Con tarifas congeladas y un movimiento acotado del dólar, los primeros intentos oficiales para intentar remover algunas restricciones y permitir aumentos se topan con un escenario sensible con un piso de IPC elevado.
El dato de octubre, de 3,8%, marcó la inflación más alta de los últimos 12 meses. Y las subas de algunos bienes, como en las carnes y en las naftas, le suman presión para los próximos meses.
Así, los analistas consultados esperan un piso de al menos 3% para noviembre y diciembre. Pero más allá del número, el promedio del último trimestre implicará un salto hasta un 3,5% desde el 2,5% que estuvo viajando la inflación en lo que va de 2020, un porcentaje que marca la “velocidad crucero” mensual para los precios en la Argentina de los últimos tiempos.
La novedad del fin de semana vino desde los combustibles: YPF anunció una suba en las naftas de 2,5% en promedio que se concretó este lunes. Se trata del cuarto incremento en casi cuatro meses.
Los valores de las naftas aumentaron así un 19% en lo que va de 2020, con alzas que se dieron desde agosto, momento en el que se empezaron a liberar las subas. Y esto se suma a aumentos de entre 10% y 20% en las carnes.
Si bien en impacto directo de esta última suba los analistas lo describen como acotado, sí advierten del efecto de segunda ronda en casi todos los bienes y servicios de la economía.
El efecto directo sería de menos de 0,15 lo que le sume al IPC. Es que según describió Matías Rajnerman, de Ecolatina, el peso en el índice es de un 5%.
Pero tanto él, como los demás economistas consultados resaltaron que hay un impacto indirecto a observar. Guido Lorenzo, de LCG, dijo que según estudios que hicieron, el efecto perdura durante los tres meses posteriores al incremento inicial. Si bien reconoció que como el nivel de actividad actual es bajo, y podría haber menos traspaso, sí resaltó que “ya hay mucha gimnasia en la remarcación y muchos pesos para convalidar aumentos”.
“Noviembre esperamos que la inflación ronde el 3% pero no somos optimistas respecto a diciembre y enero. Muchos precios restan descongelar y sin plan anti inflacionario podría ser traumático de digerir para el sistema”, escenificó.
Milagros Suardi, de EcoGo, añadió que el efecto en el IPC de noviembre no sería tan significativo porque sólo restaban siete días del mes cuando se dio la suba de los combustibles pero coincidió en los efectos secundarios.
Con esto en mente, y además con la suba de las prepagas del 10% para diciembre, dijo que estiman una una inflación con un piso en 3% los dos últimos meses de 2020 “con una aceleración en diciembre teniendo en cuenta el aumento de 10% en prepagas, el arrastre de los combustibles y considerando que el último mes del año es estacionalmente alto”.
Otro factor del que los analistas tomaron nota fue la suba de los precios mayoristas: marcó un 4,7% en octubre, número que anticipa que el IPC sumará presión.
Rajnerman definió que son meses “agitados” los que se vienen en materia de inflación. “Va a ser muy difícil que de acá a marzo baje del 3% mensual, con noviembre y diciembre de 3,5% por lo menos”.
Consideró que las subas de los precios máximos le ponen un piso a un rubro tan importante como alimentos y bebidas. “Hay algunos bienes que se van importando a un dólar paralelo, como los de esparcimiento y electrónicos. Después por las paritarias. Si bien no hay recomposición del salario real, pero hay actualizaciones que se trasladan al nivel de precios. Y la suba de tarifas, que aparentemente será en marzo, también tendrá un impacto”, describió.
Para 2020 espera una inflación de 36%, EcoGo en la zona del 37%, Fausto Spotorno, de Orlando J. Ferreres y Asociados pronostica que será de 38%.
Para 2021 es aún pronto saber, ya que hay un factor que terminará pesando en qué sucederá, (además de la evolución de las tarifas y de los salarios): el dólar oficial. Aún así, las estimaciones privadas no bajan del 40% anual, 10 puntos por arriba del pronóstico oficial.
En el Gobierno están preocupados por la evolución de los precios, y si bien resaltan la “foto” que muestra que en lo que va del año se acumula una inflación que es 15 puntos menor del acumulado a octubre de 2019, la película no es alentadora.
Guido Lorenzo así lo definió: “La inflación anual sostiene registros superiores al 20% desde hace 10 años, y en los últimos 5 se consolidó en torno al 35%. Este último dato preocupa, considerando que implica una economía operando bajo una nominalidad más alta que, de sostenerse tanto en el tiempo, es cada vez más difícil de revertir”.