Finalmente, el Gobierno nacional logró conseguir media sanción a su proyecto de reforma judicial. La normativa fue aprobada pasada la medianoche de ayer con decenas de cambios implementados a último momento y sin la enmienda contra los medios de comunicación. La sesión no estuvo exenta de todo tipo de polémicas y de chicanas y logró que el Senado diera luz verde al proyecto del oficialismo con 40 votos afirmativos y 26 negativos.
Más allá de esto, cabe destacar que, así como fue favorable el camino en la Cámara alta del Congreso, esto no se repetiría en Diputados. Y es que la opinión pública sabe que allí se librará la gran batalla final por la República y las instituciones. En este marco, trascendió que el oficialismo intentaría dilatar un par de meses el debate parlamentario en la Cámara baja debido a que no cuenta con los votos necesarios para la aprobación de la reforma judicial.
La estrategia a utilizar por parte del kirchnerismo consistiría en que decenas de expertos en materia de Derecho, brinden su opinión acerca de la reforma. Con lo cual, ganarían el tiempo necesario para convencer a algunos legisladores de bloques minoritarios en cuanto a su representación política, a que brinden su apoyo. No cabe duda que el oficialismo irá con todo en pos de lograr salirse con la suya y aprobar el polémico proyecto de ley.
la ciudadanía sabe que la clave pasará por la posibilidad de que el kirchnerismo no logre el quórum necesario para que el debate comience. Es por ello que, de aquí en más, celebrará una suerte de batalla política que enfrentará, por un lado, a la cual hice un gobernante contra un amplio sector de la sociedad que no está dispuesta a que el poder político se lleve puesta la Independencia de la Justicia, principal objetivo del Gobierno.
El peligro consiste en la posibilidad de que se produzca una radicalización del enfrentamiento social. Y es que, en medio de la pandemia de coronavirus, la grieta se profundizó todavía más, al tiempo que se ensancho dividiendo brutalmente a la sociedad. Y desde el Poder Ejecutivo pareciera no existir conciencia acerca de lo que está provocando con su obstinación de modificar la Justicia caiga quien caiga y cueste lo que cueste.
Al mismo tiempo, muchos otros problemas importantes no son atendidos por la clase política, que deja librado a su suerte a la población argentina, ya que parecería que sus propios intereses se encuentran por encima del bien común para todos. Un empeño que no está puesto en lo que a resolver los problemas de la economía se refiere, cuya recuperación dependerá de la reactivación de actividades que pareciera estar lejos de ocurrir.
[su_note note_color=”#0A8C06″ text_color=”#ffffff” radius=”10″ class=””]En ese contexto, una ciudadanía movilizada e informada pretende dar pelea en las calles, las cuales fueron históricamente ocupadas por el peronismo y su liturgia convocante. Sin embargo, los tiempos parecen haber cambiado, y la clase media no parece estar dispuesta, esta vez, aquí desde el Poder Ejecutivo se intente llevar puestas a las instituciones, sobre todo, a la Justicia, cuyo papel es clave en lo que hace el equilibrio de poderes en una República.[/su_note]