Judith Laskowski, es la directora de la Escuela Primaria Gabriela Mistral. Eligió esa institución para la crianza de sus hijos, y al asumir se encontró con “una Cooperativa ha perdido el espíritu cooperativista”. “Desde que la Municipalidad se hizo cargo, las docentes trabajan más tranquilas”, sentenció.
Este miércoles, Ana Pedraza y Gabriel Sanzano recibieron en los estudios de FM La Tucumana 95.9 a Judith Laskowski, la directora de la Escuela Primaria Gabriela Mistral, tras las fuertes denuncias de lucro con la educación pública contra la Cooperativa de la Escuela –fundada como escuela de gestión mixta-y en medio de las contundentes críticas de la intendenta Rossana Chahla. “La Cooperativa puso en riesgo cuestiones de seguridad básicas”, planteó la directora, y valoró que “desde que la Municipalidad se hizo cargo, las docentes trabajan más tranquilas”. “Nos enteramos de familias con tres hijos que querían inscribir al cuarto y si no estaban al día, les decían que perdían el asiento del cuarto hijo”, alertó, respecto de los desmanejos de quiénes estaban al frente de la Cooperativa.
“Soy parte de las familias que han elegido esta escuela para sus hijos: hace muchos años, la elegí en primera instancia para tres de mis cuatro hijos, que han podido transitar el Jardín Querubines primero y después la Gabriela Mistral. Yo soy docente y uno elige desde una cuestión ideológica, el nivel educativo que siempre ha sido destacado, las escuelas laicas que también es una opción en Tucumán. Primero la elegí desde ese lugar. Hice mi carrera docente y tuve la oportunidad el año pasado de acceder a la Dirección, tras un proceso de selección. Entré con muchas ilusiones, pensando que esa Cooperativa que conocí, de la que fui accionista como mamá, era el modelo que seguía vigente”, explicó Laskowski en La Tucumana de Verano.
Luego, la directora detalló el escenario con el que se encontró al asumir en 2024, con el acuerdo ya firmado entre el Municipio y la Cooperativa para el uso del inmueble: “Una vez que estoy dentro de la escuela y empiezo a conocer las familias, a escuchar, a abrir la Dirección, había un malestar sostenido con lo que venía sucediendo en la Escuela: percibo las irregularidades que no son muy visible para todo el mundo, que no se ve si uno no convive. No tuve la oportunidad de conocerlos a todos, porque cuando entro ya con este convenio firmado con la Municipalidad. Todo lo que hace a la Escuela, fundamentalmente el alumnado, los docentes, los equipos no-docentes, toda esa estructura es de la Municipalidad”.
“La Escuela se crea como una gestión mixta. Tiene fines de lucro y hay gente que vive de eso. Esta Cooperativa podría hacer muchas cosas, pero todo lo que tiene que ver con lo que define a una institución educativa está a cargo de la Municipalidad: los sueldos de docentes y administrativos, las decisiones pedagógicas, las políticas de gestión educativa. Una escuela no es algo aislado de los modelos y proyectos educativos de los gobiernos de turno. Lo que aportaba la Cooperativa en los últimos años, por lo que me van comentando, tenía más que ver con cuestiones edilicias y la compra de televisores o cuestiones complementarias, pero que no son el eje vertebral del aula. Ayudan, mejoran. No es que la Cooperativa tenía la posibilidad de vender servicios y con esa ganancia invertía en la escuela: lo que hacía era cobrar una cuota y con esa plata de las familias hacían esas inversiones”, enfatizó.
La directora repasó que cuando asumió “el tema infraestructura edilicia estaba en muy malas condiciones”, pero “desde que la Municipalidad asume el compromiso político, la decisión de que la educación pública sea pública y gratuita, empiezan una serie de inversiones en un edificio que no es propio”.
“La figura de la expropiación de un bien público no es ilegal ni inconstitucional. Se trata de una institución cuyo único objetivo es dar educación pública. No es la única institución educativa de la Municipalidad, que viene sosteniendo un nivel académico en los jardines municipales que son muy requeridos y que no son Cooperativas, tiene otra escuela donde no muchos toman la decisión de instalar una institución educativa, como es la Alfonsina Storni. El nivel académico de las escuelas municipales no lo da el hecho de que sea una Cooperativa, porque todas estas instituciones no tienen Cooperativa: son las decisiones políticas y el compromiso con la educación pública. La Cooperativa sostienen que el edificio es de la Cooperativa y rechaza la expropiación”, manifestó Laskowski.
