
El Vaticano indicó que el sumo pontífice pasó otra noche tranquila y que descansó durante esta mañana. Asimismo se anunció que está demostrando “una buena respuesta a la terapia”
Tras haber pasado una noche tranquila, la salud del papa Francisco presenta una ligera mejoría y se informó que está demostrando “una buena respuesta a la terapia”. Sin embargo, los médicos aún mantienen su pronóstico de manera reservada.
Este sábado, el sumo pontífice cumplió 23 días de internación, desde que fue ingresado al Hospital Gemelli, en Roma, el 14 de febrero. Su hospitalización se produjo por una bronquitis que derivó en neumonía bilateral.
“Esta mañana, el Santo Padre, después de recibir la Eucaristía, se reunió en oración en el interior de la capilla del apartamento privado, mientras que por la tarde alternó el descanso con actividades de trabajo”, se informó en un comunicado.
Un proceso de internación extenso y los signos de mejora
El viernes 7 de marzo, el Vaticano informó que el Santo Padre salió durante varios minutos de su habitación. Aunque la Santa Sede no presentó un informe médico nuevo durante la tarde de ese día, sí indicó que en la mañana del viernes “el papa estuvo 20 minutos en la capilla cercana a su habitación y realizó algunas actividades de trabajo”.
Un día antes, la institución católica hizo público un audio en el que Francisco dio las gracias por las peticiones vinculadas con su salud. “Agradezco de todo corazón las oraciones que hacen por mi salud desde la Plaza (de San Pedro), los acompaño desde acá. Que Dios los bendiga y que la Virgen los cuide. Gracias”, dijo el Papa.

Tanto el audio como la información en relación con su caminata hacia la capilla se enmarcan en un contexto en el que se generaron dudas sobre su estado de salud y cuánto condiciona su capacidad para cumplir con sus funciones y tomar decisiones específicas.
Entre 2021 y 2025, el papa estuvo internado en cuatro ocasiones. En ninguno de los eventos previos requirió tanto tiempo de hospitalización. Jorge Bergoglio, de 88 años, es el papa desde el 13 de marzo de 2013, cuando fue elegido para sustituir a Benedicto XVI, quien renunció a sus funciones.