El Gobierno prepara una reforma migratoria con mayores controles y restricciones al acceso a la residencia. El Ejecutivo está trabajando en un proyecto que modifica la Ley de Migraciones (25.871), que planea enviar al Congreso durante las sesiones ordinarias.
La iniciativa incluye un régimen más estricto para la entrega de residencias a los estudiantes extranjeros. En Nación denuncian que no hubo un control directo de la presentación de la documentación durante la gestión anterior, y aseguran que hay casos en los que “los extranjeros estudiaron solo dos meses y se quedaron a vivir en la Argentina”.
Además, la Casa Rosada busca restringir a los inmigrantes ilegales que tienen hijos en el país y obtienen la residencia tras la confirmación de sus descendientes como ciudadanos argentinos. El trámite requiere la cédula de identidad o el pasaporte, la partida de nacimiento del país de origen, el certificado de antecedentes penales y el acta de nacimiento del hijo argentino.
Tiene relación con el programa de regularización Patria Grande, que fue impulsado bajo la presidencia de Néstor Kirchner y regularizó 565.831 individuos hasta el 2007. La iniciativa estableció que los ciudadanos de países miembros del Mercosur puedan obtener la residencia mediante la presentación de su nacionalidad y la carencia de antecedentes penales.
El proyecto que trabaja el Gobierno incluye también las medidas de arancelamiento sanitario y universitario a extranjeros no residentes que anunció en diciembre el vocero presidencial, Manuel Adorni.El encargado de trabajar la iniciativa es el equipo del director nacional de Migraciones, Sebastián Seoane, que depende del vicejefe de gabinete de Interior, Lisandro Catalán.
La Casa Rosada planea además reforzar el control fronterizo en el norte. Es por eso que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, lanzó el plan Güemes en la provincia de Salta. Incluye el refuerzo de agentes de la Policía Federal, Gendarmería, Prefectura e Inteligencia Criminal en el límite con Bolivia.
La reforma migratoria que preparan en Balcarce 50 forma parte de una política restrictiva que el Ejecutivo busca impulsar para prevenir la llegada de enemigos extranjeros al país. “Nuestro alineamiento internacional a favor de Israel nos lleva a tomar más precauciones ante las amenazas de Irán”, expresan en Nación.
Apuntan también a sumar colaboración de las Fuerzas Armadas en las fronteras y en el territorio interno. Es por eso que la Casa Rosada impulsó dos decretos para habilitarlas a operar contra organizaciones terroristas y carteles del narcotráfico de otros países que busquen operar en la Argentina.