Después de una ardua e inútil negociación de los mediadores, policías especialmente entrenados tuvieron que utilizar la fuerza para reducir a una mujer que había amenazado con asesinar a sus dos pequeños hijos. El episodio se registró en un barrio de El Cadillal y movilizó a todo el vecindario.
Ayer a la mañana, un hombre se presentó en la comisaría de esa localidad para informar que su pareja estaba siendo muy agresiva con sus hijos. Los efectivos investigaron la denuncia y confirmaron que podrían haber existido antecedentes de violencia doméstica en ese hogar. Durante el transcurso de la mañana enviaron la causa al Ministerio Público Fiscal.
Al tratarse de un caso grave, por la tarde se firmó un oficio en el que se ordenaba la intervención de los especialistas de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinayf), acompañados por policías para que se retirara a los niños de esa casa.
La medida se concretó cuando el sol comenzaba a perderse detrás de los cerros del lugar. Cuando la mujer se enteró del procedimiento y de la presencia de una trabajadora social, se encerró en una habitación de la vivienda y, con un cuchillo amenazaba en matar a sus hijos si es que no se marchaban del lugar. “Los mataré porque son Lucifer”, habría gritado la dueña de casa.
Por orden del comisario Franco Domínguez, al lugar fueron enviados los negociadores Carlos Romano y Pedro Reyna. Después de activar el protocolo de crisis que consiste en establecer un perímetro y retirar a las personas ajenas al Grupo CERO, uno de los especialistas logró ingresar al cuarto donde estaba la mujer.
Allí se encontraba una señora de 42 años con un cuchillo, su hija de 9 y un familiar que sostenía a un bebé de meses. Al no poder lograr que depusiera se activó lo que se conoce como el uso racional de la fuerza. Utilizando un escudo especial para reducir a personas que sufren algún tipo de trastorno mental, lograron liberar a los pequeños. La mujer fue trasladada a un centro asistencial.
