Mejorar las expectativas. Esa es la meta de la gestión del presidente, Javier Milei. Y el indicador más sensible es la inflación. Los números de abril sorprendieron incluso a las consultoras, que, si bien pronosticaban menor nominalidad, manejaban un rango en torno de un 3%. ¿Lo más destacable? Todo esto se dio en un contexto de salida del cepo cambiario y de flotación del precio del dólar, indica un reporte de GMA Capital.
La película de las categorías muestra que la notoria baja de la inflación se dio por el regreso de Estacionales a variaciones reducidas, marcando solo 1,9% (+0,2 punto porcentual al índice general), desde un 8,4% (1 punto) de marzo. Por su parte, Regulados avanzó 1,8% debido a la pausa en varios aumentos tarifarios. No es un dato menor, teniendo en cuenta que este es un año electoral en el que, generalmente, los gobiernos tienden a pisar las tarifas para no cambiar el humor social. En Tucumán algo de eso sucedió con el último cuadro tarifario de la electricidad. Las facturas de los usuarios residenciales llegó y llegará con una merma estimada en un 1,4% para el período febrero a abril, según lo comunicó el Ente Único de Control y Regulación de los Servicios Públicos Provinciales de Tucumán (Ersept). En cambio, para los usuarios de potencia, el aumento puede llegar hasta un 5,2%.
Pero el índice tiene más componentes. Lo más llamativo de la inflación de abril fue la variación núcleo (tendencial), que se mantuvo en 3,2%. Por sí sola, aportó 2 puntos porcentuales al índice general. Al analizar la subdivisión por Bienes y Servicios, encontramos que Bienes se incrementó 2,7%. Esta cifra fue una grata sorpresa luego del fin del crawling peg, que actuaba como ancla nominal, y el avance mensual del dólar de casi 10%, señala GMA. En tanto, Servicios, con un componente mucho más no transable (precios que no se exportan), se elevó 3%, en línea con la inercia que señaló la inflación núcleo.

De cualquier forma, la morigeración del ritmo del IPC parece haber retomado su marcha. “Es cierto que los procesos desinflacionarios no son lineales y que la variable indeterminada es el tiempo. Pero la reanudación se dio mucho más rápidamente de lo que se anticipaba a mitad de abril, cuando se creía que la inflación podría alcanzar 5%”, expresa la entidad. Para GMA Capital, la medición núcleo dará pistas acerca de la salud de las bases del proceso desinflacionario, más allá del éxito de corto plazo que indudablemente la estabilidad cambiaria configura.
Sin pase directo
Una de las teorías que podría haber vaticinado una inflación más elevada en abril se basaba en el pass through, es decir, el pasaje desde la devaluación hacia el nivel de precios de la economía. Este mecanismo fue protagonista durante otros eventos con movimientos cambiarios.
Según el economista Nery Persichini, un elevado pass through suele estar asociado a escenarios con falta de confianza y vulnerabilidad macroeconómica. En esos casos, la ganancia transitoria de competitividad se “evapora” porque la demanda de pesos cae aceleradamente. Pero lo que vimos en las últimas semanas estaría en las antípodas de la situación mencionada.
El dólar tuvo varios altibajos, superando los $ 1.200 al inicio (+11% desde el 11 de abril) para luego caer a $ 1.070 (-1%). Finalmente, pasadas cuatro semanas desde la salida del cepo, el precio de la divisa es $ 1.120 (+2,3%). ¿Qué pasó con la inflación núcleo de alta frecuencia en ese período? Fue más baja incluso en que las cuatro semanas previas a la flexibilización cambiaria.
“Esto explicaría algo de la sorpresa positiva de abril, y quizás ayude a mostrar datos favorables en mayo. De todas maneras, se puede atribuir la dinámica de precios de marzo (+3,7%) al factor de la incertidumbre previa al desmonte del cepo, cuando no había certezas sobre el acuerdo con el FMI y el nuevo marco cambiario”, advierte GMA Capital.
Este “palo en la rueda” habría tenido un costo en el desvío del ajuste de precios relativos. Los estacionales habían dado muy por encima del IPC General, mientras que, por otro lado, la decisión del Gobierno de posponer las actualizaciones tarifarias para abril generó un desajuste en los precios de energía y regulados.
Mientras tanto, el tipo de cambio, en sus variantes oficial y financiero, daría indicios de estar casi tan rezagado como los precios de energía. “Claro que es una señal de confianza del mercado sobre esta gestión. Pero al mismo tiempo invita a poner el foco en cuestiones relacionadas a la competitividad sistémica de la economía”, acota Persichini.
El Gobierno cree que hay margen para que la inflación ceda durante este mes de la mano de la desaceleración en los precios de los alimentos. La consultora EcoGo proyectó una suba del 0,4% en la segunda semana de mayo. mientras que para Equilibra hubo una deflación del 0,2%.
En ese sentido, el éxito de las ofertas del HotSale podría haber sido decisivos para empujar los precios a la baja.
Los precios de verduras y frutas fueron los que más bajaron en lo que va del mes, pero las fuertes inundaciones en distintos lugares del país podría elevarlos en las próximas semanas.
No obstante, el Gobierno buscará que las tarifas de servicios públicos o suban al menos hasta las elecciones de octubre. A su vez, el ministro de Economía, Luis Caputo, mantiene conversaciones con actores de la industria alimenticia y de productos de consumo masivo.
Según la consultora Analytica, en junio la inflación podría caer al 1,8%, lo que sería un récord para la administración de Javier Milei. El Presidente espera que el costo de vida perfore el 1% en la segunda mitad del año.