Luego de que se diera a conocer que Argentina es uno de los países que peor manejaron la pandemia de coronavirus, cabe preguntarse si es que acaso una noticia que sorprenda. Y es que a todas luces las pruebas de lo mal que se llevaron a cabo las distintas políticas sanitarias, no fueron más que un error seguido de otro. Mientras tanto, los infectados se cuentan de a miles y otro tanto ocurre con la gente que falleció.
A nivel económico, la recesión se volvió más profunda a causa de la decisión de encerrar a toda la población antes de tiempo. La pobreza en Argentina ha crecido a niveles parecidos a los del 2002, luego de que estallara la convertibilidad y se produjera la devaluación que dejó a la mitad del país en una situación dramática. Sin mencionar la pérdida de empleo que dejó a millones de personas sin trabajo y que difícilmente puedan recuperarlo.
En ese marco, hubo localidades que estuvieron a punto de colapsar, a causa de que ni siquiera con el enorme caudal de tiempo con el que contaron, pudieron acondicionar la estructura sanitaria para que su población pudiera acceder a ser atendida. Pero el peligro de un rebrote o de una segunda ola, podría poner en peligro nuevamente a miles de personas que pueden quedarse fuera de la atención que necesitan.
Mientras tanto, Argentina es el único país del mundo en el que los niños y adolescentes se perdieron prácticamente la totalidad del año lectivo de manera presencial. Muchos analistas estiman que la llamada educación virtual no sirvió para nada y que los gobiernos son rehenes de los sindicatos que tienen otras prioridades. En ese marco, las únicas víctimas serán los menores de edad en un país que no prioriza su educación.
Mientras tanto, los sueldos empobrecidos y la inflación galopante no hacen más que poner en jaque a la misma clase media. Como lo advertimos desde este medio, hoy los salarios promedio, están por debajo de lo que valían hace unos 20 años. ¿Quién se hará cargo de esto? Para colmo, está previsto que el año que viene la inflación sea todavía mayor, teniendo en cuenta que muchos precios de la economía se encuentran hoy congelados.
No sólo la sociedad debe padecer la crisis económica y un riesgo de contagio grande todavía. También tiene que padecer que la pérdida de trabajo haya hundido a más argentinos en la pobreza. Asimismo, millones de chicos se quedaron sin clases y es difícil que los más grandes quieran o puedan retomar sus estudios el año que viene si ni cuentan con la contención necesaria en sus casas. Como si esto fuera poco, hay algo más que se debe tolerar. Y es el hecho de que la pandemia terminó siendo la excusa perfecta para avanzar en contra de las instituciones, nacionales y provinciales. De esta forma, la Justicia y el Poder Legislativo, terminaron siendo escribanías de los caprichos de turno del peronismo. Entonces, caber preguntarse ¿Es posible sorprenderse por el hecho de que Argentina haya sido señalada como uno de los peores países para vivir durante la pandemia?
