Por Carlos Forte
En las últimas horas, Eduardo Duhalde sorprendió a propios y ajenos al hablar sobre la posibilidad de un golpe de Estado en la Argentina. “Es ridículo que piensen que el año que viene va a haber elecciones” porque la Argentina es “campeona de las dictaduras mundiales”, sostuvo.
Pero no solo lo dijo sino que lo sostuvo posteriormente: “Digo lo que pienso y creo tener fundamentos para hacerlo. No nos damos cuenta que mientras algunos comemos todos los días lo que está pasando en la sociedad pobre y en las clases medias que se desmoronan“, consideró el ex mandatario en declaraciones radiales este martes.
Más aún: Duhalde manifestó que “cuando el deterioro social llega a un límite de anarquía” las cosas toman “olor a sangre”.
El referente peronista aclaró que “querer que el Gobierno caiga es una actitud anti-Argentina”, aunque ratificó que el país vive “un momento preanárquico”.
En tal contexto, las dudas que empezaron a plantearse apuntaron hacia tres posibles explicaciones: una interna dentro del propio peronismo, un mensaje de los empresarios al gobierno o un rapto de locura del propio Duhalde.
Hay que recordar que este último fue el actor principal en la caída de Fernando de la Rúa en el año 2001, junto a puntuales referentes del PJ.
Por eso, no debe descartarse ninguna posibilidad, ni siquiera aquella que plantea la chance de que las explosivas declaraciones estuvieran consensuadas con el propio oficialismo.
No hay mejor momento que el actual para victimizar al kirchnerismo, en medio de las acusaciones de Cristina contra los medios y la Justicia. Justo cuando empiezan a aparecer fuertes escollos en el debate por la reforma judicial.
Todo es posible en Argenzuela.