El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, respaldó las críticas que la vicepresidenta Cristina Kirchner lanzó contra la Corte Suprema de Justicia en su carta de la semana pasada y sumó sus propios dardos. Señaló que el máximo tribunal “acompañó el lawfare”, criticó la causa del dólar futuro, en la que está involucrado, y apuntó contra el juez Ricardo Lorenzetti, por haberse tomado fotos con el fallecido juez Claudio Bonadio y con el magistrado y exministro de Justicia de Brasil Sergio Moro.
Kicillof aseveró que la persecución judicial sobre la que insistió Cristina en su misiva “claramente es un tema de una parte del poder judicial”, pero inmediatamente remarcó que “sin el acompañamiento de la Corte Suprema esto era imposible”.
“Tiene que poner orden la Corte Suprema y no lo hace, sino que puso desorden y acompañó el lawfare. Creo que está a la vista, lo dijo Alberto el otro día y lo puso Cristina. El sótano de la democracia sigue funcionando”, sostuvo Kicillof, en declaraciones a AM 750.
A diferencia de Cristina, que en su carta les dedicó párrafos a casi todos los jueces de la Corte, Kicillof criticó puntualmente a Lorenzetti. “Hay fotos de quien era presidente [de la Corte] con el juez Bonadio, como refrendando sus acciones. Si no, que lo aclare, no estoy acusando a nadie. O con el juez Moro, que metió en prisión a Lula para convertir a [Jair] Bolsonaro en presidente y después fue ministro de Bolsonaro. El juez Bonadio hablaba del ‘Código Penal creativo’, es una vergüenza, un insulto a la democracia”, reprochó el gobernador.
El mandatario provincial recordó la causa del dólar futuro, por la que deberá enfrentar un juicio oral junto a Cristina por la presunta venta de divisas a un precio menor que el de mercado, y puso ese expediente como ejemplo de una persecución. “Me parece que hay que ser muy ciego, o malintencionado, o con mucho interés político, para decir que no hay lawfare. Sin querer ponerme en un lugar protagónico, yo soy víctima de eso todavía hoy. En una de las perlitas o chanchadas del lawfare, que es la causa dólar futro, estoy elevado a juicio oral y todavía nadie puede explicar cuál es el delito que se cometió presuntamente”, indicó.
“[La causa] empieza con miembros de nuestra oposición, sigue con el juez Bonadio, se eleva a juicio oral, pasa por la Cámara de la discordia [la Sala II, que integra Martín Irurzun, magistrado apuntado por el cristinismo], acompañada por miles de notas acusándonos de cosas, de cualquier estupidez. Y estoy elevado a juicio oral, inhibido y embargado por esta causa. ¿Qué alguien me explique si no hay lawfare?”, inquirió.
Para Kicillof, “en la Argentina hay persecución judicial, la hubo en la época de [Mauricio] Macri, empezó antes de la época de Macri y continúa ahora”. En ese marco, dijo que se busca “usar la Justicia con fines políticos sin causas reales, o tergiversándolas, como fue en el tema [de la ley] del arrepentido y las prisiones preventivas como mecanismo casi de extorsión para conseguir resultados”.
Con sus declaraciones, Kicillof se sumó a las críticas del kirchnerismo a la Justicia, con foco en la Corte, que fueron escalando desde que el máximo tribunal rechazó un recurso de última instancia presentado por la defensa de Amado Boudou y, así, dejó firme la condena a cinco años y diez meses de prisión del exvicepresidente por el caso Ciccone.