Como lo viene anticipando Tucumán Despierta desde hace varias jornadas, no hay día en el que no se rompa un nuevo récord en materia precio que alcanza el dólar blue. En ese sentido, subió hasta los $183 y acumuló un incremento del 143% en lo que va del año. Los analistas financieros coinciden en que las expectativas del mercado financiero continuaron deteriorándose, lo cual quedó de manifiesto también en lo que hace a los dólares financieros.
Y es que las medidas oficiales para frenar la escalada de los también llamados dólares alternativos, es decir, el Contado con Liquidación y el MEP o Bolsa, sufrieron un rápido agotamiento. Al mismo tiempo, tampoco pudieron evitar que se agigantara la brecha cambiaria entre el dólar paralelo y el tipo de cambio oficial. Se tratan, justamente, de las medidas que fueron tomadas el pasado lunes y que explicamos desde este medio.
Las mismas implicaban la reducción a tres días el plazo de parking para vender los títulos en dólares comprados con pesos, sumado al lanzamiento de un bono por USD 750 millones para noviembre armado exclusivamente para fondos de inversión que están posicionados en activos en moneda local. En definitiva, se trató de una serie de medidas que significaban una flexibilización de la operatoria de los dólares que se negocian en la Bolsa.
Sin embargo, lejos de alcanzar el objetivo buscado por equipo económico conducido por el ministro Martín Guzmán, en apenas un par de ruedas, la paridad Contado con Liquidación trepó unos $11, es decir, un 6,7% para ubicarse en los $176,55. Por su parte, el dólar MEP o Bolsa, llegó hasta los $162,86 en otro récord más alcanzado por este dólar financiero que también le marca la cancha negativamente al equipo económico del Gobierno.
Los economistas advierten que hemos llegado a una instancia extrema en la que el dólar se escapa sin parar, como lo venimos observando desde el arranque del mes de octubre. En ese marco, se han sumado muchos pesos de un día a otro sin que se detenga esa escalada, por lo que se produce un círculo vicioso al continuar emitiendo sin modificar la tendencia alcista del dólar blue y, por el contrario, no se consigue más que alimentar la inflación.
Como anticipamos, el objetivo del Gobierno consiste en aguantar hasta que en marzo puedan entrar los primeros dólares de la cosecha correspondiente a la campaña 2021. Sin embargo, jornada a jornada queda claro que será una tarea imposible, o cuanto menos, titánica debido a que no hay margen para que la economía pueda, no digamos funcionar, siquiera subsistir si a diario la brecha entre el dólar blue y el tipo de cambio oficial se agranda más y más.
Además, esa brecha cambiaria ya alcanza la misma dimensión que en la época de la hiperinflación, por lo que hace presumible que una mega devaluación es inevitable para corregir las inconsistencias que padece la economía argentina. Sin embargo, de ocurrir esto, implicaría una enorme pérdida de poder adquisitivo para la sociedad que ya está empobrecida a causa de los efectos de la pandemia y de la ineficiente cuarentena.