Existe malestar entre las empresas alimenticias luego de que el Gobierno les comunicará que decretará una nueva extensión del programa conocido como Precios Cuidados. No obstante, cabe destacar que los precios de los productos vendrán remarcados con aumentos que serán implementados compañía por compañía y elemento por elemento. De esta manera, es que el oficialismo intenta controlar que no se descontrole la inflación.
Según trascendió, esta nueva extensión tendrá lugar por 2 meses hasta el próximo 31 de octubre. Si bien es cierto que no se definió un porcentaje específico para las subas que tendrán lugar el mes que viene, está claro que algún incremento en el valor de los productos existirá. A pesar de ello, existe malestar entre las firmas alimenticias ya que se quejaron ante la nueva extensión del congelamiento oficial por el periodo de los siguientes dos meses.
De hecho, hubo cierta tensión cuando desde el Gobierno se quejaron de que las empresas alimenticias realizaron aumentos encubiertos en los productos que les pertenecen y que se exhiben en las góndolas de todos los supermercados del país. Para las compañías, esto resultó una acusación injustificada, a pesar de que está claro que el aumento de los precios jamás se detuvo en lo que se lleva de pandemia y cuarentena.
En esa línea, varias compañías advirtieron que su rentabilidad estaba en peligro. Es por ello que, A mediados de julio, el Gobierno convalido ciertos aumentos que estuvieron en la órbita del 4,5% de cerca de 23000 variedades de productos. Y es que desde el oficialismo percibieron la advertencia acerca de un posible desabastecimiento si los precios continuaban congelados como ocurrió en los cuatro meses previos a julio.
Las empresas se encuentran preocupadas debido a que describen de la palabra oficial acerca de que este control de precios no es más que una medida implementada en el marco de una situación de emergencia que se está viviendo a causa de la pandemia mundial de coronavirus. Y es que varios empresarios creen que, en realidad, se trata de una política económica de largo plazo que vino para quedarse de la mano de la vuelta del kirchnerismo al poder.
Desde el Gobierno aseguraron que no es más que una herramienta de corto plazo, al mismo tiempo que aseguraron que no existe interés en tener regulaciones tan estrictas como las que se implementan de momento. Sin embargo, la inflación, que comenzó a acelerarse desde el último mes a la fecha, podría convertirse en una bomba de tiempo cuando finalicen los controles de precios que ejerce el Poder Ejecutivo.
Lo que impactó ya de lleno en los ya de por sí golpeados bolsillos argentinos. Esto es una preocupación para el oficialismo, más considerando las expectativas devaluatorias que existen en el mercado, pero también en el seno de una sociedad que no cree en la palabra oficial de que la economía finalmente se reactivará cuando la pandemia de coronavirus se haya terminado. En ese marco, todavía no hemos visto lo peor.