El dirigente social kirchnerista fue condenado en noviembre de 2017 por la toma de la Comisaría 24 en el barrio de La Boca. Al comienzo de la pandemia, se le concedió el arresto domiciliario por ser paciente de riesgo, pero contrajo Covid en su domicilio.
Luis D’Elia tiene 63 años y actualmente vive encerrado en Isidro Casanova, La Matanza, en lo que era la casa de su madre. Allí cumple arresto domiciliario desde el 5 de abril, luego de que la Justicia decidiera que su permanencia en el penal de Ezeiza representaba un riesgo para el resto de los internos si reingresaba a la cárcel tras haber estado en una clínica en medio de la pandemia de coronavirus.
En diálogo con el portal Canal Abierto, Luis D’Elía dijo, sobre su situación procesal: “Algunos presos, como Milagros Sala y yo, la única vía que tenemos a esta altura es un indulto del Poder Ejecutivo”.En sus redes sociales, D’Elia informó que el último viernes recibió en su casa a Ricardo Peidro, Secretario General de la CTA Autónoma, y a Hugo Cachorro Godoy, Secretario General de ATE y adjunto de la CTA Autónoma (Nicolás Aboaf)
También habló del presidente. Dijo que tiene diálogo directo y que hasta le planteó una teoría para escapar de la crisis, que el propio Alberto Fernández evaluó y respondió. “Hay cosas en las que coincido y otras que no, pero es momento de ser prudente”, advirtió el dirigente social luego de ese intercambio de ideas.
En cambio, criticó con dureza a Sergio Berni, ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires. Su interpretación es que el kirchnerismo está construyendo su espacio de derecha con la figura de Berni, “pero sin medir las consecuencias para nuestro pueblo”. “¡Berni salió a justificar la represión en defensa de la propia privada!”, afirmó, escandalizado.
En relación a la coyuntura de crisis económica que vive el país y a la curva ascendente de la situación epidemiológica, el dirigente piquetero pronosticó que “esto será peor que en 2001”. “En 60 ó 90 días más se va a dificultar mucho la situación, si el gobierno no atiende en serio las necesidades de los que menos tienen”, advirtió.
Su teoría surge de la lectura que hace sobre la toma de tierras, un escenario que tomó estado público por la disputa territorial en Villa Mascardi, Bariloche, y en Moreno, provincia de Buenos Aires. “Hoy yo no haría tomas por la pandemia -dijo D’Elia, prudente-. Las tomas ya son duras de por sí y en este contexto es complicado, pero esto no es nuevo”. Recordemos que uno de los delitos que se le imputa es la toma de una comisaría en La Boca.
Para fundamentar su reclamo de un indulto presidencial, D’Elía se victimizó: “Estuve imputado en ocho delitos e inhabilitado de ocupar cargos públicos por ocho años. Apelé, fui a la Cámara Federal, y en la de Apelaciones me sacaron siete de ellos y la inhabilitación. Me quedó uno solo: instigación a cometer delito. No hay nadie en la Argentina preso por ese delito”, aseguró. Anticipó que apelará en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos para que se autorice el tratamiento de su caso.
El dirigente social y líder de la Federación Tierra y Vivienda está condenado a tres años y nueve meses de prisión por haber dirigido la protesta y la toma de la Comisaría 24 en el barrio porteño de La Boca, hace 16 años. El Tribunal Oral Federal 6 de la Justicia Federal lo estableció en noviembre de 2017 y desde abril de este año atraviesa el arresto en su hogar por su delicado estado de salud: es paciente coronario, diabético, con isquemia peri necrosis. En julio, contrajo coronavirus y luego de estar ocho días internado en el Sanatorio Otamendi por tratarse de un paciente de riesgo, regresó a su hogar. Reveló que tuvo suerte porque el virus no ingresó en sus pulmones.
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