Luego de un primer tiempo para el olvido, el Santo fue otro equipo en el complemento y un tiro libre de Cuevas y un jugadón de Cainelli fueron las más claras. Buen debut.
San Martín salió a jugar el primer partido del año contra Almagro con toda la ilusión a cuestas. Una multitud siguió al Santo a través de TyC Play en el partido que fue igualdad sin goles contra el Tricolor en José Ingenieros.
Tal como muchas veces sucedió el año pasado, al Santo le costó acomodarse los primeros minutos en el campo de juego. “Está dormido, che”, resumió la transmisión oficial. Y dio fe de ello los gritos que pegó el capitán Darío Sand.
Es que, también como el año pasado, el arquero ya apareció y protagonizó la más clara de los primeros minutos. Fue cuando sacó un bombazo bárbaro de Ariel Chaves, el 10 local.
El Santo tiene que agarrar la pelota. Está muy solo el Chuny Moreno adelante y, antes de los 20, el arquero ya tuvo una segunda intervención. La pausa para tomar agua le viene bien al Santo y a Martos para corregir lo hecho hasta el momento.
Ya en el tramo final del primer tiempo, el Santo llevó el partido al mediocampo. Pero lo mejor se vio cuando Martos metió mano en el entretiempo y salieron a jugar Martín Pino (por Moreno) y Jesús Soraire (por Prokop), los mejores del mercado de pases.
Los gritos de Martos surtieron efecto y casi lo abre al marcador con un tiro libre fantástico de Juan Cuevas que pegó en el palo. ¡Lo tenía el Santo!
Ese tiro libre de Cuevas demostró que San Martín estaba para más: y ya sin sufrir peligro en el área propia, la jugada del partido llegó en el complemento. La tocaron todos los jugadores de San Martín, llegó a los pies de Vera, quien habilitó de manera magistral al ingresado Nahuel Cainelli quien tocó por arriba y volvió a pegar en el poste.
Los palos le negaron el triunfo a San Martín, que mejoró mucho la imagen y vuelve con un punto a Tucumán. Sí, punto y seguimos.