Durante la época de apogeo de la automotriz Sevel Argentina, joint venture entre Fiat y Peugeot, el concesionario oficial Ganza ubicado en Avenida Pavón, en Avellaneda, fue uno de los más importantes de la zona sur del GBA. Sevel (Sociedad Europea de Vehículos para Latinoamérica), fundada en 1980 y con actividad hasta 1996, comercializó modelos Fiat, Peugeot y Alfa Romeo, algunos fabricados en la planta de El Palomar.
Ganza formó parte de aquella época de la industria local como distribuidor oficial de todos esos modelos hasta que cerró sus puertas abruptamente. De esa empresa familiar quedó, increíblemente, una flota de autos cero kilómetro que se mantuvo guardada durante 30 años en un depósito. Y por el otro, una historia con final triste.
Los dueños originales de Ganza, padre e hijo, murieron con poco tiempo de diferencia tras un robo violento sufrido en el concesionario. El hijo menor, Gustavo, habría intentado resistirse al asalto y murió baleado. “Poco antes había fallecido la madre y, desde ese momento, el padre (Jorge) sufrió una depresión y no se recuperó nunca más”, el relato es de un ex empleado de la firma, que como lector reveló datos de la historia ante la nota sobre el hallazgo del sitio Autoblog.com.ar.
La tragedia habría precipitado el fin del concesionario que, al igual que Sevel, desapareció en los 90. En uno de sus galpones en Caseros quedaron todos los autos cero kilómetro que se encontraban en stock en ese momento: varios Fiat Uno, Duna, Tipo, Tempra, Peugeot 405, Ducato y Alfa Romeo 33 Pininfarina y también Alfa Romeo 133, todos nuevos, tapados en polvo y con las ruedas desinfladas, pero en perfecto estado general.
El hallazgo ocurrió tras la venta de los terrenos de Ganza y la decisión del nuevo dueño de revender el predio vacío. Este propietario decidió entonces contratar a una empresa especializada en la recuperación y comercialización de vehículos de ocasión, para que se lleve las unidades. “El heredero de semejante tesoro no tenía interés en los autos. Sólo reclamó sus propiedades. Al abrir ese galpón y ver todos los autos allí dentro dijo: Saquen toda esta mugre de acá, que quiero vender mi galpón”, cuentan los dueños de la firma contratada sobre el encargo del dueño.
La empresa (denominada Kaskote Calcos), que ya empezó a limpiar y recuperar los vehículos, fue quien publicó en sus redes sociales varias imágenes del tesoro hallado. Si bien no está clara la situación de la documentación de estos vehículos, los responsables confirmaron a través de Instagram que “la idea es poner los autos en condiciones y venderlos”.