En una audiencia realizada ayer, miércoles 2 de diciembre de 2020, a partir de un acuerdo de juicio abreviado, Matías Alejandro Aguirre, de 19 años, recibió una pena de 18 años de prisión de cumplimiento efectivo por los crímenes del policía Juan Angel Leal y de Cristian Raúl Nuñez, ambos hechos ocurridos en la tarde del 11 de marzo de 2019.
En representación del Ministerio Público Fiscal intervino la Unidad Fiscal de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos. El auxiliar de fiscal Lucas Maggio explicó que la audiencia fue convocada para formalizar el acuerdo de juicio abreviado al que llegaron el MPF, la querella y la defensa del imputado Aguirre, quien reconoció su responsabilidad penal en los hechos.
Aguirre fue condenado por homicidio en ocasión de robo, agravado por el uso de arma de fuego y por la participación de menores en calidad de coautor; en concurso real con homicidio simple, agravado por el uso de arma de fuego y por la intervención de menores, también como coautor; más costas y accesorias legales.
En virtud de esa calificación legal y teniendo en cuenta la carencia de antecedentes computables, las partes llegaron a un acuerdo por una pena de 18 años de prisión. El juez Federico Moeykens declaró admisible el procedimiento de juicio abreviado.
En una audiencia realizada el lunes 5 de octubre pasado, el Ministerio Fiscal había solicitado la agrupación de la investigación de ambos crímenes en un mismo proceso como causa compleja, lo cual fue aceptado por el juez Moeykens.
Los hechos
En la tarde del 11 de marzo de 2019, cerca de las 18:30 horas, Aguirre, Carlos Adrián Páez y dos menores de edad arribaron a un camino de tierra a orillas del río Salí, en la zona conocida como Parque Industrial, cerca de la avenida de Circunvalación.
Hasta ese lugar había llegado momentos antes, a bordo de un Chevrolet Onix blanco, el policía Juan Ángel Leal, con la finalidad de extraer tierra.
Según la teoría del caso, siguiendo un plan preestablecido con el objetivo de despojar a Leal de su automóvil y otras pertenencias, los menores le ofrecieron ayuda para distraerlo, permitiendo que Aguirre lo sorprenda por detrás y lo golpee en la cabeza con una pala.
Encontrándose la víctima en el suelo, Paez le quitó el arma reglamentaria que tenía en su poder y le efectuó dos disparos, causando su muerte. Luego ocultaron el cuerpo entre la maleza y escaparon en el vehículo sustraído a Leal.
Una hora después, a bordo del auto robado a la víctima, Aguirre y sus cómplices se dirigieron hasta el barrio Las Palmeras para concretar una venganza contra Cristian Raúl Nuñez, a quien acusaban de haberle prendido fuego a la casa de Páez.
Nuñez fue ultimado de un tiro por Páez, quien ingresó a la propiedad con Aguirre. Luego escaparon en el auto en el que habían llegado, donde los esperaban los dos menores.