
Sigue el corte de la ruta 338 por derrumbes y mal estado.
La ruta que conduce a San Javier fue cortada ayer a causa de un derrumbe que ocupó toda la calzada. El temporal de lluvia en las últimas horas en Tucumán causó estos inconvenientes. Vialidad Provincial informó que realizó un corte total de tránsito.
Con el propósito de evitar posibles accidentes que pongan en riesgo a los que transiten por la ruta se hizo este cierre. Además, por la persistencia de las precipitaciones, se incrementó el riesgo de derrumbes en la zona.
Pablo
Díaz, director de Vialidad, informó que el personal de la cartera trabajó en el lugar durante toda la jornada para retirar el material caído sobre la ruta. “Trabajamos hasta las últimas horas de la tarde y esperaremos que se estabilicen los taludes causados por los derrumbes”, explicó. “Mientras sigan las lluvias, no podremos saber cuando quedará liberado el paso completamente”, remarcó y agregó que podrían ocurrir más deslizamientos de tierra.
El ministro de Obras Públicas, Marcelo
Nazur informó que cerca de las 19, los trabajadores lograron despejar la calzada pero ocurrió un segundo derrumbe que complicó más los trabajos de acondicionamiento del camino.
El ministro explicó que se produjo un gran cono de deyección de materiales en el lugar. La acumulación en forma de cono se crea al caer una masa de tierra por la ladera de gran pendiente. “Por una cuestión de precaución permanecerá cerrado el paso y a primeras horas de la mañana, retomaremos los trabajos para despejar el lugar y habilitarlo”, indicó debido a la falta de luz natural.

El corte rige desde las primeras horas de ayer, Vialidad permitirá la circulación vehicular luego de liberar el lugar y evaluar si el estado del camino se encuentra en condiciones adecuadas.
Mientras esto ocurra, quienes circulan por la zona deben tomar la ruta 340 o 341, llegar a Tapia y desde ahí tomar la ruta 9. Otra opción es seguir derecho por la 338 y no bajar por San Javier, sino por Villa Nougués o San Pablo.
Recorrida
Hace dos semanas, LA GACETA recorrió la zona para relevar el estado de la ruta 338. A medida que se avanza, el pavimento irregular y las huellas de incontables reparaciones obligan a esquivar pozos. En algunos sectores, la falta de señalización, convierte el viaje en una prueba de reflejos.
La capa asfáltica está deteriorada y, aunque hubo arreglos parciales, el desgaste sigue avanzando. Las banquinas, cubiertas de maleza en varios tramos, reducen la visibilidad y dificultan cualquier maniobra en caso de emergencia.
Consultado sobre esto, el titular de Obras Públicas dijo que Vialidad realiza trabajos de mantenimiento pero que al tratarse de una ruta angosta y sinuosa, requiere de experiencia de manejo y precaución. Además, explicó: “El estado de la calzada es de regular a bueno y no hay baches abiertos. La maleza que se produce es de la ladera de la montaña. El departamento de conservación hace el mantenimiento necesario pero debido a la época en la que estamos, el pasto crece rápido”. Respecto a las quejas de los vecinos por la falta de iluminación dijo que trabajarán en proyectos futuros para solucionarlo: “Hay que tener en cuenta que se trata de un camino rural por lo que si hay sectores puntuales donde falta luz pero no es todo el trayecto”, concluyó.