En ese marco, la directora advirtió que “el convenio que firmamos en 2024 no ha sido de fácil convivencia: no era un alquiler tan claro, porque cuando alquilás un lugar el propietario se va, no convive con vos”, y alertó: “Tuvimos esta convivencia en la que hubo situaciones que ponían en riesgo cuestiones de seguridad básica, como el ingreso de gente que no era de la escuela a recibir otro tipo de servicios a las oficinas de la Cooperativa. Hemos tenido que poner un portero por mayor seguridad, por el cuidado de los alumnos y alumnas. Cualquier Primaria tiene un control de quiénes ingresan a las instituciones. Esa convivencia ha sido compleja”.
En plena charla con Ana y Gabriel, la directora del nivel primario recordó cuando eligió a la Escuela para sus hijos y marcó diferencias respecto del rol de la Cooperativa: “En ese momento en la escuela estaba muy bien diferenciado lo que era el equipo pedagógico, lo que tenía que ver con el equipo y selección de docentes, las didácticas, las metodologías: eso tenía que ver con Dirección de Educación de la Municipalidad. La Cooperativa era un soporte, similar a lo que hacen las Cooperadoras en las Escuelas públicas. Pero debería ser un soporte de apoyo a la gestión. Más allá de que haya alumnos que no puedan abonar una cuota, deben recibir en equidad los beneficios. No todas las escuelas públicas podían tener aire y la Cooperativa logró poner aires. No han tenido mantenimiento, no funcionaban. Las familias pagaban una mensualidad por una infraestructura que no se ha ido sosteniendo”.
Respecto de la Cooperativa en la actualidad, aclaró que “no conozco cómo eligen las autoridades, las familias que me han dado referencias no han participado de ninguna asamblea”, y valoró: “Desde 2024 la Municipalidad se hace cargo de las matrículas y cuotas, se está trabajando con mucha más tranquilidad y se hacen adecuaciones teniendo en cuenta lo pedagógico, no lo funcional. La escuela tiene que conversar con las familias y tener claro cuál es su proyecto educativo. Cuando las familias crecen sobre la escuela y quieren definir proyectos educativos, se puede discutir, pero la que tiene que es la escuela con su equipo formado por profesionales, la Dirección de Educación municipal”.
“Las maestras sienten que ahora hay un camino adonde ir más claro y no depender de la voluntad o bienestar de las familias miembros o que tenían cargos dentro de la cooperativa, que hacían uso de cierto poder que no hace al espacio. Nos enteramos de familias con tres hijos que querían inscribir al cuarto y si no estaban al día, les decían que perdían el asiento del cuarto hijo. Esas situaciones generaron este desgaste. Si todo hubiese funcionado… esto no es un debate ideológico con el cooperativismo”, manifestó.
“Nos enteramos de familias con tres hijos que querían inscribir al cuarto y si no estaban al día, les decían que perdían el asiento del cuarto hijo”.
“Cuando la elegí como mamá me parecía un modelo interesante. Esta cooperativa ha perdido el espíritu cooperativista. La escuela fue fundada por un grupo de padres que estaban muy contentos con la propuesta educativa municipal del jardín Semillita, familias que ya la habían elegido y querían este modelo educativo. La Cooperativa no creo que pueda pensar en que la Municipalidad se retire y se haga cargo de los sueldos. Somos personas que defendemos la educación pública y que de la posibilidades de equidad. Los puntos de inicio de cada niño son individuales, pero es la escuela la que da las posibilidades, es la única institución que presenta perspectiva de futuro a todas las posibles realidades”, insistió la docente.
Finalmente, Lakowski le mandó un mensaje a la comunidad educativa de la Escuela Gabriela Mistral: “Toda la familia gabrielina, como decimos nosotros, tiene que estar muy tranquila porque la escuela no es el edificio. El conflicto que se está resolviendo en la Justicia es el inmueble, no la escuela Gabriela Mistral, que es una escuela municipal de una Municipalidad que tiene una estructura para sostener las escuelas municipales, tiene un proyecto educativo. La escuela es la comunidad, las familias, las docentes, el gabinete, cada niño y cada niña. La Gabriela Mistral tiene pasado, presente y futuro. El edificio hoy tiene inversiones de la Municipalidad de cara al inicio de clases”, concluyó.
