medicamentos.
El Ministerio de Salud de Tucumán ya inició un inventario para verificar si las ampollas provienen de sus propios lotes. Paralelamente, las fuerzas de seguridad del NOA están reforzando la capacitación sobre drogas sintéticas y precursores químicos, un esfuerzo clave para enfrentar esta amenaza emergente.
Agüero Gamboa aclaró sobre la importancia de tomar medidas inmediatas para evitar que esta sustancia se expanda en Tucumán, recordando el impacto devastador que tuvo la llegada del paco a la provincia entre 2006 y 2007. “Este es un hallazgo histórico, pero también una alerta para actuar con rapidez y determinación”, afirmó el ministro.