En una nueva muestra de peronismo explícito, la embestida contra el grupo Vicentin no se detiene. Mucho se viene especulando acerca de que el Gobierno tiene congelado el proyecto de expropiación de la cerealera debido a la negativa social que existe para con este tema. Sin embargo, todo parece indicar que siempre hay una manera de salirse con la suya para quienes creen que la propiedad privada es insignificante como concepto.
En ese marco, se conoció la noticia de que el gobernador de la provincia de Santa Fe, Omar Perotti, intervino el Puerto de Reconquista que controla Vicentin. El mandatario peronista lo decidió tras haber recibido un informe del representante de la provincia en el Ente Portuario. Según este documento, se estaban produciendo irregularidades cometidas por la concesionaria de la terminal, perteneciente al grupo Vicentin.
Si bien la intervención tendrá una duración de unos 180 días, puede observarse un modus operandi particular idéntico al que podría intentar llevar a cabo el Gobierno nacional. Y es que Omar Perotti emitió un decreto en el que designó como titular de la intervención al actual representante de la provincia en la entidad, Martín Deltin. Es decir, alguien del gobierno finalmente queda al mando de la empresa.
Pero cabe destacar que el informe que señala las irregularidades fue realizado por el propio representante del gobierno que hoy se queda conduciendo a la compañía mientras dure la intervención. ¿Cómo es posible saber si el informe es real y no una suerte de oportunismo para quedarse con una empresa importante en un área clave como lo es un puerto? Las suspicacias están a la orden del día en este asunto.
De acuerdo al decreto, se trata de un informe denuncia del actual representante del Poder Ejecutivo en el Puerto de Reconquista y que señala la gravedad de los malos manejos. Lo que se indica es que la Terminal A constituye un espacio operativo de cargas y almacenamiento de granos y aceites que está inactiva y sin operaciones desde el año 2004. El documento reseña que no se registra movimiento portuario alguno.
Para el gobierno santafesino, esta situación configura un claro incumplimiento de la concesionaria de la citada terminal de no garantizar una carga mínima de la principal obligación contractual. Perotti indicó en el decreto de intervención que “por la magnitud, extensión y capacidad y funciones del puerto, claramente ha cesado y abandonado su destino comercial, dando sólo cabida a la actividad recreativa privada, en abierta y prístina violación del destino del puerto previsto por la ley”.
Cabe preguntarse si lo ocurrido en Santa Fe no se transforma en una especie de globo de ensayo para lo que podría venir. Es decir, buscar la forma de poder hacerse después de todo con la expropiación de la cerealera Vicentin. Habrá que ver si esto genera movilización en Resistencia como ya ocurrió cuando se intentó avasallar a la Justicia que interviene en el caso Vicentin. Por lo pronto, el Gobierno nacional se apresta a esperar.
