Ismael “Isma Toro” Tévez y a Arturo “Melón” Fernández estuvieron 60 días detenidos por el asalto a un taxista al que despojaron del vehículo, que después apareció casi en la misma esquina del robo, de Martín Berho y Etanislao del Campo, en Villa 9 de Julio, con serios daños y el faltante de algunas piezas.
Cuando se realizó la audiencia para determinar si ambos debían seguir detenidos, no sólo se le puso fin a la prisión preventiva, sino que también se bajó la categoría del delito, de robo agravado a robo simple, según denunció la abogada Geraldine Salazar, patrocinante de la familia Ruiz, propietaria del rodado.
El resultado del trámite judicial fue que ambos acusados, con causas abiertas por tentativa de homicidio y robo a mano armada, salieron en libertad pese a que la dueña del taxi, Andrea Ruiz, viene denunciando amenazas y agresiones vinculadas con su familia desde el 17 de septiembre, cuando se produjo el asalto.
La mujer, quien dijo temer por la vida de su hijo de 17 años, apuntó a los funcionarios judiciales que intervienen en la causa. “Hago responsable en primer lugar al fiscal Pedro Gallo y al juez Alejandro Tomas de lo que pueda pasarme a mí o a cualquiera de mis familiares”, enfatizó.
La abogada que la asesora remarcó que en la audiencia en la que se liberó a “Isma Toro” y a “Melón” ella solicitó una prohibición de uso de armas de fuego para ambos, pero incluso eso le fue negado por la Justicia, que sólo accedió a una orden de restricción de acercamiento a las víctimas.