Hace 54 días, el dólar blue tocó un máximo histórico de $195. Desde entonces hasta hoy, perdió $45. En medio de un diciembre tranquilo por mayor demanda estacional de pesos y mejores señales por parte del Gobierno, el billete paralelo se mantuvo más o menos estable por estos días. Cuánto puede durar esa calma cambiaria es la gran pregunta de los economistas, mientras que la de los ahorristas es: “¿Es diciembre un buen momento para comprar dólares?”.
En este momento, explica Gabriel Caamaño, de la consultora Ledesma, “hay un problema de inconsistencia entre la tasa en pesos y la tasa de devaluación del oficial”. En otras palabras, hoy la plata rinde menos en un plazo fijo que comprando dólar oficial.
“La tasa que pagan los plazos fijos pierde contra la inflación, por lo que es muy difícil hoy recomendar una inversión en pesos, porque no sostienen su poder adquisitivo”, señala el economista. Una cartera ideal, dice, tendría activos indexados por inflación (como bonos que ajustan por el coeficiente CER) y activos indexados por tipo de cambio, ya sea dolarizados directa o indirectamente, como en el caso de los bonos dollar-linked o atados a la cotización del billete estadounidense.
Matías Rajnerman, economista jefe de Ecolatina, explica que no se trata tanto del momento actual, sino de lo que viene después. “Este año, el precio del dólar paralelo dependió en buena medida del exceso de pesos que provocó el déficit fiscal récord al que forzó la pandemia; por lo tanto, si se espera una segunda ola fuerte de Covid, es posible que la divisa vuelva a subir en el corto plazo, y en ese caso sí, sería momento de comprar dólares”, resume.
Por otro lado, suma, la calma cambiaria lograda por el equipo económico “se alcanzó a un costo elevado”, con licitaciones de bonos atados a la cotización del dólar e intervenciones directas en el mercado de tipos de cambio financieros, “y de manera bastante precaria”. En consecuencia, dice, “es posible que se rompa en el corto plazo, aún sin segunda ola de Covid, y de esta forma también sería momento para comprar dólares”.
En cambio, Juan Ignacio Paolicchi, economista de la consultora Empiria, asegura que hoy hay un escenario dicotómico. “Si uno mira el tipo de cambio real con el contado con liquidación, todavía se verifican niveles de overshooting [una suba excesiva del precio]”, sentencia. Pero si el Gobierno “no da la certidumbre necesaria y el programa económico no aparece”, es lógico que ese tipo de cambio pueda subir. “No es que todo puede volver rápido a $195, pero sí es un termómetro de la incertidumbre”, señala.
“Si el gobierno apunta a un plan de estabilización y hace un acuerdo con el FMI, puede bajar la espuma de los dólares paralelos y el oficial seguir el curso de esa pelea bastante pareja con la inflación; pero si vuelve la agenda de ‘no quiero bajar el gasto’ y el discurso poco proclive a que el mercado compre una historia coherente, entonces los precios pueden no estar reflejando rotundamente ese escenario”, dice.