Su enorme tamaño y su porte majestuoso continúan imponentes; no obstante, sus colores se apagaron y dejaron a la vista que un problema aqueja al gomero emplazado en la plaza Gramajo Gutiérrez, frente al Cementerio del Oeste. Este panorama desencadenaría en que el árbol sea removido en los próximos meses.
Bajo estudio
Guillermo Olivera, director de Arbolado de la Capital, dialogó con LG Play e indicó que el ejemplar se encuentra enfermo, posiblemente afectado por un hongo o una bacteria. Aún no se ha determinado con exactitud la causa de su deterioro pero ya se realizan los estudios que contestarían a la pregunta.
Según Olivera, el árbol no está muerto, por lo que no existe un pedido formal de extracción en este momento. De todas formas, el plan es retirarlo en el transcurso del año para prevenir posibles desprendimientos de ramas o partes de su estructura.
El gomero, cuyo nombre científico es Ficus macrophylla, es una especie de gran porte y raíces expansivas, razones por las cuales no se recomendaba plantarlos en veredas, ya que sus características podían ocasionar inconvenientes en las calles.
Los árboles de Roca
Así lo explicó Ricardo Viola, arquitecto especialista en patrimonio, quien también contó que tradicionalmente se cree que la especie fue introducida en nuestra provincia, por el general Julio Argentino Roca.
“Él le obsequió a su gran amigo Luis F. Nougués, por ejemplo, el que se encuentra en el ingenio de San Pablo, cuyas dimensiones también son muy importantes”, especificó.
Viola afirmó que hoy el Ficus macrophylla tiene una notable importancia para los tucumanos y que es uno de los más grandes que hay en toda la Argentina.
En el caso del añejo gomero ubicado sobre calle Asunción al 150, cabe destacar que incluso fue declarado como “Árbol Notable” de la capital por el Concejo Deliberante de San Miguel de Tucumán, a través de la ordenanza 3354, el 2004.
Esta declaración fue un llamado a generar conciencia para su preservación y cuidado.
SIGNIFICATIVO. La presencia del enorme ejemplar es parte del tradicional paisaje de la emblemática zona. la gaceta / fotos de franco vera
Antecedentes peligrosos
Si bien aún no hay una fecha confirmada para su retiro, la posible remoción del gomero ya genera un debate entre quienes buscan preservar su legado y quienes priorizan la seguridad de los transeúntes.
En 2023, la Municipalidad llevó adelante trabajos de poda para minimizar riesgos, especialmente en días de lluvias o fuertes vientos.
Un desprendimiento
Sin embargo, en diciembre de ese mismo año, un desprendimiento de una parte del gomero causó la muerte de “Lobito”, un perro que solía refugiarse en las inmediaciones del Cementerio del Oeste.
En ese momento, los trabajadores de la necrópolis expresaron su tristeza por la muerte del animalito y contaron: “él llegó hace 14 años con gente de la calle y se quedó a vivir acá; era muy cariñoso y compañero, compartía con nosotros”.
En esa misma tormenta, las ramas también ocasionaron graves daños materiales a un auto estacionado justo en frente del gomero. No hubo que lamentar víctimas pero sí se acrecentaron las dudas sobre el frágil estado del árbol y el daño que podía causar que la situación se repitiera.
Nueva poda
La Municipalidad volvió a intervenir en julio del año pasado, con la decisión de podar el árbol para prevenir accidentes y mejorar la visibilidad en la zona.
Las tareas se desarrollaron en el marco del Plan de Poda Responsable, con el que se buscó conformar un inventario de todo el arbolado urbano para detectar aquellos ejemplares que requieran un cuidado especial por su deterioro.
El estado del gomero, por otro lado, no solo se vio afectado por enfermedades, sino también por el abandono y el uso del lugar como refugio de personas en situación de calle. En los alrededores se pueden ver residuos, botellas plásticas y cartones.
En la misma zona, otros ejemplares de Ficus macrophylla más pequeñas se mantienen en buen estado, lo que refuerza la idea de que la decisión de remover el árbol responde a su deterioro específico.