El oficialismo, en minoría, tiene el desafío convertir en ley la nueva fórmula de movilidad jubilatoria propuesta por el Gobierno, una norma clave para evitar que el déficit fiscal se dispare el año próximo, condición inexcusable para el FMI en la renegociación de la deuda argentina. La votación en la Cámara baja se anticipa reñida, pero su presidente, Sergio Massa, confía en que logrará aprobar la ley “con lo justo”.
La sesión fue convocada para el próximo martes 29, el mismo día en que el Senado tiene previsto debatir la media sanción sobre la legalización del aborto.”El oficialismo quiere utilizar la sesión del Senado como cortina de humo para disimular el atropello contra los jubilados que se va a consagrar en la Cámara de Diputados”, aseguran en Juntos por el Cambio, que anticipó su rechazo.
Pese a sus reclamos, Massa no solo mantiene incólume la fecha para debatir la reforma jubilatoria, sino que amplió el temario con otras iniciativas para garantizar el quorum. Entre ellas figuran los proyectos que envió el ministro de Economía, Martín Guzmán, con incentivos fiscales para la construcción privada en todo el país.
Igualmente, Massa y Máximo Kirchner, jefe del bloque oficialista, deberán trabajar arduo para aprobar la reforma jubilatoria. Su desafío no solo será conseguir la mayoría de los votos, sino también asegurar la logística para que sus legisladores puedan llegar en tiempo y forma a la Capital y dar el quorum, ya que las sesiones en la Cámara de Diputados volvieron a ser presenciales y solo una minoría (60 diputados en situación de riesgo por la pandemia) está habilitada a conectarse de manera remota.
La escasez de vuelos y la cercanía del Año Nuevo complica las cosas, aunque no solo para el oficialismo. Juntos por el Cambio, que se propuso reunir 129 voluntades para bloquear la nueva reforma jubilatoria, también deberá sortear el escollo de la sesión presencial.
El oficialismo propone que la nueva fórmula de movilidad jubilatoria combine en partes iguales el aumento de la recaudación de la Seguridad Social con la variación salarial, la más alta que resulte entre las mediciones del Indec y la del Ministerio de Trabajo (Ripte). Además, aceptó que las actualizaciones se realicen de manera trimestral, no semestral, como rezaba el texto original. Los opositores advierten que, con esta propuesta, al excluir la inflación como componente de la fórmula, los jubilados perderán poder adquisitivo.
Solo 60 diputados están licenciados para no asistir presencialmente al recinto: el resto deberá coordinar trayectos para estar en Capital en medio de las Fiestas Solo 60 diputados están licenciados para no asistir presencialmente al recinto: el resto deberá coordinar trayectos para estar en Capital en medio de las Fiestas Fuente: AFP
“Si se confirman las estimaciones del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, que pronosticó un 50% de inflación el año próximo, los jubilados perderán 19 puntos en sus haberes si se compara con las estimaciones inflacionarias contenidas en el presupuesto 2021”, enfatizó Alejandro Cacace, de Juntos por el Cambio. El legislador sostuvo que las modificaciones que introdujo el Senado son “cosmética pura”.
“El kirchnerismo se vanaglorió de haber dado marcha atrás con el artículo que decía que el aumento de 5% otorgado a los haberes en diciembre sería descontado del 11,9% de suba que se cobraría en marzo del año próximo. Pero la verdad es que, para el cálculo de marzo próximo, el proyecto establece que solo se tomará en cuenta el cuarto trimestre de 2020 por lo que, al saltearse el tercer trimestre, los jubilados van a terminar cobrando solo el 6,1% como todo aumento”, alertó Cacace.
Para el oficialismo, la sanción de la nueva movilidad jubilatoria es prioritaria: por ello, en los últimos días reforzó las negociaciones con las terceras fuerzas opositoras para asegurar la aprobación de la ley. Los tres legisladores de Consenso Federal junto a los diputados Enrique Estévez (Socialismo) y Luis Contigiani (Frente Cívico y Social) ya anticiparon su rechazo, como así también los dos diputados de izquierda, Juan Carlos Giordano y Nicolás del Caño, quien presentará un dictamen en minoría y prepara una movilización para el próximo martes frente al Congreso.
El oficialismo confía en persuadir a algunos indecisos con el argumento de que está en juego la sustentabilidad del sistema previsional y, con ella, la estabilidad de la economía. Desde la vereda contraria, la oposición insistirá en que la nueva ley solo redundará en más perjuicios para los jubilados y así se lo achacará no solo al oficialismo, sino también a los diputados que acompañen la iniciativa.